La Alcaldía de Washington DC, por primera vez, abrió sus puertas de par en par para que sus habitantes conozcan cómo se trabaja en educación, salud, higiene, protección de los consumidores y todo lo que implica mantener el día a día de un pequeño universo llamado ciudad.
Los pasillos de la Alcaldía se llenaron de mesas con información, mucha de ella en español, para que los habitantes conozcan qué se está haciendo y cuáles son los planes que tiene cada departamento. Lo lamentable fue que nadie preguntó por folletos, revistas o informes en ese idioma, porque los hispanos brillaron por su ausencia.
De haber llegado hasta la casa abierta se habrían enterado de las opciones existentes para el cuidado infantil que ofrece la Oficina Estatal de Educación. Si la preocupación es sobre la calidad de la escuela a la que envían a sus hijos, llevarse la boleta de la calificaciones en español para determinar las fortalezas y debilidades de un centro escolar, con miras a crear un sistema educativo más transparente y equitativo, habría sido una buena oportunidad.
A la pregunta de El Tiempo Latino sobre cuáles son los planes de la ciudad, orientados a estrechar la brecha entre el éxito escolar de los estudiantes blancos frente a la pobre rendimiento de los a latinos y afroamericanos, el director de Educación de la oficina de la Alcaldía, Paul Kihn, dijo que “existe el compromiso de hacer una mayor inversión para proporcionar una instrucción más igualitaria, fortalecer la enseñanza del inglés y dar soporte a los niños con necesidades especiales. No es que esto no se ha hecho antes, pero tenemos que seguir haciendo mucho más”. La Administración aumentó 94 millones para las escuelas públicas y 15 millones para los programas después de clases y de verano, que beneficiarán a 27.000 educandos.
Según el plan estratégico para las escuelas públicas, se destinará más presupuesto para mejorar los niveles de rendimiento de las minorías afroamericana y latina. El último reporte, encargado por la Alcaldía, sobre el crecimiento de la población inmigrante, muestra que la curva desde 1970 ha ido al alza hasta hacerse con el 15% del pastel demográfico de la ciudad. Los inmigrantes de América Latina, Asia, África y el Caribe, representan tres de cada cuatro extranjeros que viven en la capital. Esta población, además de aportar con su trabajo, necesita educación, vivienda y salud.

Educación. Maestros y padres de familia acudieron en busca de información sobre los programas que la ciudad ofrece en educación.

Historia. Este niño mira las esposas y un grillete que se usaban para encadenar a los esclavos.

Auxilios. Especialistas ofrecieron recomendaciones a quienes se decidieron por un cursillo de primeros auxilios.

Alcaldesa. Muriel Bowser, en la casa abierta organizada por su Administración, junto a Antonio Diallo, promotor del departamento de Consumo y Regulación.

Consumidores. Información sobre los servicios del departamento de consumidores estuvo disponible para quienes acudieron a la casa abierta.
Pese al aumento en cifras, el acceso a vivienda propia es mínima y los inmigrantes latinos y africanos tienen más dificultades para acceder a empleos mejor pagados, educación de calidad y a una vivienda alcanzable a sus presupuestos. Por lo tanto, no estaría mal que los latinos y sus líderes comunitarios acudan a las discusiones sobre el presupuesto que se realizarán este mes, porque allí pueden dejar escuchar su voz y demandar a qué áreas destinar más recursos para su comunidad.
Mientras los salarios para los inmigrantes apenas experimentaron un aumento en los últimos 15 años, en educación sí hubo mejoras: del 68% que terminaron la secundaria en el 2000 subió al 80% el año pasado. La población inmigrante con título universitario aumentó en un 13%, aunque su preparación académica no garantiza empleos mejor remunerados y menos discriminación.
La Alcaldía solicitó este estudio para entender mejor las necesidades de los inmigrantes y ofrecer mayor acceso a los recursos existentes. Aún así este informe deja constancia que pese a la disponibilidad de los programas y servicios, ellos no están enterados de su existencia y en algunos casos enfrentan barreras para acceder a los mismos.
La casa abierta fue una oportunidad para saber que la ciudad ofrece educación financiera gratuita para comprar una casa, hacer su plan de retiro y de ahorros; y, que hay un fondo de justicia para los inmigrantes, pero los latinos no estuvieron allí para informarse. “Nosotros desde la Oficina de Asuntos Latinos (MOLA) informamos sobre todos los programas y en español y hemos dividido en tres precintos nuestro plan de alcance comunitario donde se concentra la población latina. Trabajamos con organizaciones como la escuela Carlos Rosario, CentroNía y otras para difundir las novedades”, dijo Susana Castillo, de la oficina de Comunicación de MOLA. La lección que dejó esta primera casa abierta es que todavía falta mucho por hacer para que los latinos se involucren más con la vida administrativa y de servicios de la ciudad en la que viven.
Lo Que Los Latinos Deben Saber
Foro. El 25 de febrero se realizará el foro sobre presupuesto en el área donde se concentra mayoritariamente la población latina de DC. Todas las personas están invitadas a llegar hasta el centro educativo Roosevelt, en la 4301 de la calle 13 northwest, a partir de las 6:30 de la tarde. Para más información, mejor accesibilidad y servicios de interpretación llamar al 202-442-8150.
Licitaciones. Los negocios hispanos que proveen servicios de ingeniería, renovación, reparación, plomería, limpieza, construcción están invitados a participar en las licitaciones al menos para unos 64 proyectos que la ciudad lleva adelante en centros de acogida, parques, escuelas y edificios. Para participar en estos concursos pueden acudir a dos sesiones el 19 de febrero. Registrarse en la página www.dgs.dc.gov.