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Dreamer le grita a Obama

El presidente Barack Obama, quien enfrenta las críticas de los hispanos por su falta de liderazgo sobre inmigración, dio la cara a sus detractores y urgió el voto hispano en los comicios de noviembre para lograr cambios sustantivos.

CHCI Washington, DC 2 de octubre 2014


           
   

Alfredo Duarte Pereira para ETL

CHCI Washington, DC 2 de octubre 2014

Obama al finalizar su discurso ante el CHCI el 2 de octubre de 2014


           
   

Alfredo Duarte Pereira para ETL

Obama al finalizar su discurso ante el CHCI el 2 de octubre de 2014

Luego se despidió de los asistentes con apretones de mano y fotografías tras su discurso en una gala el 2 de octubre del Instituto de Liderazgo Hispano del Congreso (CHCI por sus siglas en inglés).

“Hace seis años, les pedí que creyeran y esta noche, les pido que sigan creyendo”, apuntó Obama a los asistentes a la gala que tuvo lugar en el Centro de Convenciones en DC. En una parte de su discurso, Obama fue interrumpido por la joven activista Blanca Hernández, quien fue sacada del lugar por agentes del Servicio Secreto, tras urgirle acción sobre inmigración.

En un mensaje partidista un mes antes de las elecciones en las que está en juego el control de ambas cámaras del Congreso, así como puestos a nivel estatal y local, Obama exhortó a los hispanos a que utilicen su poder del voto a favor de los demócratas para mejorar las perspectivas futuras sobre una reforma migratoria integral y otros temas importantes.

“Sí podemos… si votamos”, afirmó en español y luego en inglés.

El mandatario llegó a la gala acompañado de dos jóvenes indocumentados “dreamers”, como se les conoce a aquéllos que llegaron de niños a Estados Unidos, beneficiados del programa de suspensión a sus deportaciones conocido como DACA, por sus siglas en inglés.

“Quiero dar gracias especiales a dos jóvenes que llegaron conmigo desde la Casa Blanca, puntualizó Obama sobre los “dreamers” Luis y Víctor, becarios del CHCI, quienes “también son soñadores, viven y trabajan en un país al que consideran su hogar y lo convierten en un mejor lugar para todos nosotros. Sus historias inspiran, junto con la de otros becarios del CHCI, y me dan una gran esperanza por el futuro”, puntualizó.

El mandatario aseguró que entiende la “profunda frustración” de  la comunidad hispana, que se profundizó más luego de que abandonó su promesa de emitir una medida ejecutiva a favor de algunos inmigrantes indocumentados y frenar las deportaciones que han llegado a cifras récord bajo su administración.

Obama dijo que aguardaría hasta después de las elecciones del 4 de noviembre, lo que fue interpretado por los activistas como una decisión en la que ha puesto la política por encima de las familias.

“En cuanto yo actúe —y ello ocurrirá entre las elecciones de noviembre y el fin del año— los opositores de la reforma utilizarán las mismas viejas estrategias para generar temor”, sostuvo el mandatario con relación a sectores republicanos conservadores que rechazan una acción unilateral que ignora al Congreso.

“Cuando los opositores salgan a decir quién sabe qué cosas, voy a necesitar que ustedes me respalden”, recalcó el mandatario entre el aplauso cordial del público, aunque no tan entusiasta en comparación con años anteriores.

El presidente reiteró que “no es una cuestión de si (se hará) o no, sino de cuándo”.

La joven activista Blanca Hernández, quien interrumpió al presidente, se mostró escéptica con las promesas.

“A Obama no se le cree ahorita, las acciones cuentan más que promesas”, puntualizó a El Tiempo Latino la joven “dreamer” de origen mexicano. Hernández dijo que no se puede esperar más para tener una conversación, sino que “ahora es el momento de hacerlo” para evitar que más familias sean divididas por las deportaciones. Hernández llevaba consigo peticiones de familias inmigrantes para una reforma urgente.

Los agentes del Servicio Secreto solamente la cuestionaron y la dejaron libre. “No hice nada, sólo estaba cumpliendo mis derechos constitucionales a la libertad de expresión”, explicó. La joven señaló que al principio del primer periodo de Obama los demócratas controlaban ambas cámaras del Congreso, pero “no pasó nada porque el mandatario puso todos sus esfuerzos en la reforma de salud”. Hernández, de 31 años y de origen mexicano, es graduada en Estudios Chicanos y beneficiaria del programa DACA, rechazó las críticas de dirigentes latinos sobre su acto de protesta.

“La función del líder no es proteger al jefe sino a los que representan”, señaló la joven, quien consiguió su entrada de manera casual cuando preguntaron si algún joven estaba interesado en asistir a la gala. “Hay pocas oportunidades de asistir a ese tipo de eventos, sobre todo cuando habla el presidente”, manifestó la joven residente en Virginia.

La presión a Obama surgió de diferentes lugares. En el podio, el mandatario fue presionado cortesmente por el senador demócrata Robert Menendez, de Nueva Jersey, quien dijo que los hispanos tienen los ojos puestos en el presidente para un alivio “grande, audaz y sin remordimientos” a la brevedad en el tema migratorio.

Tras el discurso de Obama, los participantes coincidieron en reafirmar la importancia del voto, dejar de lado la frustración y presionar también al Congreso, porque una acción ejecutiva puede ser cambiada por el próximo presidente.

“No nos vamos a dar por vencidos, faltan menos de seis semanas para las elecciones”, dijo Leni González, de la organización de Virginia de Organizaciones Latinas (VACOLAO).

El concejal del condado de Arlington, Virginia, Walter Tejada, se refirió por su parte a la protesta por parte de la joven “dreamer” Blanca Hernández contra Obama.

“Hay un momento y un lugar para todo, hay maneras de expresarse en otra ocasión, aunque todos tenemos libertad de expresión”, afirmó.

María Teresa Kumar, de la organización Voto Latino, sostuvo que el tema de inmigración y otros asuntos de relevancia para la comunidad hispana siguen vigentes gracias a las marchas y las protestas que han permitido la aprobación del programa DACA para jóvenes y un proyecto de ley de reforma migratoria en el Senado, bajo el control de los demócratas.

Afuera del Centro de Convenciones, manifestantes protestaron por la demora de Obama en actuar sobre una medida ejecutiva de inmigración.

Gelin Alfaro, de 15 años y nacida en México, llegó a Estados Unidos a los tres años y su padre está en un proceso de deportación. La adolescente dijo que siente como si los políticos “nos estuvieran usando” en momentos de elecciones.  Salvador Sarmiento de la Red de Jornaleros consideró “inaceptable” que los congresistas latinos apoyen a un presidente “que tiene el récord de deportaciones”.

Lindolfo Carballo, coordinador de CASA de Virginia, sostuvo que “el asunto es cuando vos mentís la primera y la segunda vez, ya cuesta creerte la tercera vez”.

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