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MLB toma medidas para sus jugadores a pesar del parón

En medio de la crisis por el brote del coronavirus Covid-19, el mundo del deporte tomó una pausa necesaria, una que llegó de forma obligatoria por la pandemia que ha acabado con miles de vidas en todo el planeta. Salvo casos en Japón y Corea, la pelota ha encontrado en el virus un enorme obstáculo. Se supone que el jueves 26 de marzo debía subir el telón de la campaña 2020 de la Major League Baseball (MLB); sin embargo, ya todos sabemos lo que ocurre. Por ahora, la incertidumbre tiene que ver con cuándo iniciará la campaña o si es que realmente se va a jugar.

Pero mientras esto sucede, la oficina de la MLB, el sindicato de peloteros y los dueños de los equipos llegaron a un acuerdo el día jueves para poner en marcha las reglas de la temporada 2020, ya sea que se juegue con un calendario mucho más corto de lo normal, como en principio está previsto, o si se cancela de forma definitiva la zafra.

Ayuda económica

De entrada se conoció que se creó un fondo de 170 millones de dólares por concepto de sueldos que serán adelantados a los peloteros, el cual se cuenta con un gesto de buena voluntad por parte de los propietarios hacia los atletas, quienes cobrarán entre los meses de marzo y abril.

De momento no se ha definido la forma en la cual se estaría repartiendo la mencionada cantidad, pero se presume que sería a partes iguales entre los beisbolistas activos.

Al tomarse como un adelanto, una vez inicie la campaña, si es que llegase a celebrarse, la misma se descontará a los jugadores conforme avance el calendario.

Rosters ampliados

Otro punto importante que se definió es que cada plantilla pasará de contar con 29 peloteros y no 26, como ha sido un hábito en la mayor parte de la ronda regular. Esta fue la decisión más sensata y lógica, pues cuando inicie la temporada el calendario será mucho más apretado para cada conjunto, de ahí que se esperan juegos en días consecutivos, pocas fechas de descanso y muchos dobles juegos, lo cual generaría también un desgaste significativo en cada una de las figuras que hace vida en el sistema de Grandes Ligas.

Este aporte también abre una enorme puerta para que sean promovidos gradualmente los principales prospectos de las franquicias de la liga. Cada granja de ligas menores le permitiría el óptimo desarrollo a sus jóvenes en un almanaque lo suficientemente veloz como para obligar a los dirigentes a poner en juego también a las piezas con el talento suficiente para apuntar a un futuro prometedor.

Dependiendo de cómo se desarrolle el asunto, y si las lesiones no se apoderan en gran cantidad del físico de las principales estrellas de la liga, la MLB mantendría esta medida. En caso contrario, podríamos ver un aumento de 29 a 40 peloteros, como suele suceder normalmente en el mes de septiembre, el cual marca la recta final de la ronda regular y el mes que antecede el inicio de la postemporada.

Apoyo importante

Uno de los anuncios de mayor calidad hecho en los últimos tiempos por parte de la MLB tuvo que ver con la producción de camisetas, específicamente la de dos conjuntos, dos grandes e históricos equipos de la pelota estadounidense: Yanquis de Nueva York y Filis de Filadelfia, los cuales dieron pausa a la fabricación de sus camisetas para hacer con esta tela cubrebocas y batas.

Para materializar esto, Rob Manfred, comisionado de la MLB, llegó a un acuerdo con Michae Rubin, presidente de Fanatics, empresa productora de las camisetas.

El empresario, de hecho, tuvo dentro de su planificación confeccionar un millón de cubrebocas y batas, los cuales serán distribuidos de manera inmediata a hospitales.

Sobre la campaña, Manfred indicó a la cadena ESPN que “nuestros aficionados regresarán y seremos parte del proceso de recuperación de esta pandemia”. Según el comisionado, “de lo único que estoy seguro es que el béisbol volverá. Cuando sea prudente regresaremos”.

Para la fecha Estados Unidos es el país que más se ha visto afectado por el brote del coronavirus. Hasta el jueves 26 de marzo, más de 80.000 casos positivos colocaban a la nación norteamericana a la cabeza de los territorios con más víctimas. Además se contabilizaban más de 1.200 muertes solo en este país.