Han sido unos meses duros en Vapor Worldwide en Gaithersburg, Maryland, un suburbio de alrededor de 69 mil personas que se encuentra a 22 millas al norte de Washington. Al igual que otras 21 tiendas Vape en el condado de Montgomery, la tienda ha visto caer su negocio por el pánico generalizado que han tenido los vapers, alimentado en parte por una serie de enfermedades que han dejado al menos unas 2 mil personas afectadas y han causado la muerte de 39 de ellas.
Un ejemplo del terror que estos hechos han tenido en la población, es la posible acción del presidente Trump, quien declaró el pasado 11 de septiembre estar estudiando la posibilidad de prohibir la mayoría de los cigarrillos electrónicos de sabores en Estados Unidos.
Actualmente muchas ciudades y condados del país se encuentran revisando las políticas de uso de vapers, para así evitar el consumo de estos cigarrillos en memores de edad. Un ejemplo de ello es el Condado de Montgomery, que está revisando actualmente tres propuestas para limitar el uso y la distribución de estos productos.
Estos incluyen la prohibición de la venta de cigarrillos electrónicos con sabores dentro de una milla de cualquier escuela, biblioteca, parque, patio de recreo o instalación recreativa y una enmienda de zonificación que prohibiría las tiendas vape dentro de una media milla de cualquier escuela intermedia o secundaria. Esta última, encabezada por los miembros del Consejo del Condado de Montgomery Gabe Albornoz (D-At Large) y Craig Rice (D-Distrito 2), obligaría a 19 de las 22 tiendas de vape del condado a cerrar o mudarse en un plazo de dos años.
Traducción libre de The Washington Post