Al menos 200 personas han fallecido en Nicaragua, según organismos humanitarios, a dos meses del inicio de las manifestaciones por la reforma al Seguro Social y actualmente en contra del régimen de Daniel Ortega, que han dejado una ola de violencia sangrienta.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), por su parte, ha contabilizado 180 muertos a 62 días de las protestas, de acuerdo con información de Efe. Responsabilizan a Ortega y sus grupos policiales y paramilitares de causar los asesinatos.
“Hay un promedio de tres personas diarias que han sido asesinadas en las protestas contra esta dictadura siniestra”, dijo Gonzalo Carrión, asesor legal del Cenidh, en declaraciones a Efe reseñadas por El Nuevo Herald.
La cifra de heridos se calcula en más de un millar, mientras la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, atribuye la situación a una invasión de “espíritus malignos”.
El gobierno de Estados Unidos en reiteradas ocasiones ha condenado la violencia en Nicaragua, “patrocinada” por Ortega. “Los ataques y las amenazas en contra de manifestantes pacíficos y la población general son inaceptables y deben cesar”, pidió Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado.
Para este martes se espera un encuentro de diálogo, que no ha dejado ningún resultado hasta la fecha, entre la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el régimen de Ortega e invitados internacionales.
Con información de Efe.