El Carnaval de Oruro en Bolivia es uno de los más importantes a nivel mundial por el fuerte significado cultural. Se trata de una serie de danzas las cuales rinden devoción a la Virgen del Socavón. Las más representativas son las Diabladas, una mezcla de la tradición andina y católica donde se le da vida a la lucha entre el bien y el mal. Como siempre, el bien acaba triunfando.
Así fue como la luz opacó a la oscuridad la noche del sábado 22 de febrero, en el evento benéfico denominado “Behind The Mask” (Detrás de la Máscara) organizado por Cultura Events, en el que se pudo apreciar un derroche multicultural boliviano lleno de danzas folklóricas, exhibición de moda, pintura, música, bebida y comida típica de Bolivia.
“El evento Behind The Mask trata de contarle a las nuevas generaciones de bolivianos en Estados Unidos sobre su historia, de dónde vienen y trata de integrar a las personas de otras culturas también”, expresó Katty Vocal, fundadora de Cultura Events.
El evento arrancó con la danza de los tobas, muy típica del Carnaval de Oruro, en la cual los acróbatas expresan el sentimiento guerrero y actitudes propias de la caza. La vestimenta está conformada por chalecos, sombreros con plumas, lanzas, pantalones con flecos y tobilleras.
Luego se dio paso al fashion show de la agencia de modelaje Capital Elité en donde modelos profesionales mostraron atuendos con colores representativos de la selva amazónica.
Uno de los momentos mágicos fue el modelaje de las máscaras carnavalescas típicas del altiplano. Incluso los invitados tuvieron acceso a distintas máscaras para poder integrarse a la dinámica del evento, acompañados de buena música que estuvo a cargo de DJ Octane, quien realizó una fusión de electrónica con ritmos del Amazonas.
Todo por una buena causa
El motivo principal del evento es llevar ayuda a más de 48 familias bolivianas afectadas por el reciente incendio en el Amazonas, especialmente en Chiquitanía. Lo recaudado con las entradas servirá para fabricar un tanque de agua para comenzar el proceso de purificación, y que así los habitantes tengan acceso a agua potable.
En Bolivia, cerca de 1.5 millones de hectáreas de bosque se quemaron por completo en los incendios suscitados a finales de agosto de 2019. Solo en el área de Chiquitanía-Chaco-Pantanal 5 millones de acres fueron consumidos por las llamas.
“Las personas a las que vamos a ayudar lo han perdido todo. El primer paso que queremos dar es proveer agua potable para que los niños tengan salud”, dijo al Tiempo Latino la pintora boliviana, María Martin.
La directora de Cultura Events, Katty Vocal, adelantó que esperan organizar más eventos como este en un futuro muy cercano.