Un trabajo en conjunto entre el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) y la Oficina de Detención y Deportación (ERO), arrojó como resultado el arresto de unos 300 mil migrantes indocumentados en territorio estadounidense durante esta semana.
Del total, 80 fueron aprehendidos en Boston, Massachusetts.
Así lo confirmó la noche del 26 de septiembre el director de ICE, Matthew Albence, quien aseguró en conferencia de prensa desde la Casa Blanca el hecho.
Según el experto, en el periodo comprendido entre los días 21 y 25 del mes en curso, autoridades migratorias en Boston alcanzaron el número cercano al centenar de aprehensiones.
REDADAS. Los inmigrantes que fueron detenidos pasaron a custodia del Servicio de Inmigración (ICE), que decidirá si los encierra en un centro de detención
A través de un comunicado, ICE informó que “de los arrestados, más de 60 eran criminales condenados o tenían cargos penales pendientes, más de 12 habían recibido una orden final de expulsión y no habían salido de los Estados Unidos, o habían sido expulsados previamente de los Estados Unidos y devuelto ilegalmente. Varios tenían condenas anteriores por delitos graves o violentos, como delitos sexuales contra niños, cargos de armas y asalto, o tenían condenas anteriores por delitos menores significativos o múltiples”.
Entre las nacionalidades de los arrestados se encuentran personas de Brasil, Colombia, Cabo Verde, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Ghana, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Moldavia, Perú, Polonia, Rusia, Eslovaquia, Uganda, Reino Unido y Uruguay.
Del grupo, 11 serán procesadas por su reingreso ilegal después de haber sido deportados.
En su página oficial, ICE recordó que este tipo de delitos podría agar hasta con 20 años de prisión.
En 2018, ICE detuvo a más de 150.000 extranjeros indocumentados, de los cuales un 90% contaba con antecedentes penales. De ellos, alrededor de 6.000 eran pandilleros o contaban con delitos vinculados al terrorismo.
