La caravana migratoria que desde hace varias semanas apunta hacia territorio estadounidenses y que se conforma por habitantes de países centroamericanos, encuentra su meta cada día más cerca.
Ante el caso, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha buscado soluciones para impedir que estos crucen la frontera sur, que colinda con México; sin embargo, el tiempo para una respuesta se agota.
Este 21 de noviembre, el mandatario autorizó a los militares dispuestos en la zona por parte del Pentágono a usar la fuerza, solo en caso de ser necesario, como medida de apoyo a la patrulla fronteriza.
“La autorización del presidente asegura que el Departamento de Defensa puede actuar para proteger a aquellos que nos protegen”, señaló a la agencia de noticias EFE un portavoz de la Casa Blanca.
Se espera que unos 5.900 efectivos militares estén en al área para resguardar el posible avance de los migrantes, una acción que tiene a los ojos del mundo puestos sobre la frontera entre México y Estados Unidos.
“Si se requiriere la fuerza para proteger a agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, ahora están autorizados a usarla”, detalló a EFE una fuente de la Casa Blanca.