El fin de semana, el gobernador Larry Hogan exhortó a los líderes de la ciudad de Baltimore, en Maryland, a recuperar el control de las calles y hacerlas más seguras, a propósito del derribo de una estatua de Cristóbal Colón en el barrio Little Italy.
En videos compartidos en redes sociales, se observa cómo los manifestantes tumbaron la estatua de su pedestal y la arrojaron al agua la noche del sábado.
Una multitud de más de cien, con cuerdas en las manos, tiraron la estatua de mármol que se partió al caer. Luego fue arrojada al agua en Inner Harbor. Esta mañana voluntarios sacaron parte de la escultura del agua, pero no estaba completa.
El grupo Baltimore Bloc, que había abogado por la caída de la estatua, tuiteó imágenes de la multitud y comentó: “Colón acaba de ser deportado”.
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La estatua, erigida hace 36 años en una ceremonia que incluyó al presidente Ronald Reagan, tenía más de 14 pies de altura sobre una base de mármol de seis lados, con una inscripción que decía: “Christopher Columbus discoverer of America 12 de octubre de 1492”, reseñó The Washington Post.
Hogan emitió una declaración en la que condenó el vandalismo y la destrucción de la propiedad pública por el hecho: “Esa es la antítesis de la democracia y debería ser condenada por todos, independientemente de su política. Los líderes de la ciudad de Baltimore necesitan recuperar el control de sus propias calles e inmediatamente comenzar a hacerlas más seguras”.
Resaltó la libertad de realizar protestas pacíficas y el diálogo sobre la ubicación de monumentos, que pueden ser trasladados a museos o almacenes.
Las manifestaciones iniciaron semanas atrás con la muerte de George Floyd durante un procedimiento policial violento en Minnesota. Miles de personas han protestado desde entonces y los primeros días hubo destrozos, saqueos y enfrentamientos con las autoridades, incluso cerca de la Casa Blanca, en Washington DC.
Con información de The Washington Post.