Agentes federales de inmigración están arrestando a más de 400 inmigrantes al día, un salto notable desde el año pasado que refleja el cumplimiento de una de las promesas de campaña más importantes del presidente Donald Trump.
En los primeros 100 días de gobierno de Trump, la Agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvo a 41.318 inmigrantes, un 37,6 por ciento más que en el mismo período del año pasado, informó la agencia el miércoles. Casi tres de cada cuatro de los detenidos tienen antecedentes penales, incluidos miembros de pandillas y fugitivos buscados por asesinato. Sin embargo, el mayor aumento de lejos es entre los inmigrantes sin antecedentes penales.
“Esta administración está implementando plenamente su agenda de deportación masiva”, dijo Gregory Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (American Immigration Lawyers Association). “Van detrás de gente que ha vivido aquí por mucho tiempo”.
El anuncio de ICE mostró una de las pocas victorias de la administración Trump en inmigración este año, después de que jueces federales detuvieron parte de veto migratorio para viajeros y la campaña contra las ciudades santuario, y el rechazo del Congreso a sus pedidos iniciales para financiar un muro fronterizo.
Los defensores de los inmigrantes indocumentados dicen que las cifras aumentarán los temores de los residentes que han estado aquí por mucho tiempo, por lo demás respetuosos de la ley, que se sentían protegidos de la deportación bajo la administración de Obama.
Días después de que Trump asumiera el cargo, emitió una orden ejecutiva que dejó en claro que cualquier persona en los Estados Unidos ilegalmente podría ser deportada y terminó con la política del ex presidente Barack Obama de conceder con frecuencia suspensiones de deportación a inmigrantes indocumentados sin antecedentes penales o hijos nacidos en Estados Unidos.
El director interino del ICE Thomas Homan dijo que las estadísticas publicadas el miércoles muestran que los agentes aún dan prioridad a aquellas personas que violan la ley: 30.473 delincuentes fueron arrestados del 22 de enero al 29 de abril, un aumento del 18 por ciento respecto al mismo período de 2016.
Al mismo tiempo, las detenciones de inmigrantes sin antecedentes penales se duplicaron a casi 11.000, la categoría de más rápido crecimiento.
“¿El número de arrestos de personas que no son criminales y las deportaciones aumentarán este año?”, Dijo Homan. “Eso es hacer cumplir las leyes que están en los libros”.
Lo que es menos claro es lo que está sucediendo a los inmigrantes que están siendo detenidos.
En general, las deportaciones han caído alrededor del 12 por ciento este año, a cerca de 56.315 personas, lo que Homan atribuyó a un severo atraso en los tribunales federales de inmigración. También dijo que puede tomar más tiempo para deportar a los criminales que aquellos sin antecedentes penales, porque los de la primera categoría pueden tener procedimientos judiciales adicionales. Trump ha pedido jueces de inmigración adicionales y nuevos espacios de detención para acelerar las deportaciones.
Homan no dijo cuántas de las 41.318 personas cuyas detenciones fueron anunciadas el miércoles han sido deportadas, permanecen bajo custodia o han sido liberadas.
A diferencia de las detenciones criminales, los registros de arrestos por inmigración -que se consideran violaciones civiles- no son públicamente accesibles.
El secreto permite a los funcionarios de inmigración escoger y elegir qué ejemplos de su trabajo resaltar. El miércoles, dijeron que los inmigrantes arrestados a partir de la orden ejecutiva de Trump incluyen a Estivan Rafael Márques Velásquez, un presunto miembro de la pandilla MS-13 de El Salvador capturado en Nueva York en febrero; Juan Antonio Melchor Molina, un fugitivo buscado por un homicidio en 2008 en México que fue arrestado el mes pasado en Dallas; y William Magana-Contreras, otro reputado miembro del MS-13 arrestado en Houston el mes pasado. Magana-Contreras es buscado por homicidio agravado en El Salvador, dijeron funcionarios.
Algunos defensores cuestionaron si ICE está priorizando verdaderamente a los criminales más peligrosos.
Parastoo Zahedi, una abogada de inmigración en Virgina, dijo que ICE está activamente tratando de deportar a uno de sus clientes a Italia debido a una condena por una pequeña cantidad de marihuana. Ha vivido en los Estados Unidos casi toda su vida.
“No son extranjeros criminales”, dijo Zahedi. Es alguien que pueden atrapar.
Ava Benach, abogada de inmigración del Distrito de Columbia, dijo que los agentes de ICE están “empoderados, envalentonados y … deseosos de hacer cumplir la ley agresivamente”.
Los abogados también cuestionaron la sabiduría de arrestar a miles de inmigrantes más -especialmente aquellos que no representan una amenaza para la seguridad pública- cuando los tribunales de inmigración están gravemente atrasados. Pero Homan dijo que es el trabajo de la agencia.
“Cuando un juez federal toma una decisión y emite [una orden de deportación], esa orden tiene que significar algo”, dijo. “Si no tomamos medidas con esas órdenes, entonces sólo estamos perdiendo el tiempo, ¿no?”
Obama también aumentó bruscamente las deportaciones durante partes de su mandato, expulsando alrededor de 400.000 deportados al año durante sus primeros seis años en el cargo. Al mismo tiempo, presionó al Congreso para crear un camino hacia la ciudadanía para muchos de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven aquí.
En sus últimos dos años en el cargo, Obama redujo un poco las deportaciones y enfatizó que ICE debería tratar de evitar arrestar a los residentes respetuosos de la ley y aquellos con hijos nacidos en Estados Unidos.
Bajo Trump, muchos de esos límites se han eliminado -con la excepción de un programa que protegió a los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos como niños.
“Dado el colapso de la aplicación de la ley en los últimos años del gobierno de Obama, es un aumento que tiene mucho tiempo”, dijo Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro para Estudios de Inmigración, que ha impulsado a que haya una adhesión más estricta a las leyes de inmigración. “Es un punto de datos, obviamente, pero es una buena noticia”.
Houston, Los Ángeles y otras ciudades han rechazado la campaña de Trump (contra la inmigración), culpándola por las acusadas reducciones en los informes de agresiones sexuales y otros crímenes entre los latinos, quienes dicen que cada vez tienen más miedo de ir a la policía.
Pero Homan dijo que ICE es como cualquier otra agencia policial. Expresó su frustración con las jurisdicciones que se niegan a retener a los inmigrantes en las cárceles y tribunales locales hasta que los agentes de deportación puedan ponerlos bajo su custodia.
“Los hombres y mujeres de ICE son oficiales de la ley juramentados para hacer cumplir la ley”, dijo. “Y eso es lo que vamos a hacer, y no nos vamos a disculpar por ello”.
(Traducción El Tiempo Latino/El Planeta Media)
