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La vocación de servicio de Lyda Vanegas

CON LA COMUNIDAD. Lyda Vanegas comparte con un niño en un Día de Diversión Familiar en Washington, DC.


           
   

Cort. Lyda Vanegas

CON LA COMUNIDAD. Lyda Vanegas comparte con un niño en un Día de Diversión Familiar en Washington, DC.

Lyda Vanegas llegó a Washington en el año 2000, con tres meses de embarazo, con pocos amigos, sin seguro médico y sin una clara idea de dónde llamar o acudir para comenzar una nueva vida en Estados Unidos.

Atrás había dejado su natal Medellín, Colombia, su familia, y sus carreras de administración turística y comunicación social.

Afortunadamente, dice, alguien la refirió a Mary’s Center y allí encontró todo lo que necesitaba.

“Llegué por el cuidado prenatal, me ofrecí como voluntaria y al poco tiempo ya estaba trabajando con ellos. Desde entonces han pasado 17 años, en los que me he desarrollado en un nuevo campo de las comunicaciones que me ha llenado plenamente”, dijo Vanegas a El Tiempo Latino al recordar sus inicios en la organización fundada por la enfermera colombiana María Gómez en 1988, para prestar servicios a las mujeres necesitadas.

VISITA. Lyda Vanegas saluda a la ex Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, cuando esta visitó Mary's Center.


           
   

Cort. Lyda Vanegas

VISITA. Lyda Vanegas saluda a la ex Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, cuando esta visitó Mary's Center.

“He podido ver el impacto de mi trabajo cada día y crecido con la organización”, agrega Vanegas, quien comenzó en Mary’s Center cuando esa clínica comunitaria solo contaba con una sede. Hoy ya tiene en servicio ocho centros repartidos entre DC y en Maryland.

A pesar de que tuvo que “reinventarse” en esa nueva etapa de su vida, su formación católica, estudios y experiencia en relaciones publicas y periodismo, definitivamente le han sido muy valiosos para su trabajo en Mary’s Center.

Cuenta Vanegas que en Medellín había trabajado “como presentadora del programa local De Boca en Boca”, de lunes a viernes, el fin de semana se redondeaba el sueldo “trabajando como corresponsal de un noticiero nacional”, desde donde fue a trabajar en la capital Bogotá.

VOCACIÓN. Lyda Vanegas siempre encuentra una buena oportunidad para ejercer su pasión por el periodismo.


           
   

Cort. Lyda Vanegas

VOCACIÓN. Lyda Vanegas siempre encuentra una buena oportunidad para ejercer su pasión por el periodismo.

“Más adelante manejé la producción de varios noticieros nacionales hasta llegar a ser la productora ejecutiva de una cadena de televisión. Fueron años muy activos y de mucho estrés con tanta noticia de violencia que se generaba en ese entonces en Colombia”, recordó.

“Desde que comencé a trabajar en Medellín no he parado y aunque en un principio alcancé a trabajar en algo de turismo, el periodismo me absorbió por muchos años”, admitió Lyda.

Fue entonces cuando a su esposo le ofrecieron trabajo en Washington. “No lo dudamos y nos vinimos a comenzar una nueva vida”, dijo sobre la oportunidad que recibió su esposo de un canal de televisión de Colombia para hacer la producción desde Washington.

Recordó que un amigo de ella y su esposo, quien trabajaba en el Consulado de Colombia, le mencionó a María Goméz, y fueron a preguntar por ella en Mary’s Center.

“María me llamó, me inscribió para recibir los servicios e inclusive una vez me atendió directamente. Preguntó si alguien quería ser voluntaria y yo levanté la mano”, contó sobre aquel momento que Vanegas nunca olvidará. “Después Gómez me ofreció trabajo y pude empezar a trabajar en el departamento de pediatría a pesar de que yo estaba embarazada”, continuó.

CON SU MASCOTA. Lyda Vanegas con su perra Lola.


           
   

Cort. Lyda Vanegas

CON SU MASCOTA. Lyda Vanegas con su perra Lola.

Empezó a trabajar y ya de eso hacen muchos años, aunque tomó un receso de 8 meses cuando nació su niña que hoy ya tiene 16.

