Un trabajo especial que se vincula con centroamérica publicado en alianza por El Tiempo Latino, The Washington Post y WAMU Radio 88.5 en diciembre de 2016, recibió un premio Emmy el 24 de junio. Los galardonados fueron el reportero Armando Trull, quien tiene más de 20 años en ejercicio de la profesión en Washington DC y Alberto Avendaño, ex editor de este periódico.
Trull, quien ya había recibido un Emmy en 2016 por una pieza realizada para Telemundo, notó que The Washington Post contaba un equipo fuerte en el área digital, incluida la audiovisual, por lo que se había llevado varios premios. Sin embargo, El Tiempo Latino no tenía participación alguna. Fue así, que decidió hablar con Avendaño y proponerle un reportaje para demostrar que un medio hispano local podía también merecer el galardón y que sí era posible hacer buen periodismo en español.
“Durante los últimos cuatro años de mi gestión como director de El Tiempo Latino trabajé con Armando Trull ayudando a producir y a darle mayor exposición a su trabajo en inglés al traducirlo en español y publicarlo en nuestras plataformas. Tuve el privilegio de colaborar con él en sus series sobre El Salvador que ganaron el Premio José Martí de prensa hispana”, afirmó Avendaño, quien había entrevistado al senador Tim Kaine anteriormente, personaje protagonista del trabajo ganador. Así que existía un buen material de apoyo para el reportaje.
Sobre la publicación
El reportaje ganador tiene diversas versiones. Se realizó una edición en video de cinco minutos para la web, así como escrita y en audio para la radio. El material muestra cómo el senador de Virginia, Tim Kaine, vivió en Honduras en su juventud a manera de voluntario con los jesuitas, aprendió el español y se involucró con la comunidad de ese país para entender las condiciones en las que vivían sus pobladores, muchos víctimas de violencia y pobreza extrema.
Tras los pasos de Tim Kaine en Honduras

El trabajo toma gran trascendencia, entre otras cosas, porque Kaine era el candidato postulado a la vicepresidencia de EEUU por Hillary Clinton en la pasada contienda electoral, que dio como a ganador al republicano Donald Trump y su equipo.
“Ese período marcó para él un punto muy importante en su vida sobre el entendimiento de lo que significa ser pobre y vivir en un país del tercer mundo. Allí se formó una visión del mundo (latino) muy interesante, sobre algo que lo marcó para siempre. Fui al pueblo donde había estado que se llama El Progreso e incluso entrevisté a un jesuita que había compartido con él. También hablé con personas en centroamérica que habían conocido a Kaine y que podían ser testigos del trabajo hecho y cómo cambió su forma de pensar”, comentó Trull.
Por otra parte, el reportero tuvo la oportunidad de entrevistar a personajes en Virginia vinculados con el político, que daban fe de que se había convertido en “un latino honorario porque cuando él trabajaba con ellos se daban cuenta de que entendía quiénes eran” en esencia los latinos.
Buen periodismo en español
Precisamente, Trull asumió el reto de realizar este especial con el objetivo de demostrar que era posible “competir y ganar” haciendo periodismo latino. Sin embargo, al pedirle un diagnóstico sobre los contenidos que se publican en español dentro del área metropolitana de Washington DC, no dudó en responder que la audiencia, en sus distintos aspectos, condiciona la calidad y cantidad de trabajos periodísticos que se realicen.
“El periodismo siempre va a depender del tamaño de la audiencia y de su potencial económico, por eso uno ve que en ciudades donde hay unas audiencias en español muy grande como Los Ángeles, Nueva York y Miami está mucho más desarrollado”, aseveró, sin dejar de recalcar que además del poder adquisitivo de la comunidad hispana, el estatus migratorio también influye a la hora de ofrecer contenidos, pues se vincula con el primero y de ello dependerá que el medio haga mejores negocios con anunciantes, que permitirá pagar buenos periodistas.
Sobre las temáticas que deben formar parte de la agenda de medios en español, considera que todo lo vinculado con migración es de alto interés en la zona, pues refleja la problemática que vive la población.
Trull decidió esta vez, en plena dedicatoria del premio, hablar de un punto controversial, pero que a su juicio debía tocar. “Nosotros no hacemos ‘fake news’, de lo que se nos acusa. Los periodistas no somos los enemigos de la sociedad. No hay derecho a que traten de estrangularnos. Demos seguir diciendo las cosas como se tienen que decir porque somos, entre otros, los que protegemos a la democracia”.