ir al contenido

Adiós a un mito en DC

Así como en 1957 “West Side Story” tuvo su estreno mundial en el escenario del National Theatre de Washington DC, esta “remake”, que reinició su ciclo en 2008, vuelve a DC para su despedida. Las funciones serán en el mismo teatro donde irrumpió por primera vez con un éxito que rompió la taquilla, y se presentarán desde el 3 al 8 de junio.

Y así como en aquella primera vez, Chita Rivera, una hija de puertorriqueño, llevaba a escena el rol de Anita, en estas últimas funciones es otra puertorriqueña, Michelle Alves, la que se pone el traje de Anita, uno de los protagónicos femeninos de este musical.

“Estuve cinco años audicionando para entrar como Anita”, confesó Alves. “Siempre soñé con ese personaje. Y me siento muy identificada con ella. Somos dos mujeres con energía, emoción y decisión para defender lo que creemos”. Cuando tenía 5 años Alves vio en la casa de su abuela la versión cinematográfica de 1962 protagonizada por otra puertorriqueña, Rita Moreno. Y desde entonces, soñó con esa historia que involucraba inmigrantes de su país en los Estados Unidos.

“Cuando me ofrecieron el contrato dejé de ver los videos y quise llevar al escenario mi propio personaje”, comentó Alves. “Mi sueño fue Anita, y éste es y será por el resto de mi vida, el rol más importante. Este musical cambió mi destino”, expresó Alves.

“West Side Story” cuenta una historia de amor y odios en la que en enfrentan puertorriqueños recién llegados al país en busca de una vida mejor, y un grupo de anglosajones. Y en medio de esos resentimientos y odios, Tony y María, una joven puertorriqueña, tratan de defender el amor contra la intolerancia.

Cuando el musical se estrenó por primera vez, la música de Leonard Bernstein, la coreografía de Jerome Robbins, las canciones de Stephen Sondheim y el libro de Arthur Laurents aseguraban el éxito.

La versión actual, igual que la de 2009 que se presentó en DC, llega con dirección de David Saint. La recreación coreográfica del original de Robbins es de Joey McKneely , creador de otros musicales como “The Boy from Oz” y “The Life”. La trama, sigue vigente: la inmigración, y las dificultades para insertarse en un país donde todo es ajeno.

“Este musical todavía resuena en el mundo porque los problemas sociales que se tocan están pasando ahora mismo. El racismo, la inmigración, la discriminación son cosas de todos los días. A eso se suma que es la historia de ‘Romeo y Julieta’ llevada a un barrio de Nueva York”, remarcó la bailarina.

El musical, desde su estreno, marcó hitos: fue la primera vez que los latinos eran protagonistas de una historia, y fue la primera vez que sonó un mambo en escena. Hoy, en esta versión revitalizada por Laurents a sus 90 años, también se habla español.

En este “West Side Story” del siglo XXI, el encargado de “reproducir” las letras de las canciones fue un hijo de puertorriqueños, Lin-Manuel Miranda, ganador de un premio Tony.

“La coreografía es un reto. Pero es una bendición hacer una coreografía de uno de los grandes coreógrafos de este país”, dijo Alves a quien la vida artística la aleja de su amada Puerto Rico.

Últimas Noticias