Los nuevos héroes no visten capa. El mundo aplaude día a día el trabajo de los especialistas de la salud, cuya labor es vista con enorme esperanza ante el arribo del coronavirus, pandemia que afecta a más de cinco millones de personas y ha acabado con la vida de más de 300 mil.
Estar expuestos al virus no ha sido tarea sencilla, pero ese es parte del riesgo para quienes forman parte de la carrera.
Sobre el tema, Cindy Reyes, auxiliar en enfermería egresada de la Escuela Carlos Rosario en DC, habló con Ricardo Sánchez-Silva, director web de El Tiempo Latino, en una entrevista exclusiva a través de Facebook Live.
La salvadoreña recordó que sintió un temor muy grande cuando le anunciaron que debía atender a pacientes con Covid-19. La noticia la llevó a aislarse en su casa a lo largo de dos días pensando en lo que podía enfrentar. “Por mucha experiencia que tengas, existía la incertidumbre sobre este virus”, dijo.
Sin embargo, aseguró que ahora su vida dio un giro, pues esta situación causó un cambio en ella y a sus colegas. Parte de eso nace de nuevas rutinas: “cuando llego a mi casa trato de cubrir mi carro con bolsas plásticas y en la puerta me quito la ropa. Son protocolos que se han convertido en algo normal”.
Por su trabajo, Reyes no pasa desapercibida. Salir a la calle con su uniforme la convierte en una heroína actual, por lo que la reacción de las personas, en su mayoría, ha sido de total agradecimiento; sin embargo, unos pocos la ven con rechazo. La salvadoreña contó que “un día estaba entrando a mi apartamento y me rociaron legía”.
Ese miedo de otros no encuentra justificación, pues, como aclaró Reyes, todos los trabajadores del centro de salud en el que labora pasan por un proceso de desinfección cuando terminan sus respectivos turnos, por lo que no representan ningún riesgo de contagio.
En cuanto al impacto del coronavirus y su experiencia, comentó que se ha topado con síntomas poco comunes del brote. “Había una persona que tenía una sensación picosa en su garganta, otra persona solo sentía dolores de cabeza. Conocí también un caso en el que la persona presentó reflejos nerviosos”, señaló.
Reyes lamentó que aún existan personas que restan importancia al tema del coronavirus y expresó que “si esa gente tuviera una mínima idea de lo que se siente usar todo el equipo de protección y los efectos que eso causa en nuestros cuerpos, las cicatrices que nos dejan y lo que se vive en esas unidades, cambiarían su forma de pensar”.
No obstante, la satisfacción siempre será mayor, especialmente cuando sus propias labores ayudan a ver el proceso de recuperación en pacientes. Al hacer vida en una unidad que atiende a personas mayores, uno de los grandes aprendizajes ha sido conectarse con el sufrimiento de otros. “Aprendes a tener compasión, alimentas tu lado espiritual y tratas de hacer sus días menos dolorosos porque sabes que un día tienen que partir. Eventualmente aprendes a convivir con la muerte a tu alrededor”, manifestó.
Pese a su gran trabajo, especialmente por estos días, Reyes no pierde la humildad: “al final no merezco que me traten como héroe porque este es mi deber hacerlo”.
Para ampliar información reproduce la entrevista a continuación: