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Especial | Colombia: Territorio en conflicto por guerrillas

En Colombia las balas no paran, tampoco el miedo. Los conflictos por parte de las guerrillas y grupos criminales mantienen en suspenso el desenvolvimiento normal diario de los ciudadanos, principalmente en las regiones rurales del país. La situación, en vez de resolverse, se mantiene con el registro de asesinato de líderes sociales, atentados, entre otras acciones que intentan demostrar la influencia de estos individuos en la región.

Javier Tarazona, director de la ONG Fundaredes, con sede en Venezuela, señaló que las motivaciones de la disputa por el territorio colombiano tienen base la conquista del poder; además, denunció que han logrado financiar la carrera armamentística mediante actividades ilícitas, con el apoyo de países como Cuba, Venezuela y Rusia.

La Organización de Naciones Unidas, ante la magnitud de la situación en Colombia, alertó en un informe sobre el reclutamiento de menores, homicidios, desplazamientos, confinamientos, ataques y amenazas en contra de autoridades y líderes indígenas por parte de los grupos armados ilegales. Para la organización, las consecuencias han sido devastadoras.

Entre los grupo guerrilleros activos en la actualidad destaca el Ejército de Liberación Nacional (ELN), una organización de izquierda revolucionaria formada en 1964. El 17 de enero de 2019 realizó uno de los atentados más impactantes en Colombia, al dirigir un ataque suicida contra la Escuela General Santander, con un saldo de 22 muertos.

Actualmente el ELN es la guerrilla con mayor actividad en Colombia. Otro de los grupos que opera es el Ejército Popular de Liberación -EPL-, considerado como una organización narcotraficante por el Estado colombiano, que se fundó en 1967 con una ideología de extrema izquierda.

Al EPL se une la disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- (1964-2016), encabezada por Iván Márquez y Jesús Santrich, entre otros líderes, quienes el 29 de agosto de 2019 anunciaron que retomaron las armas en desconocimiento de los acuerdos de paz firmados en 2016.

ANUNCIO. Iván Márquez y Jesús Santrich anunciaron que retomaron las armas en agosto de 2019, desde un lugar desconocido. | Foto: Captura de pantalla.


   
   

ANUNCIO. Iván Márquez y Jesús Santrich anunciaron que retomaron las armas en agosto de 2019, desde un lugar desconocido. | Foto: Captura de pantalla.

Márquez, en ese entonces, aseguró: “Una nueva modalidad operativa conocerá el Estado. Solo responderemos a la ofensiva. No vamos a seguir matándonos entre hermanos de clase para que una oligarquía descarada continúe manipulando nuestro destino”.

En Colombia, las guerrillas hacen presencia principalmente en los departamentos de Guaviare, Vichada, Meta, Chocó, Cesar, Antioquia, Cauca y Norte de Santander.

Hechos recientes

En la subregión de Catatumbo fueron repartidos panfletos en los que el ELN amenazó con un “paro armado” entre el viernes 15 de febrero y hasta el lunes 17 de febrero, de un total de 72 horas. Aunque las advertencias se hicieron en la localidad, se pretendió imponer el cese de actividades en todo el territorio.

El Catatumbo, al noreste del Norte de Santander, y el Cauca estuvieron paralizadas y otras áreas de Colombia en zozobra, de acuerdo con una reseña de Efe. Tarazona afirmó a El Tiempo Latino que el “paro armado” intentó ser una demostración de fuerza y de presencia del ELN.

El “paro armado” incluyó la restricción de circulación de vehículos, principalmente por carreteras y pueblos alejados. Solo se permitiría, en teoría, el tránsito por motivos de emergencia.

Un ataque a tiros contra un autobús de pasajeros se registró la madrugada del 15 de febrero, primer día del “paro armado”; además del incendio de otra unidad de transporte en el departamento del César. Los hechos fueron atribuidos al ELN. La policía reportó una persona herida.

