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Cómo ayudar a los niños que cruzan la frontera

LEE. Un niño en un centro de Catholic Charities de Texas.


           
   

Milagros Meléndez-VelaFANI CRUZ / CC

LEE. Un niño en un centro de Catholic Charities de Texas.

Washington, DC.- La organización no gubernamental Catholic Carities  USA (Caridades Católicas de EE.UU.), con sede en Virginia, lanzó una campaña de recaudación de fondos para comprar libros que entregarán a miles de niños migrantes detenidos al cruzar la frontera sur sin compañía o con sus padres.

La fundación se asoció con la organización sin fines de lucro First Book, que desde hace dos décadas otorga libros a los niños de escasos recursos fomentando la educación a través de diferentes programas. Ambas lanzaron la campaña “Far From Home” (“Lejos de Casa”).

“Además de ropa y comida, estamos entregando libros a los niños para que puedan aclimatarse a la cultura estadounidense y entretenerse durante largas horas de viaje que en muchos casos les espera hasta llegar a sus destinos”, expresó a El Tiempo Latino, Fani Cruz, de la división de Servicios en caso de Desastre de Catholic Charities.

Por cada donación de $2,50 un niño migrante puede recibir un libro nuevo. Los menores se encuentran instalados temporalmente en albergues provistos por la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) del Departamento de Salud, en el caso que hayan cruzado la frontera sin compañía.

En el caso que hayan emigrado con sus padres, los niños se encuentran en los centros de bienvenida que Chatolics Charities y otras organizaciones han abierto en la zona fronteriza.

“Cuando se trata de familias con niños, la Patrulla Fronteriza deporta de inmediato al padre y permite que la madre e hijos se queden en territorio estadounidense hasta que se enfrenten a una corte de inmigración”, manifestó Cruz, quien viajó hace unas semanas desde Washington a un centro de asistencia de Catholic Charities en McAllen, Texas.

En los últimos dos meses las agencias asociadas de Catholic Charities han dado una ayuda humanitaria a 14.000 hombres, mujeres y niños que emigraron a Estados Unidos, según informó la organización.

Hasta la fecha, 64 agencias del Catholic Charities operan instalaciones donde se da albergue a los menores que viajan sin compañía.

Patricia Cole, directora de comunicaciones de la fundación católica también viajó hasta Texas para asistir en dos centros que atienden a decenas de madres y niños indocumentados.

“El impacto es grande, como hispanos la realidad que se vive en la zona fronteriza con las familias migrantes pega de cerca”, expresó  Cole de madre chilena y padre argentino.

Para hacer un donativo para la compra de libros visitar www.firstbook.org/farfromhome.

EN VIRGINIA. Fani Cruz (izq) y Patricia Cole, dos hispanas en la sede de la institución.