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La NBA retoma su función en la burbuja de Orlando

Pese a que Florida luce como uno de los principales focos actuales del coronavirus en Estados Unidos, la ciudad de Orlando, específicamente en el complejo deportivo de Disney World, concentra desde ya a las figuras de la NBA, cuya temporada se reanudará con 22 conjuntos y muchas preguntas alrededor de la liga y sus estrellas.

Será el 30 de julio cuando las franquicias vuelvan al tabloncillo para competir por un lugar en la fiesta de los playoffs; sin embargo, el reto de reactivar el juego pondrá sobre la mesa la condición de sus piezas, mostrando realmente el trabajo de quienes se mantuvieron entrenando por su cuenta durante la pausa.

Optimismo recargado

En caso de que todo marche como se espera y los jugadores exhiban una buena condición física, lo de la temporada 2019-2020 podría calificar como una de las más espectaculares de los últimos tiempos. Las condiciones son marcadas: con los percances lejos de los focos, ver en una misma postemporada descansados y a tope de condiciones a tipos de la talla de LeBron James, Kawhi Leonard y Giannis Antetokounmpo promete una etapa histórica; no obstante, la otra cara de la moneda es aquella que revelaría la falta de acciones en el receso por la pandemia.

A diferencia de la temporada baja, el parón por el COVID-19 mantuvo alejados a los jugadores unos de otros, por lo que no existió opción de medir competencias en la parte muerte del calendario. Normalmente se acerca el arranque de una zafra, los profesionales cuentan con sesiones de trabajo que incluyen a compañeros de equipo y rivales para retomar sensaciones antes de comenzar con el calendario.

Esta última fase no fue posible en los meses previos, por lo que la incertidumbre sobre el ritmo de juego crece cada día más.

Virus y salud

El brote dejó expuesto a Rudy Gobert, centro del Jazz de Utah, quien acaparó titulares al ser el primer jugador de la NBA en verse afectado públicamente por la pandemia. El francés fue objeto de críticas porque rompió con el protocolo de distanciamiento poco antes de que la campaña pusiera freno; sin embargo, se defendió asegurando que no había sido él quien llevara el virus a la liga.

El pívot y el Jazz ya se encuentran en Orlando junto a otras 21 organizaciones. Pero a diferencia del pasado, hoy la lista de nombres de basquetbolistas que dieron positivo por el coronavirus es mucho mayor.

Uno de los casos más recientes y que involucró a uno de los tipos más sobresalientes en el presente fue Russell Westbrook, base de los Rockets de Houston, quien confirmó que padeció el virus antes de reunirse con sus compañeros y viajar a Florida.

“Di positivo por COVID-19 antes del viaje de mi equipo a Orlando”, confesó el armador de 31 años de edad en su cuenta de Twitter. “Me estoy sintiendo bien, estoy en cuarentena, y espero poder unirme a mis compañeros cuando se me autorice”.

Antes, Kevin Durant, Donovan Mitchell y Malcom Brogdon también padecieron el COVID-19, siendo algunos de los más de 15 elementos de la liga en dar positivo hasta la fecha.

Homenaje

Luego de la presión hecha por los jugadores a la liga, fue aprobado que en lugar de sus apellidos luciera un mensaje para exigir justicia tras el asesinato de George Floyd, afroamericano de 46 años de edad asesinado por un oficial de policía en Minneapolis el pasado 25 de mayo, hecho que desató una serie de protestas en Estados Unidos y en donde el debate sobre el racismo estuvo de vuelta en la mesa.

De acuerdo con la cadena ESPN, 285 de los 350 jugadores que estará jugando en la burbuja de Orlando decidieron tomar alguna palabra para unirla a su dorsal; sin embargo, la que para muchos es la voz más importante en la liga mostrará su apellido.

LeBron James confirmó que no se unirá al numeroso grupo: “no es una falta de respeto a la lista que se le dio a todos los jugadores (con las frases). Elogio a cualquiera que decida portar algo en la parte posterior de su camiseta. Simplemente fue algo que no resonó seriamente con mi misión, con mi objetivo”, señaló el alero de los Lakers de Los Ángeles el sábado 11 de julio en atención a los medios de comunicación.

Aunque en un principio indicó que habría estado “encantado poder opinar sobre lo que habría quedado en la parte posterior de la camiseta”, finalmente decidió no hacerlo.

“Pero estoy bien con eso (…), no necesito tener algo en la parte posterior de la camiseta para que la gente pueda entender mi misión y de qué se trata”, añadió.

Entre palabras y frases que los jugadores podrán poner en la parte trasera de su camiseta aparece “I can’t breathe” (no puedo respirar), algo que Floyd repitió varias veces mientras el agente Derek Chauvin apoyaba su rodilla en su cuello por más de ocho minutos hasta causarle la muerte.

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