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En memoria de Virginia Tech: "el cielo y la tierra lloran"

Fairfax, VA.- “El cielo y la tierra lloran”, me dijo mi hija Alma Vela, de 19 años, este jueves al recordar a las víctimas de la masacre en la universidad Virginia Tech, donde cursa su primer año de ingeniería.

El centro universitario en Blacksburg, Virginia, se viste de luto hoy jueves 16 de abril en el octavo aniversario de la peor matanza ocurrida en una universidad de Estados Unidos.

El 16 de abril de 2007, el estudiante Seung Hui Cho tomó sus armas y mató metódicamente a  estudiantes y profesores en el edificio Norris Hall, cobrando un saldo 32 personas, incluidos dos hispanos, el peruano Daniel Cuevas y el puertorriqueño Juan Ortiz.

Nunca se supo el por qué Hui Cho atacó a diestra y siniestra con sus armas sin razón, aunque expresó en unos documentos y filmaciones su odio por la gente. Nunca se sabrá a ciencia cierta porque ese mismo día él se suicidió.

“Literalmente el cielo llora. Una llovizna ligera y nubes cubren el campus en este día. No hay casi nadie afuera, como usualmente sucede. Se respira un ambiente de respeto y luto”, expresó Alma.

En la medianoche del miércoles centenares de estudiantes se concentraron frente al monumento a las víctimas durante una emotiva ceremonia de encendido de cirios..

“Duante la vigilia, Dios lloró con nosotros. Una llovizna ligera cayó justo después que se leyeron los nombres de los 32 Hokies [como se llaman a los estudiantes de Virginia Tech]”, dijo Alma en su página de Facebook.

“Nos quedamos parados solemnemente por 32 minutos. El silencio y respeto llenó el campus. Permanecimos juntos como una comunidad, orgullosos de ser ‘Hockies”, orgullosos de estar unidos”, agregó. “En este día recordamos la vida de aquellas 32 personas que tenían todo un futuro por delante. Y por ellos permaneceremos”, escribió mi hija. Puedo imaginarla con lágrimas en el rostro.

Ella no vivió los eventos. Tenía 11 años cuando ocurrió la masacre; pero forma parte de una gran familia de más de 30.000 estudiantes, quienes se siente orgullosos de ser una comunidad unida. “No olvidaremos”. “Prevaleceremos”, sobresale en las placas de recordación.

Los eventos en memoria de las víctimas continuaron hoy a las las 9:30 (Hora que inició la masacre), con momento de silencio en todo el campus. A las 11:30 se realizó un picnic comunitario. Hoy a la medianoche se apagarán los cirios en una breve ceremonia. El sábado 18 de abril culminará los eventos con una maratón a las 9 de la mañana.

Hechos

Seung Hui Cho, de 23 años, se había grabado con un traje de militar y portando armas. Había escrito también un documento de varias páginas en las que hablaba de su odio por las personas.

El 16 de abril de 2007 perpetuó su plan metódicamente. El primer disparo ocurrió hacia las 7:15 de la mañana en los dormitorios de la residencia estudiantil West Ambler Johnston Hall. Parecía un hecho aislado. Cho mató a una joven, con la que estaba discutiendo y luego a otro estudiante que la quiso ayudar.

Las autoridades pensaron que se trataba de un crimen doméstico y no alertaron a los demás estudiantes. Cho lo habría planeado de esa manera: el crimen figuraba como si el sospechoso era el novio de la joven que mató a los estudiantes por celos. Los oficiales detuvieron al supuesto criminal.

Sin embargo, dos horas después, Cho regresó y disparó en uno de los salones de clases del Norris Hall, edificio de ingeniería. Allí perpetuó la masacre. Murieron 30 personas, entre estudiantes y profesores.

Tras el enorme operativo desplegado por la policía, el agresor se suicidó.

Pese a que Cho había sido diagnosticado con un desorden de ansiedad, no tuvo ningún problema en adquirir las armas que utilizó en la masacre. La tragedia determinó al Estado de Virginia a prohibir la venta de armamento en los grandes almacenes.

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