
TÍOS. Wilber Bolaños abraza a sus tías, Rosa Bolaños (izq.) y Crista Bolaños-Lobo, con quien vive en Alexandria. Al extremo izq. su tío Florencio Lobo.
Cuando Wilber Bolaños cruzó la frontera desde El Salvador siendo adolescente, lo hizo con la meta de estudiar y superarse para así poder “ayudar a mi mamá y hermanos que están en mi país”, dijo.
Hoy, cuatro años después, el estudiante está a punto de graduarse de la secundaria Hyafield, de Alexandria y tras haber estado en un programa técnico de las Escuelas de Fairfax está listo para el mercado laboral. Cuenta con las habilidades para desarrollar trabajos básicos de electricidad.
De hecho, el joven junto a otra docena de estudiantes instalaron el sistema de electricidad en una casa recién construida en Springfield, Virginia.
“Nosotros instalamos todos los circuitos eléctricos de la casa”, expresó el estudiante.
EN DETALLE
El programa FATE tuvo su origen en 1970:
• ¿Qué es? Es una sociedad única entre el sector privado y las Escuelas Públicas de Fairfax. Sus siglas responden a Foundation for Applied Technical Education (Fundación para la Educación Técnica Aplicada). El programa, fundado en 1970, cuenta con profesionales, empresas y organizaciones que les permite a los estudiantes experimentar de primera mano el ambiente laboral y de negocios.
• Construcción de casas. Los estudiantes son dirigidos por profesionales para trabajar en la construcción de viviendas que luego la ponen en el mercado.
• Venta de autos. Estudiantes de mecánica reparan los autos que recibe el condado como donación y éste los vende.
Bolaños participa desde hace dos años en el programa de Ingeniería y Electricidad en Construcción de la Fundación para la Educación Técnica Aplicada (FATE, por sus siglas en inglés).
Creada en 1970 como una sociedad entre el sector privado y las Escuelas Públicas de Fairfax, FATE permite que los estudiantes se adiestren en un oficio técnico y experimenten de primera mano el ambiente de trabajo.
Los estudiantes de FATE han construido alrededor de 25 casas en el Norte de Virginia.
La vivienda en donde Bolaños ayudó a instalar el sistema eléctrico fue uno de los proyectos de construcción en la calle Springville Court, en Springfield, Virginia.
“Los estudiantes han construido cuatro casas en esta zona. Ellos han participado en todo el proyecto, desde principio a fin, siendo supervisados de cerca por profesionales”, expresó el gerente del programa Chad Maclin.
El terreno sobre el cual se construyeron las casas pertenece a las Escuelas de Fairfax.
En el pasado estaba destinado a que sea una escuela primaria pero cuando se construyó el Fairfax County Parkway el área quedó dividida y poco atractiva para desarrollar una escuela.
La casa de seis cuartos y cuatro baños, se está vendiendo en el mercado a $870.000.
Los fondos de la venta se destinarán al programa y a las becas que éste ofrece para los estudiantes que se destacan. “Para mí es un orgullo el haber sido parte de este proyecto”, manifestó Bolaños,
•Beca y retos
El martes 20 de mayo, Bolaños fue uno de los siete estudiantes que recibió una beca por parte de FATE. La ceremonia de entrega se realizó durante la apertura de la casa en un ambiente familiar. “Me dieron $5.000”, expresó.
“Ese dinero me ayudará bastante para poder continuar mis estudios”, dijo.
Los dos años en FATE inspiraron al joven a visualizar su futuro. Quiere ser ingeniero en electricidad, expresó. En agosto empezará sus estudios en el Colegio Comunitario del Norte de Virginia (NOVA).
Costear sus estudios será todo un reto. Por no contar con un estatus migratorio, Bolaños debe pagar las tarifas correspondientes a los que viven fuera del estado, es decir hasta tres vece más que la matrícula regular.
“No puedo acceder a préstamos, ni a ningún tipo de ayuda federal”, dijo.
El joven no califica para la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) porque llegó después de la fecha límite.
•Lejos de su madre
Bolaños emigró solo a este país como la hacen miles de niños y adolescentes. Se estima que en 2014 más de 60.000 menores hayan cruzado la frontera sin compañía, según aseguró Chris Cabrera, vicepresidente del Consejo Nacional de Patrullas de la Frontera en Rio Grande.
Bolaños vive en casa de sus padrinos, su tía materna Crista Bolaños y su esposo Florencio Lobo, en Alexandria. “Estamos orgullosos de mi sobrino, y lo seguiremos apoyando”, dijo Crista Bolaños-Lobo. Su otra tía Rosa Bolaños dijo lo mismo.
“Extraño a mi madre. Hace casi cinco años que no la veo”, dijo el joven con un tono melancólico.Segundos después agregó: “confío en que algún día volveré a ver”.