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Northam proclama ley de licencias para indocumentados

Durante la jornada del lunes, el gobernador de Virginia, Ralph Northam, hizo la firma virtual de una legislación que da permiso al Departamento de Vehículos Motorizados de la entidad para emitir permisos de conducir a indocumentados que viven en el estado.

El pasado mes de febrero, el Senado de Virginia dio el primer paso al aprobar una legislación previamente presentada por los senadores Jennifer Boysko y Scott Surovell en la cual se le brinda la posibilidad a migrantes indocumentados contar con una licencia “independientemente de su estado legal”.

Previo a esto, la ley del estado obligaba a los solicitantes a contar con al menos un documento que demostrara su presencia legal en el área.

Con esta nueva ley, se suprimen los requisitos de ciudadanía para contar con el documento.

En un comunicado, el gobernador Northam señaló que “además de dar a los miembros de la comunidad inmigrante de Virginia la capacidad de conducir legalmente un vehículo, esta legislación de tarjeta de privilegio de conductor hará que la obtención de una identificación válida sea accesible para todos los residentes de Virginia, independientemente de su estado migratorio”.

Será el próximo 1 de enero de 2021 cuando el proyecto entre en vigencia.

La semana pasada, Northam se manifestó para brindar protección a los trabajadores esenciales en medio de la pandemia.

A juicio del funcionario, su entidad es la primera en todo Estados Unidos en hacer tal esfuerzo, bajo una serie de estándares que las empresas deben cumplir con sus empleados durante el coronavirus.

En caso de no cumplir con las normas, las compañías enfrentarían multas y otro tipo de sanciones.

Según los nuevos lineamientos, el uso de la mascarilla y garantizar el distanciamiento físico es la acción a seguir por parte de trabajadores en áreas de atención al cliente. Además, deberán contar con las herramientas para la óptima limpieza de manos.

Asimismo, es una obligación de la empresa anunciar en un lapso máximo de 24 horas si algún empleado da positivo por COVID-19. El afectado no podrá volver a su puesto en al menos 10 días o hasta recibir la prueba negativa.

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