A la espera de cumplir con una promesa que forma parte de una campaña cuya misión es frenar una situación que considera es una práctica comercial injusta, el presidente Donald Trump aprobó este jueves un plan para imponer aranceles a productos chinos.
La normativa entrará en vigencia desde este viernes, según reseñó la agencia AP.
La acción, de acuerdo con especialistas, podría poner en riego la posibilidad de contar con el apoyo del país asiático en sus negociaciones con Corea del Norte en pro de la desnuclearización y futuros acuerdos.
La decisión del mandatario llegó después de haberse reunido con varios elementos pertenecientes a su gabinete, así como también con sus asesores comerciales. Tras la medida, esta debería representar unos 35.000 millones de dólares sobre las importaciones.
Sin embargo, un funcionario del Gobierno de Trump indicó a la fuente que esta cifra podría elevarse hasta los 55.000 millones.
El caso no es nuevo en territorio norteamericano, luego de que se conociera recientemente la decisión de aplicar aranceles a las importaciones de acero y aluminio a México, Canadá y algunos socios europeos.