Con cada cierre de ronda regular en el béisbol de las Grandes Ligas, también llega el obligatorio análisis por conocer a aquellos jugadores que estuvieron por encima del resto y, entre estadísticas comandadas y juego efectivo para guiar al éxito a los suyos, también alzan galardones por su labor dentro del terreno.
Novato del Año, Cy Young y Jugador Más Valioso son los premios a seguir y de los que son varios los favoritos para lograrlos.
Novato del Año, sabor latino
Como casi nunca antes se vio, el béisbol norteamericano vio a la generación de relevo elevar sus banderas, con el Caribe como potencia de una cama de talentosos jugadores para la práctica de la disciplina, una clase especial que sin duda hará del 2018 un año para recordar por aquellos latinos que siguen el deporte.
Lo de Ronald Acuña, por ejemplo, es un cuento de hadas del cual espera nunca despertar. El jardinero venezolano de los Bravos de Atlanta ha demostrado ser una pieza regular a la que no le ha pesado ese mote de súper prospecto, haciendo de su juego todo un espectáculo para los fanáticos del béisbol y que lo colocan como el gran favorito a hacerse con el galardón de novel más destacado en la Liga Nacional.
Para el del cuadro Tomahawk la tarea no ha sido sencilla, pues, de materializar el hecho, lo lograría seguramente al derrotar en la votación al también outfielder Juan Soto, de los Nacionales de Washington, una de las más gratas sensaciones de la zafra por su rápida adaptación a la pelota norteamericana y demostrar el valor del sistema de ligas menores del combinado capitalino.
En el joven circuito, el quisqueyano Miguel Andújar, de los Yanquis de Nueva York, luce como el jugador a vencer dentro de una carrera más que cerrada, al menos en el papel, donde su compañero de acciones, el venezolano Gleyber Torres, llegaba como una enorme promesa y no deslució; sin embargo, aunque puede ser la cara de la organización en el futuro, de momento aún faltan mejores sensaciones por sumar.
Así, la competencia del antesalista por alzar el premio sería el japonés Shohei Ohtani, un fenomenal pelotero que con los Angelinos de Los Ángeles firmó uno de los contratos más buscados dada la capacidad del asiático para lanzar, fildear y batear. El Babe Ruth nipón, considerado así por muchos, no fue la figura jonronera ni favorito al Cy Young, pero sí una pieza efectiva que deberá pasar por el quirófano para someterse a una cirugía Tommy John a la espera de un 2019 más fructífero.
Brazos afilados
El Cy Young de la Liga Nacional es cosa de una división, el Este, por lo que un trío de abridores exhibió en el calendario.
Jacob DeGrom es el favorito indiscutido. El abridor de los Mets de Nueva York apenas alcanzó la decena de victorias en la temporada, no por falta de recursos propios; todo lo contrario, en pocos años se vio a un lanzador tan impactante en un zafra, pero lamentablemente no contó con el soporte ofensivo de sus compañeros, haciendo recordar labores casi características en la carrera del venezolano Félix Hernández con los Marineros de Seattle, ganador del premio en 2010 con solo 13 compromisos ganados.
Desde la capital, Max Scherzer apunta a su tercer premio Cy Young consecutivo y el cuarto en su brillante carrera. El de los Nacionales destacó nuevamente entre el universo de abridores del Viejo Circuito con una veteranía única que lo coloca entre los mejores derechos en la historia de la franquicia capitalina, una nota sobresaliente para una organización que lo apostaba todo, pero lamentablemente verá la postemporada desde casa.
Mientras, la Americana podrá presumir de una serie de opciones mucho más amplia.
Hoy el favorito de los expertos es Blake Snell, de los Rays de Tampa Bay, joven de solo 25 años de edad y que transitó por su tercera temporada. El del cuadro de Florida es el más reciente experimento de una franquicia acostumbrada a deslumbrar al béisbol organizado con lanzadores nóveles que nada tienen que envidiarle a los establecidos líderes de hoy.
Pero su gallardía y baja efectividad (1.89) será puesta a prueba por Chris Sale (Medias Rojas de Boston), quien, salvando las distancias, atraviesa una situación parecida a la de Degrom, pues acumuló nada más que 12 juegos ganados en 27 salidas, su menor cantidad en los últimos cuatro años. Aún así, el zurdo debería estar en la papeleta de muchos, y por qué no, ganarlo por primera vez.
Otros dos brazos con gran año y que podrían estar ahí para sumar elogios serán Justin Verlander, de los Tigres de Detroit, y Corey Kluber, de los Indios de Cleveland, con un exitoso 2018 y el boleto a postemporada asegurado.
La influencia del Más Valioso
El galardón con el que todos sueñan cuando llegan a las Grandes Ligas. Ser el Jugador Más Valioso es cosa de unos pocos, un reconocimiento que sigue generando polémica y alimentando el debate en esta época cada año por lo que debe tomarse en cuenta y ponderarse para determinar la verdadera figura de un líder en el campo sin importar lo que su equipo haga. Un mérito individual que para muchos debe ir de la mano junto a lo colectivo.
Christian Yelich, jardinero de los Cerveceros de Milwaukee, cuenta con todo eso, pues los lupulosos consiguieron el pase a la siguiente instancia del año con él como pieza estelar y que, al menos hasta el último día de juego, luchó en un nivel distinto al del resto de los jugadores de la Liga Nacional, buscando quedarse con a triple corona de bateo, algo visto por última vez en Grandes Ligas en 2012, con el venezolano Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, como el afortunado y posterior MVP de dicha campaña.
Si las labores de Yelich no fueron lo suficientemente convincente para muchos, entonces los nombres de Javier Báez, de los Cachorros de Chicago, y Nolan Arenado, de los Rockies de Colorado, saldrán a relucir.
El primero comandó a unos oseznos hambrientos por repetir el título de 2016, siempre oportuno con el madero, pero que, apartando su estadística de rayitas remolcadas, deja mucho que desear en otros rubros del juego. Lo propio con Arenado, de los mejores antesalistas en la actualizad y líder incansable de los referentes en el Oeste.
Desde Boston podrían presumir así de una lucha de dos por el MVP. Compañeros de equipos, productores exitosos y guías del cuadro con el mejor record de la ronda regular, Mookie Betts y JD Martínez parecen los jugadores a seguir por el ansiado premio.
El jardinero cuenta con un primer paso favorable que es el de ser un elemento de posición. Causa injusta para muchos, su trabajo a nivel defensivo, para bien o para mal, le brindaría una ventaja prudencial sobre Martínez, bateador designado, una situación histórica de la que pocos han salido airosos y que aún en votaciones para el Salón de la Fama tienen su propio nicho de discusión.
Betts estuvo entre los mejores del Joven Circuito en hits, dobles, jonrones y average, mientras que Martínez apareció en el top 10 de esos mismos rubros, salvo el de batazos de dos bases.