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Centros de asistencia comunitaria están respondiendo con una variedad de servicios a menores de edad y jóvenes centroamericanos que cruzan solos y sin papeles la frontera, así como a las familias que los reciben.

Las organizaciones en el Distrito de Columbia, que se han turnado para realizar vigilias cada lunes desde julio frente a la Casa Blanca para presionar por un alivio migratorio, incluyen al Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), la Clínica del Pueblo, el Centro de la Juventud y Mary’s Center, entre otros, con asistencia legal y servicios médicos.

“En agosto recibimos a unos 30 pacientes nuevos que acaban de llegar, que acaban de cruzar la frontera, la mayoría son jóvenes o familias jóvenes”, dijo a El Tiempo Latino la directora de la Clínica del Pueblo, Alicia Wilson, durante una vigilia el lunes 15 de septiembre.

“Proporcionamos servicios médicos y también estamos programando y preparando servicios de salud mental” por los traumas de los que huyen de la violencia de sus países a lo que se suma el reto de la reunificación familiar y la integración en el país.

“Esos problemas son profundos y toma mucho tiempo lidiar con ellos”, dijo Wilson, quien indicó que la mayoría de jóvenes proceden principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala.

Desde principios de año hasta finales de julio, las autoridades federales han reunificado casi 6.000 menores y jóvenes con sus familiares en DC, Maryland y Virginia, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.

En un discurso el 12 de septiembre en DC ante el Colegio de Abogados Hispanos, el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, abogó por facilitar asistencia legal a los menores inmigrantes indocumentados. “Aunque estos niños no tengan el derecho constitucional a un abogado, tenemos razones políticas y la obligación moral de asegurar la presencia de un abogado”, afirmó Holder.

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