Sonia Pessoa es como solía cantar el universal Joao Gilberto, una “Acuarela de Brasil”. Intensa como esa nación que quedó delimitada por la colonia y marcada por la esclavitud. Brasil, para muchos latinos es una asignatura pendiente, tal vez porque allá se habla portugués, el idioma primo hermano del español, no piensan que también es parte de América del Sur.
Pessoa, bailarina, dietista de profesión y brasileña, a través de su samba y candombe, su feijoada y sus caipiriñas ha conseguido que Washington DC conozca su Brasil y sepa que las afroamericanas estadounidenses y brasileñas comparten la historia. “Es el mismo tronco del árbol, en las ramas es donde están nuestras diferencias. Nosotros pusimos la samba y la capoeira, aquí pusieron el jazz y el blues”, dice esta afrobrasileña que siente que a ella también le pertenece celebrar aquí su historia de mujer y la historia de su cultura afroamericana.
Pessoa llegó a Estados Unidos hace 25 años con una compañía de danza llamada Oba Oba, a presentarse en Broadway y en 20 ciudades más. En Brasil estudiaba nutrición, más tarde obtuvo su título de dietista de Howard University pagando por sus estudios gracias a las danzas africanas y también el ballet.
Trajo Brasil a DC

CLASES. Sonia Pessoa, junto a un grupo de estudiantes, durante una clase de baile en la Academia de capoeira Roda Movimientos.
Fue aquí en DC donde afloró la conciencia y el orgullo de su raza. “Empecé a utilizar esas cualidades: vengo de un país enorme, hablo portugués, español e inglés. Traigo cultura afro, traigo historia, samba y gastronomía”, explica. Pessoa ha convertido en su encargo difundir esa parte de Brasil, especialmente del estado de Bahía y su capital Salvador, donde nació.
Para su contento descubrió que los estadounidenses, los afroamericanos incluidos, están sedientos de conocer otras realidades, tanto que el Folklife Festival del Smithsonian, que este verano se realizará en las áreas verdes del National Mall, está dedicado a Brasil y al pequeño país del África, Benin. Pessoa está entregada a fondo en la organización. Lo mismo hizo en el 2016 cuando le encargaron la coreografía de Oliverio, un musical con aire carioca, basado en la obra Oliver Twist de Charles Dickens, que se presentó en el Kennedy Center.
“Debo decir que mi orgullo de afrodescendiente se engrandeció en Estados Unidos. Descubrí que no calificaba como latina, tampoco como afroestadounidense. Tal vez como puertoriqueña o cubana, pero nunca como brasileña porque pensaban que Brasil no tenía negros. Lo bueno es que eso permite colocarme en cualquier sitio, valorar mi raza y sentirme más brasileña y latinoamericana”, cuenta Pessoa.
Nutrición y Samba

SALUD. Sonia Pessoa cocinando la famosa feijoada del estado de Bahía, en Brasil, para los ancianos latinos que acuden a Vida Senior Center.
Mezclar el baile con la nutrición fue la receta perfecta de su Nutrisamba: un plan de nutrición para ayudar a bajar de peso o para personas que sufren diabetes, esto además de dieta balanceada incluye clases de samba. Así juntó su pasión por la danza y su profesión de dietista y de paso va difundiendo cultura.
“Es que es difícil desconectar, salí de Bahía pero Bahía no sale de mí”, dice. Sus ideas y sus experiencias vuelan a ritmo de candombe y se deslizan como una capoeira. De ese trepitar es el resultado del Festival Afro Bahía que se le ocurrió hace siete años como la mejor manera de contarle a Washington DC cómo es su país, a través de la música, el baile, unas refrescantes caipiriñas; y, por supuesto, feijoada, delicioso cocido de frejoles negros con jamón ahumado costillas y patitas de cerdo.
Fue una locura, no tenía experiencia en organizar actos así, pero, como dice Pessoa, “cuando uno está loco aparecen más locos. Conocí a tres y desde entonces el festival se realiza cada segunda semana de junio”. En el 2016 fue tan exitoso que la última noche de Afro Bahía reunió a 2 mil 500 personas en el Kennedy Center. La financiación se hace con feijoada y caipiriñas que ella cocina para recaudar fondos.
Afro Bahía se realiza con músicos venidos de Brasil y con la colaboración de músicos de DC, algo en lo que ella se empeña porque fusiona dos culturas. Pessoa, a quien el sistema de educación brasileño le dejó la página en blanco sobre los tormentos de su raza, está entregada a que Washington DC se enamore de su gente que baila samba, come fijada, bebe caipiriñas y batidos coco. Una linda acuarela de Brasil.
DE BRASIL PARA EL MUNDO
Festival. La recaudación de fondos para el festival Afro Bahía se realizan en la 733 de Euclid St, donde está el centro brasileño de copeira. Allí se vende feijoada y caipiriñas. Para saber las fechas de las próximas colecta escribir a sonia@festivalafrobahia.org o en la página www.facebook.com/afrobahiafest.
Salud. Para conocer más sobre Nutrisamba y las opciones de bajar de peso visitar la página: www.soniapessoard.com. Allí encontrará información sobre cómo crear un plan para mejorar su dieta y su estilo de vida.