Diversos grupos a nivel local y nacional mantienen la presión al presidente Barack Obama para que tome esperadas medidas ejecutivas para frenar las deportaciones y ofrecer un alivio a millones de indocumentados así como a los menores de edad centroamericanos que cruzan solos la frontera huyendo de la violencia en sus países.
Decenas de personas se dejarán en el Día de Acción el jueves 28 de agosto con acto masivo de desobediencia civil que comenzará con una marcha frente al edificio del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y concluirá frente a la Casa Blanca.
Los actos de protesta ocurren en momentos en que el presidente Obama analiza medidas ejecutivas ante la inacción del Congreso, una medida riesgosa a pocos meses de las elecciones estatales y locales de noviembre que podrían medir el impacto del tema de la inmigración entre los electores.
El activismo de grupos comunitarios continúa cada lunes con vigilias en la tarde frente a la Casa Blanca que incluyó el lunes 18 de agosto el testimonio de familias, incluyendo a menores de edad, con seres queridos asesinados en sus países que esperan medidas de alivio por parte del Gobierno estadounidense.
En la vigilia, que contó con el respaldo del centro de asistencia materno infantil Mary Center, la señora Marta y su sobrino Juan José, ambos indocumentados de El Salvador, testificaron sobre el temor de la violencia en su país.