La vida es sagrada. Con esta premisa, representantes de la oposición pidieron en el Capitolio acciones concretas para parar los asesinatos de líderes sociales. Antes de que empezara el debate de control político en la Cámara de Representantes, cientos de estudiantes se tomaron la plaza de Bolívar para exigir que paren los asesinatos y que haya educación de calidad.
Fueron muchos los interesados en asistir al debate en el Capitolio, tanto así que se dispuso el Salón Boyacá para que desde allí algunos de ellos pudieran seguirlo. Otros tantos se ubicaron en las barras del Salón Oval con carteles.
“Casi 500 líderes asesinados, que nos digan si eso no es un exterminio (…) Por qué desconocen las otras fuentes que desde el territorio están hablando de un verdadero exterminio de líderes y lideresas de derechos humanos”, aseguró la representante Ángela María Robledo, quien advirtió que no hay una política de prevención integral, y que previendo lo que se venía en el posconflicto no se han tomado las medidas necesarias desde el gobierno.
Además, Robledo advirtió que la Colombia Humana está amenazada. Para ella la negativa del Consejo Nacional Electoral de darles la personería jurídica es una forma de exterminarlos. En sus cuentas han sido asesinados 12 líderes y hay 200 denuncias de amenazas a integrantes de la Colombia Humana, y solo 2 casos de imputación.
“Las quejas de quienes nos escriben es porque muchas de las personas que piden un análisis de seguridad quedan por fuera del programa. Queda desbordado el programa individual, deben apostarle al colectivo”, dijo la parlamentaria, quien invitó al presidente a realizar un pacto por la vida: “Duque usted está hablando de un gran acuerdo, 8 millones de personas que pidieron proteger la vida. Es hora de reunirnos, como lo hizo para combatir la corrupción”.
Para la representante María José Pizarro, con el asesinato de líderes sociales el país está perdiendo una generación entera. “Hace 30 años una generación de jóvenes fue cayendo y el país quedó huérfano, ahora está volviendo a ocurrir”, aseguró Pizarro, quien habló como parlamentaria e hija de Carlos Pizarro, excomandante del M-19 y candidato presidencial asesinado el 26 de abril de 1990. “Yo soy hija de un hombre que en circunstancias muy adversas fue asesinado a los 38 años. 30 años después su hija está acá hablándoles”.
También participó en el debate el representante de la Farc Luis Alberto Albán, conocido como Marcos Calarcá, quien advirtió que “no se puede reeditar el genocidio de la Unión Patriótica”, y que es increíble que haya resistencia para acordar que la política tiene que hacerse sin armas.
Precisamente como líder de la Unión Patriótica subió al atril la senadora Aida Avella. “Estos ciudadanos no hubieran muerto si el Estado colombiano hubiera hecho lo suficiente para proteger su vida”, sentenció la parlamentaria, quien recordó los 20 años de asesinatos de la Unión Patriótica.
“Lo que yo veo en este momento, porque sobreviví a un atentado con rockets en el que colaboraron sicarios y agentes del Estado. Hoy siento lo mismo que hace 25 años cuando nos asesinaban en todas las esquinas, he vuelto a revivir noches terribles, cuando nos llaman de cualquier departamento para decirnos que habían asesinado a un compañero”, aseguró Avella.
Durante el debate de control político se habló sobre la sistematicidad en los asesinatos de líderes. Para los representantes no hay duda de ello. “Se cumplen los mismos métodos, la sistematicidad, cubren todo el territorio nacional excepto Vichada y Guainía. Para asesinar un líder hacen seguimientos, saben dónde vive, dónde estudian sus hijos, tienen todos los datos”, dijo Avella.
Para el senador Iván Cepeda es claro que hay sistematicidad y que estos crímenes tienen una esencia política, y no como en su momento dijo el exministro de Defensa Luis Carlos Villegas, que en algunos casos se trataba de líos de faldas.
“Estos crímenes tienen una esencia política, que no nos metan los dedos a la boca. Quienes están masacrando a los miembros de la marcha patriótica son actores políticos. Son crímenes de lesa humanidad. Lo que queremos son hechos concretos”, afirmó Cepeda.
Fuente: Semana