Con el primer mes de la NBA en juego, son varios los equipos que han destacado; no obstante, no todo lo que sucede se convierte en sinónimo de éxito a mediano o largo plazo. Los primeros pasos de muchos atletas y organizaciones han sido positivos, en un intento por dar el golpe en la mesa y hacer olvidar rápidamente el título que hace un par de meses alzaron los jugadores de los Raptors de Toronto.
Mientras, la regularidad apunta a dos franquicias, unas con historia infinita y que en estos primeros pasajes del calendario se han encargado de dejar en alto su bandera y demostrar que, pese al pesimismo de muchos, cuentan con grandes opciones de estar jugando las finales.
Lakers de Los Ángeles y Celtics de Boston aparecen entre los conjuntos con mejor marca de toda la liga, despertando esa nostalgia en los fanáticos, quienes, sobre todo los seguidores de este ‘par de cuadros, esperan retomar una vieja tradición en la instancia por el título.
Showtime
Las generaciones ganadoras de los laguneros no descansan. Nombres como los de Jerry West, Magic Johnson, Kareem Abdul Jabbar, Shaquille O’Neal y Kobe Bryant son varios de esos elementos recordados con cariño por haberse coronado con los californianos. Nombrar a todos los que cuentan con anillo es casi imposible, pero no por ello son menos importantes.
Entre las versiones que más llamó la atención en los Lakers está la de la década de 1980, el equipo del Showtime dado el juego atractivo que marcó un antes y un después en la historia de la NBA. El gestor de todo esto fue Magic, quien, si bien no está en la lista de los expertos como el mejor jugador de la historia, sí puede ser considerado el que cambiara el curso del baloncesto para hacerlo mejor, más atractivo y, por ende, más rentable.
Su manejo del balón fue único, pero no solo se trató de asistir. La capacidad del base para anotar y tomar rebotes no encuentra comparación en el presente.
Junto a él, Abdul Jabbar apareció en su etapa final para brindar mayor éxito a un grupo con el brillo suficiente para ponerse en el tope de la disciplina. En la década mencionada, el conjunto de Los Ángeles fue a ocho de diez finales, tres de ellas frente a los Celtics.
Guerreros verdes
En Boston, el grupo que alguna vez vio como jugador al mítico Bill Russell, combinado que se hizo sentir entre 1950 y 1970, podría ser visto como el más dominante jamás visto. Pero en cuanto a rivalidad, el equipo de Massachusetts no encontró otro mejor cuadro frente a este que los Lakers de 1980.
Con lo ya descrito tuvieron que lidiar tipos como Larry Bird, Danny Ainge y Rick Carlisle. Pero aunque los Lakers tenían un brillo único, el ímpetu y espíritu de lucha de los Celtics no fue nada normal, creando un remolino de buen juego que se manejó bajo tres definiciones únicas.
Dos de ellas fueron para los Lakers, una para los Celtics.
No hubo final indiferente. La primera, en 1984, se definió en el máximo de siete encuentros y fue para los verdes. Un año después llegó la venganza californiana, arreglada en seis compromisos. En 1987, la última de ellos en la mencionada década, también 4-2 para los californianos.
¿Es posible?
En 2008, el baloncesto volvió a divertirse con la final de lujo. En dicho almanaque, los Celtics ganaron en seis duelos. En 2010, Lakers en siete.
Después de esa campaña, ninguno ha vuelto a ver acción en la última etapa de la justa.
Pero el presente es positivo, muy positivo en el entorno de ambas franquicias. Aunque la salida de Kyrie Irving supuso un duro golpe, en Boston confían en poder volver a jugar por el título. El poder de sus piezas jóvenes, como Jaylen Brown y Jayson Tatum puso sobre la mesa nuevamente a la franquicia en pro de retomar el viejo camino del éxito.
Desde la costa oeste, LeBron James y Anthony Davis son la enorme promesa de que el título 17, y con el cual igualarían a los Celtics, es posible.
Pensar en otros rivales es posible. Clippers de Los Ángeles y 76ers de Filadelfia son dos de esos combinados que también podrían colarse sin ser tomados como la sorpresa del año. Pero ninguna final vendería más que una entre los dos conjuntos más ganadores en la historia de la NBA.