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Celebran raíces latinas tras las rejas

Al ritmo de mariachi, danzas folclóricas, mensajes de reflexión y un banquete de platos típicos de Latinoamérica cerca de 150 reclusos celebraron, el jueves 20 de septiembre, el Mes de la Herencia Hispana en una cárcel de Prince George’s, Maryland.

El evento; realizado en el Centro de Detención de Prince George’s, en Upper Malboro; se lleva a cabo por décimo año consecutivo bajo la organización de la sección de capellanes de la cárcel.

“Nuestro objetivo es traer un poco de alegría y mandar un mensaje de esperanza a los reos que se encuentran aquí, y celebrar así nuestra cultura latina”, expresó el reverendo Filiberto Romero, promotor de la actividad.

Mensajes positivos

FESTEJO. El grupo de danza Raíces de Honduras en el Centro de Detención de Prince George’s, el 20 de septiembre.


           
   

Milagros Meléndez-Vela

FESTEJO. El grupo de danza Raíces de Honduras en el Centro de Detención de Prince George’s, el 20 de septiembre.

“Aquí les ayudamos a conocer a Dios. Muchos de ellos encuentran la verdadera libertad en prisión, al tener un encuentro con Cristo”, enfatizó el capellán Romero.

Jonathan Ulises Sánchez de 18 años es uno de los que tras las rejas encontró “la paz”.

“Desde niño conocí el evangelio, pero al llegar aquí me alejé de Dios e hice muchas cosas que no estaban bien”, dijo.

El joven salvadoreño emigró hace casi cuatro años cuando tenía 15. Hoy lleva tres meses detenido y está a la espera de una próxima cita en el tribunal en relación a los cargos que enfrenta. Entre las acusaciones se encuentra la de asalto en primer grado, dijo Sánchez

“Estando acá entendí muchas cosas y volví a tener ese amor por Dios y aprender más de su palabra”, expresó.

A Sánchez le brillan los ojos cuando habla de su madre. “Ella vino a verme a los pocos días de caer acá. Y me dijo ‘hijo nunca pensé verte así’. Pero aún con el dolor que ella podía sentir, me dijo que me amaba y que sabía que Dios me iba a usar”, expresó a El Tiempo Latino.

Cónsules centroamericanos

Al evento asistieron representantes del condado y diplomáticos, entre ellos la cónsul de Guatemala, Jessica Mendoza;  la cónsul de protección de El Salvador, Ludmila Aguirre y el cónsul de Honduras, Roberto Aguirre.

“Este es uno de los eventos al cual trato de venir cada año, porque el mensaje de esperanza que se transmite es real”, dijo la cónsul de Guatemala, Jessica Mendoza, al agregar que sus compatriotas tras las rejas deben sentirse respaldados por sus representantes. “Nosotros estamos para servirles por cualquier necesidad que enfrenten mientras están detenidos”, dijo.

Menos hispanos en prisión

AUTORIDADES. La directora de la prisión Mary Lou McDonough, tercera de la izquierda,  con el capellán Filiberto Romero (izq.) y los cónsules de Guatemala, El Salvador y Honduras, entre otras autoridades.


           
   

Milagros Meléndez-Vela

AUTORIDADES. La directora de la prisión Mary Lou McDonough, tercera de la izquierda,  con el capellán Filiberto Romero (izq.) y los cónsules de Guatemala, El Salvador y Honduras, entre otras autoridades.

La ceremonia es parte de un esfuerzo de las autoridades de la cárcel por mantener programas productivos y alcanzar a reos que son de origen hispano.

Comparado a 2015, el porcentaje de hispanos en la prisión ha disminuido a la mitad. En general, la población total de la prisión ha experimentado un descenso. En 2015 había un promedio de 1.200 prisioneros, 250 de ellos o 25%, eran de origen hispano.

Hoy la población total del reclusorio es de 847, 13% de ellos o 110 son hispanos.

“El crimen en el condado ha disminuido, por eso estamos viendo menos gente arrestada… Eso es bueno”, expresó la directora del centro de detención, Mary Lou McDonough.

En la correccional se encuentran las personas que están en proceso judicial, pero que aún no han sido convictas. Pueden permanecer allí desde un día hasta un máximo de 18 meses.

“La mayoría de las personas que están acá regresarán a la sociedad”, explicó McDonough, al señalar que en el centro de detención no hay reos convictos sólo acusados.

Un manjar en prisión

Para la fiesta, varios voluntarios de la iglesia que dirige Romero, prepararon los tamales, tortillas y refrescos, que se sumaron al pollo peruano y comida china. Los reos se sirvieron platos repletos. “Este es un manjar”, dijo con una sonrisa uno de los reclusos.. hace casi un año que no probaba un tamal”, expresó.

“Preparamos esta comida con mucho cariño”, dijo Irma Romero, esposa del capellán Romero.

Al finalizar la comida, uno a uno los reos formaron fila para regresar a sus celdas, con el sabor de haber disfrutado de tres horas de libertad en el gimnasio de la prisión.