SEGURIDAD. La subregión del Catatumbo y el departamento del Cauca estuvieron paralizados por el anuncio de “paro armado”. | Foto: Efe/Ernesto Guzman Jr.


   
   

SEGURIDAD. La subregión del Catatumbo y el departamento del Cauca estuvieron paralizados por el anuncio de “paro armado”. | Foto: Efe/Ernesto Guzman Jr.

Ese sábado fue asesinado Emilio Dauquí, guardia indígena, en el municipio Buenos Aires, norte del Cauca. El homicidio ocurrió en el contexto de los avisos en los panfletos, que incluyeron amenazas de muerte a líderes sociales. Luego, la noche del domingo 16 de febrero, dos hermanos defensores de derechos humanos fueron atacados por seis individuos armados que se trasladaban en motocicleta.

Albeiro Silva Mosquera y Luis Hugo Silva Mosquera, dirigentes de la Zona Reserva Campesina de Miranda, en el Cauca, fueron asesinados; elevando el número de muertos a tres. Un guardia indígena salió herido del tiroteo.

El 22 de febrero se atribuyó a disidentes de las FARC un incendio en los bosques de la serranía de La Macarena, en el departamento de Meta, que afectó una de los lugares más turísticos de Colombia. “Se exceden todos los límites. El incendio a la altura de Caño Cristales es un atentado contra la humanidad”, denunció en su momento la Defensoría del Pueblo.

El fin de semana pasado se conoció el desplazamiento de unos 800 campesinos residentes en el municipio Ituango, en el departamento de Antioquia, presionados por amenazas de grupos armados al margen de la ley. La información fue confirmada por las autoridades el lunes 24 de febrero.

Edwin Mauricio Mira, alcalde de Ituango, dijo a la agencia Efe que los grupos armados se dedican al narcotráfico y suministro de armas.

Venezuela: refugio de guerrilleros

El conflicto armado en Colombia penetró en Venezuela. Tarazona sostiene desde el estado Táchira, en la parte venezolana, que la situación en su país es compleja debido a la emergencia humanitaria causada por los regímenes del fallecido Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

El activista alertó que Venezuela es retaguardia y espacio de protección para las guerrillas colombianas, con el respaldo del régimen de Maduro. Fundaredes, en su más reciente informe llamado Curva de la violencia, refiere que el ELN opera en al menos 17 estados venezolanos de un total de 24; y la disidencia de las FARC en 12 entidades.

Explicó que estos grupos no solo viven del narcotráfico, extorsión, secuestro, entre otras actividades ilícitas; sino que además se involucraron en la cadena de comercialización emergente de oro, coltán, diamantes y el cultivo de droga en Venezuela. Tarazona denunció que hay un acuerdo entre el régimen venezolano y las guerrillas a cambio de protección mutua, en el caso de Maduro ante una posible salida del poder.

Fundaredes ha detectado la presencia del ELN en el espectro radioeléctrico venezolano: transmiten en al menos cinco emisoras de frecuencia modulada (FM), intervienen en escuelas y en la distribución de combos de alimentos mediante el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

“Hoy la guerrilla colombiana emerge como el grupo transnacional más importante que emplea a venezolanos en la frontera. El número de venezolanos involucrados de manera directa e indirecta con la guerrilla colombiana es bastante grande, producto de las operaciones que estos desarrollan en Venezuela con la complicidad y resguardo de Nicolás Maduro”, aseveró Tarazona a El Tiempo Latino.

En Colombia, el gobierno de Iván Duque mantiene sus esfuerzos por enfrentar a los grupos criminales. El viernes 21 se informó la captura de José Albeiro Arrigui Jiménez, conocido como el “Contador” y buscado por el homicidio de líderes sociales y excombatientes de las FARC, afirmó Iván Duque.

El hombre había sucedido a Walter Patricio Arízala Vernaza, alias “Guacho”. La detención de “Contador”, en el departamento de Caquetá, es una de las acciones destacadas del gobierno colombiano de este año.

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