“Regresé al centro y empecé a escribir sobre cada uno de los departamentos, los eventos, la planeación, el contacto con los medios”, continuó.

En ese entonces, los Departamentos de Comunicaciones y Desarrollo de Eventos de Mary’s Center funcionaban conjuntamente. Sin embargo, el de Comunicaciones a cargo de Vanegas creció tan rápidamente y a generar tanto volumen de trabajo que las dos unidades fueron separadas para seguir funcionando independientemente.

“Mi experiencia en los medios me ha ayudado bastante a difundir la labor de Mary’s Center y aunque mi departamento es el más pequeño de toda la organización, yo digo que es el más grande de todos, pues cuento con el apoyo de todos mis compañeros comenzando con María Gómez, nuestra Presidenta”, destacó Vanegas.

Afirmó que junto a sus compañeros “han sido parte de momentos históricos de esa organización”, desde la inauguración de cada nuevo centro hasta la planeación con el servicio secreto de la Casa Blanca para grandes acontecimientos como la visita de la ex Primera Dama a Mary’s Center, Michelle Obama, o el premio a la Medalla Presidencial Ciudadana que el Presidente Barack Obama le otorgó a Gómez.

“En esto último, recuerdo lo feliz que estuve de volver a mi época de reportera cuando me acredité como periodista ante la Casa Blanca, para poder tener nuestra propia foto de la entrega del premio y poder difundirle al mundo entero el registro de ese momento sin tener que pedirle permiso a nadie. Fue muy emocionante”, subrayó Vanegas, quien mantiene intacta su vocación y compromiso con la comunicación social y hoy está a punto de terminar su Maestría en  Relaciones Públicas y Comunicaciones Corporativas en la Georgetown University.

Vanegas se siente orgullosa de tener un trabajo que le ha permitido sensibilizarse aún más con las necesidades de la gente.

“Muchos vienen por obligación a este país, huyendo de la violencia, ellos sufren un drama porque preferirían estar en su país”, acotó.

Muchos de esos inmigrantes que están acá en Estados Unidos se vinieron porque en sus países “sufren abusos, hay maltratos y no tienen la certeza” de qué podrían hacer allá si se regresan, “no es como uno, por ejemplo, que vino porque quiso a este país y que está haciendo algo que le gusta”.

Admitió que “son historias que parten el alma” y aún con su vocación de servicio a la comunidad tuvo que “adaptarse a los cambios” a medida que las necesidades del trabajo se lo fueron exigiendo.

“Empecé en Mary’s Center como traductora, era también paciente y sentía la necesidad de estar más informada”.

Fue entonces cuando comenzó a hacer un pequeño periódico, “con limitaciones de recursos para escribir y de diseño pero eso no me importó”, recordó. Era la necesidad de informar “a la misma gente que trabajaba ahí y estar todos en la misma página para hacer quedar bien a la organización”.

De alguna manera cumplía su misión como periodista, preguntaba e informaba y expresa con orgullo que “hoy en día ese periódico todavía existe y es muy exitoso”, asegura.

“En aquel entonces éramos 60 empleados y hoy somos unos 550. Sé que la gente lo lee porque me llaman, me preguntan y siempre lo están mirando porque le pongo muchas fotos de todo lo que pasa en el mes, es muy popular”, puntualizó.

Y por supuesto en ese trabajo en Mary’s Center también ha aprendido sobre salud, conociendo ahora términos básicos de embarazos, pediatría, etc.

“Cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que la acción no ha dejado de acompañarme y no puedo más que estar agradecida por todas las bendiciones que he recibido a lo largo de mi carrera y especialmente en mi vida personal al lado de mi esposo, Gerardo Pinzón, y mis dos hijos, Alejandra, de 16 años y Felipe, de 13”, anotó Vanegas sin olvidar a su perra llamada Lola.

Y como buena comunicadora y orgullo por lo que hace Vanegas destaca su pasión por dar a conocer los logros de Mary’s Center.

“Me llena de orgullo divulgar información sobre las visitas de ministros e importantes delegaciones que nos llegan de todas partes del mundo para conocer nuestro modelo de integración de servicios médicos, educativos y sociales”, concluyó Lyda Vanegas, una comunicadora con alta vocación por su servicio a la comunidad.

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