Las autoridades del estado de Nueva York anunciaron medidas especiales para hacer frente a los riesgos para la salud que supone el trabajo en los locales de manicura, en muchos casos a cargo de inmigrantes indocumentados.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció el lunes 11 de mayo en un comunicado la creación de una unidad multidisciplinar que combatirá las “prácticas ilegales y las condiciones de trabajo peligrosas” en ese sector.
El anuncio se produce después de que el diario The New York Times informara el viernes 8 de mayo de que los productos químicos que se usan pueden causar lesiones en la piel, toses incesantes y otros problemas más graves, como abortos espontáneos e incluso cáncer.
Las medidas anunciadas por Cuomo incluirán el cierre de los negocios que no cumplan con las leyes, entre ellas la obligatoriedad de abonar los salarios que corresponden a las personas que atienden estos locales. También exigirá nuevas regulaciones para que se usen guantes y mascarillas, así como una ventilación adecuada.
Las nuevas disposiciones tendrán que anunciarse claramente en cada local en diversos idiomas.
Según la información del periódico, uno de los productos químicos que mayor daño causa es ftalato de dibutilo (DBP, por sus siglas en inglés), que hace que el esmalte de uñas y otros productos sean maleables. Éste es uno de los más de 1.300 químicos prohibidos para el uso en cosméticos de la Unión Europea, pero en EE.UU. no hay ninguna limitación para su uso.
En este país hay unos 17.000 salones de este tipo, 2.000 de ellos sólo en la ciudad de Nueva York.