Pepe Luján cerró sus ojos para siempre en una fecha especial, el Día de los Veteranos. Pareciera como si su nombre ya hubiera estado escrito en la lista de los que hacen historia y esperaba solo el visto final.
Y es que Luján, quien emigró de su natal Perú hace más de cinco décadas, fue un pionero en el activismo latino de Washington, DC. Falleció el lunes 11 de noviembre, rodeado de su familia, tras lidiar una batalla contra el cáncer. Tenía 89 años.
Pepe Luján dejó una huella imborrable en nuestra comunidad. La activista y fundadora de la renombrada escuela chárter Carlos Rosario, Sonia Gutiérrez, lo recuerda con profundo dolor y emoción. “Pepe, no solo era un empresario y verdadero líder comunitario, sino que era como mi hermano mayor”, dijo el miércoles 13. “Trabajamos juntos toda la vida desde 1972 cuando se sentaron las bases para los inicios de la escuela, y no había nada para los hispanos”, expresó Gutiérrez.
En los años 70, cuando el líder puertorriqueño, Carlos Rosario, estableció el Programa de Inglés para Latinoamericanos (PEILA, por sus siglas en inglés), escogió a Luján como director de programas de servicio. “Hasta ahora se ve reflejado el trabajo de Pepe en nuestra escuela”, agregó Gutiérrez.
La capacidad de liderazgo llevó a Luján a organizar los primeros festivales latinos en Washington. “Él presidió los festivales de 1975 y 1977 con gran excelencia, cuando estos se realizaban en Mount Pleasant”, dijo la activista puertorriqueña.
Gutiérrez destaca el gran sentido del humor de Luján. Aún estando enfermo, era capaz de bromear con su familia y amigos.
Cada vez que Gutiérrez necesitaba ayuda o un consejo, acudía a Luján. “En 1996, la escuela cerró sus puertas por falta de presupuesto, pero yo decidí reabrirla. No tenía nada pero había que continuar. Y al primero que acudí por ayuda fue a Pepe”, dijo Gutiérrez. Luján fue presidente de la junta directiva del centro de carrera Carlos Rosario, y más tarde presidente de la junta de la escuela chárter.
El activista José Sueiro lo recuerda como un personaje único de la comunidad latina, y un hombre emprendedor. “Me contó que él empezó su vida en los Estados Unidos estacionando autos en un parqueo. Tiempo después, se convirtió en un empresario, dueño de varios negocios que tuvieron gran éxito”, dijo Sueiro.
Algunos de estos establecimientos fueron la histórica panadería Heller’s Bakery en Mount Pleasant, la heladería Scoop, el club nocturno Havana Village, y el restaurante Avignon Freres “Bajo propiedad de Luján, el Avignon se convirtió en un centro de las mentes intelectuales y políticos”, añadió.
En 1980, Luján se mudó a Costa Rica, tras ser nombrado director del programa federal Peace Corps en ese país. Cuando regresó, continuó con el activismo en Adams Morgan y Mount Pleasant. “No había quien organizara mejor a la comunidad que Pepe Luján. Tenía un poder de convocatoria único”, dijo Sueiro.
Carlos Cabán, quien fue editor de El Tiempo Latino desde su fundación en 1991 hasta 1997, lo recuerda como un gran referente y hombre de negocios. “Era un personaje que siempre estaba detrás de la escena. Era muy consultado. Si algo pasaba en la comunidad, escuchar la voz de Luján era importante”, dijo. “Siempre que lo veía, lo primero que me preguntaba era por mi papá. Ambos se conocieron en Costa Rica trabajando por el Peace Corps”, añadió Cabán, quien ahora vive en Miami y trabaja en el canal de deportes ESPN.
Este sábado 16 de noviembre amigos y miembros de la comunidad podrán despedir a Luján en un servicio especial. Al cierre de esta edición no se había dado a conocer el lugar.
El 14 de diciembre se realizará una fiesta en su nombre. “Ese había sido el pedido de nuestro querido Pepe, que lo recuerden con una fiesta”, concluyó Gutiérrez.