La agente policial Carla Mayaría Ayala es despedida la tarde de este viernes por familiares, allegados y colegas.
Después de 266 días de sufrimiento, incertidumbre, angustia y desesperanza por su desaparecimiento, la familia de la agente se dirige hacia el cementerio Jardines del Recuerdo para dar cristiana sepultura a sus restos mortales.
Los restos de Ayala fueron hallados el pasado 7 de septiembre en una fosa del caserío Los Ríos, en San Francisco Javier, Usulután, pero hasta este jueves por la tarde fueron entregados a sus familiares tras los análisis forenses.
Al funeral de Ayala asistieron altas autoridades de Seguridad Pública, como el director de la Policía, Howard Cotto, y el viceministro de Seguridad, Raúl López, además de otros jefes policiales.
La agente fue asesinada y desaparecida el pasado 29 de diciembre, después de una fiesta navideña en la sede del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), en las cercanías del Estadio Cuscatlán.
Luego que el exjefe del GRP, Julio César Flores, ordenara a los expolicías Wilfredo Deras y Ovidio Pacheco que fueran a dejar a Ayala a su casa, en Apopa, el exagente Juan Josué Castillo Arévalo, abordó la patrulla y a la altura de la residencial La Gloria, en Mejicanos, lesionó a la víctima en la cabeza. Todavía no se saben las razones del crimen.
Según la investigación fiscal, Castillo Arévalo enterró el cadáver de Ayala en San Francisco Javier, de donde es originario, con la ayuda de otras personas.
Las investigaciones han determinado que Castillo, quien tenía el indicativo “Samurái”, podría estar en México y tener vínculos con grupos de narcotraficantes.
Fuente: El Salvador