Mbube, el león, murió meses después de que el pelaje comenzara a caerse de su melena y luciera tan demacrado que sus caderas sobresalían de su cuerpo dorado, argumentaban los activistas por los derechos de los animales. Por su parte, el tigre de la India murió de sepsis, afectado por una infección que tras realizarse una autopsia, se descubrió que sus músculos y órganos se fueron llenando de pus. Por último está el lémur, Bandido, que según el testimonio de la corte, murió después de que el estrés crónico por las terrible condiciones de vida que tenía, sumando al aislamiento social y las enfermedades no tratadas, le hicieran roer una parte de su cuerpo.
Desde por lo menos 2017, los animales en peligro de extinción en el Parque Zoológico Tri-State en Cumberland, Maryland, comenzaron a desaparecer uno por uno. Lo que comenzó como un grupo de nueve leones, tigres y lémures ha disminuido a cuatro sobrevivientes. Ahora el zoológico, con un historial de problemas debe prepararse para entregar sus animales restantes después de que la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Paula Xinis dictaminará que la instalación violó la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
La decisión de la jueza llega después de que People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) demandara al zoológico, afirmando que el propietario, Robert Candy, lastimó y mató a los animales al alojarlos en condiciones deplorables sin la alimentación, la estimulación ambiental y la atención médica adecuadas.
Xinis dijo que los animales que han sobrevivido en el zoológico han sido “muy afortunados” y que tendrán “el mismo destino o similar” que otros que han muerto si no se les retira del lugar.
Con información de The Washington Post