El narcotraficante mexicano, Tirso Martínez-Sánchez, alias “el Futbolista” fue sentenciado este jueves en la Corte del Distrito Sur de Nueva York a siete años de prisión, luego de ser procesado por delitos de tráfico de decenas de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos.
Tirso Martínez-Sánchez, quien fue uno de los testigos de la fiscalía en el juicio contra Joaquín “el Chapo” Guzmán, fue arrestado en México el 2 de febrero de 2014 y extraditado a Estados Unidos el jueves 17 de diciembre de 2015. Debido a que lleva 5 años tras las rejas, le queda por cumplir 3 años de condena, según se informó en el juzgado.
Martínez-Sánchez fue procesado por ser el presunto líder de “una extensa organización transnacional de importación, distribución y transporte de narcóticos”, donde el condenado fue responsable de varios envíos de varias toneladas de cocaína proveniente de Colombia.
En la acusación federal dice que Martínez-Sánchez organizó la importación de las drogas a los Estados Unidos utilizando una red de transporte que incluía trenes y remolques de tractores; y ordenó a los miembros del cartel que transportaban la cocaína a grandes centros de distribución, incluidos algunos ubicados en las áreas metropolitanas de Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
Durante el curso de la investigación hecha por las autoridades norteamericanas, los agentes supuestamente confiscaron aproximadamente 500 kilogramos de cocaína de una residencia en Deer Park, Nueva York; 2,000 kilogramos de la droga de un almacén en Brooklyn, Nueva York; 2,000 kilogramos escondidos dentro de un vagón de ferrocarril en Queens, Nueva York; 1.100 kilogramos de cocaína de un almacén en El Paso, Texas; y 1.900 kilogramos de cocaína de un almacén en Chicago, Illinois.
Martínez-Sánchez supuestamente ordenó a los miembros del cártel que coordinaran el almacenamiento de las drogas en una gran red de almacenes de almacenamiento mediante la compra y el arrendamiento de numerosas compañías de fachada, que también se utilizaron para comprar vehículos para transportar las drogas a un distribuidor que vendía en Nueva York y otros estados, incluyendo California e Illinois, alega la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos.
Martínez-Sánchez también supervisó la recaudación de los ingresos de la organización de las ventas de drogas, que supuestamente se almacenaron en almacenes y algunos se mudaron del país utilizando la misma red de transporte de tractores y trenes utilizados para contrabandear la cocaína.
Luego, las ganancias se lavaron a través de empresas comerciales, como la compra de equipos de fútbol profesionales y una cadena de boutiques de ropa de alta gama, así como se invirtieron nuevamente en la compra de arriendos de casas de seguridad, vehículos para transportar las drogas y el frente empresas, según las alegaciones de los fiscales.
Además de coordinar la distribución de la cocaína de su propia organización, Martínez-Sánchez también supuestamente transportó y distribuyó narcóticos para miembros de otros carteles mexicanos de la droga, incluido el Cártel de Sinaloa, dirigido por los CPOT Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “Mayo” Zambada; el Cartel de Juárez, dirigido por el CPOT Vicente Carrillo-Fuentes y el Cártel de Beltrán-Leyva, dirigido por los hermanos Arturo, Héctor y Alfredo Beltrán-Leyva.
Martínez-Sánchez había sido designado como objetivo prioritario consolidado de la Organización por la Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado de Drogas, según los papeles de la corte.