Mientras el área metropolitana emerge en fases después de más de tres meses de confinamiento obligado por la pandemia del coronavirus, miles de empleados se disponen a dejar las mesas de sus comedores, convertidas en escritorios, para volver a sus puestos de trabajo.

Así como al principio de la pandemia se demandaron sacrificios para empleadores y trabajadores, el retorno también viene acompañado de incertidumbres y muchas preguntas. ¿Es seguro volver a la oficina?, ¿Qué pasará si me contagio en el trabajo?, ¿Puedo continuar tele trabajando?, estas son algunas de las interrogantes que rondan en la cabeza de los empleados en esta nueva normalidad.

Kaiser Permanente, consorcio líder en la atención de salud, pone a disposición de la comunidad un manual de medidas prácticas para facilitar el regreso al trabajo. “Nuestro fin es ayudarlo para que a su vez usted esté activo para ayudar a sus trabajadores”, dice Francisco Ayala, representante de Kaiser Permanente de la región central del Atlántico.

Antes la pregunta era ¿Qué es el coronavirus?, la de ahora es ¿Cómo reabrimos de forma segura? “Eso es lo que intentamos responder”, fue la oferta de Ayala. “A lo largo de los años hemos enfrentado enfermedades altamente infecciosas, ahora estamos haciendo lo mismo”, señala.

Fotos proporcionadas por Kaiser Permanente / Foto de Margarita Dilone: Cortesía M. Dilone



Fotos proporcionadas por Kaiser Permanente / Foto de Margarita Dilone: Cortesía M. Dilone

Quedarse en casa funcionó

Con la reapertura se verá más gente en las calles, en las oficinas, en los ascensores, en los buses y en los trenes. Por lo tanto, recordar que lavarse las manos, no tocarse el rostro, mantener la distancia de al menos dos metros, quedarse en casa si tiene síntomas o llevar mascarilla, no es una necedad, es una necesidad.

Una vez que la economía calienta motores, Kaiser Permanente se adhiere a las directrices antes mencionadas y, en conjunción con el CDC, cree con firmeza que un ambiente laboral seguro mejorará la productividad y dará tranquilidad a sus trabajadores.

Conseguirlo demandará aplicar medidas extraordinarias para tiempos extraordinarios. He aquí algunas directivas que Kaiser Permanente pone a consideración: establecer una sola entrada a los lugares de trabajo, tomar la temperatura a todo el personal, limitar las reuniones y encuentros a no más de 10 personas y hasta menos, solicitar pruebas de coronavirus de acuerdo a las necesidades y el tipo de negocio, pedir a quienes regresan del confinamiento tomarse la temperatura al menos dos veces al día y de haber cambios, informar al supervisor inmediato. Las autoevaluaciones serían una opción para reducir tiempo y exposición de los empleados al ingreso de las empresas.

“La gran lección es que la orden de quedarse en casa funcionó, no saturamos los hospitales y salvamos vidas”, así reflexionó Sos Mboijana, doctor internista de Kaiser Permanente. Según él, “en esta región todos hicimos nuestra parte, la tarea difícil que tenemos por delante es no abandonar estas prácticas de seguridad para no sobrecargar los servicios de salud y proteger a los más vulnerables”.

No descuide la salud mental

Es importante que empleados y empleadores estén al tanto de los protocolos sanitarios y, por supuesto, es vital no descuidar la salud mental de los trabajadores.

Hay que considerar en serio la ansiedad y el temor de contagiarse y llevar el virus a casa. Una reciente encuesta realizada por Ginger, una plataforma orientada a la salud mental, encontró que el 93% de los empleados cree que los negocios que sobrevivirán a la pandemia serán aquellos que pongan por delante la salud mental de sus trabajadores.

Haga obligatoria la mascarilla

El empresariado latino también da sus sugerencias. Margarita Dilone, presidenta y directora ejecutiva de Crystal Insurance Agency, cree que hay que hablar más con los empleados y permitirles quedarse en casa si tienen síntomas.

“No podemos obligarlos a trabajar si están enfermos, porque hoy vale más la salud de los asalariados y de los clientes”.

Si estas pequeñas empresas están abrumadas por el costo que implicará el reajuste, Dilone les recuerda que hay subvenciones y un programa de protección, llamado Paycheck Protection Program (PPP), para asistirlos.

Según la Administración de Pequeños Negocios de Estados Unidos, 243 mil 121 personas trabajan en este sector de la economía, en Washington, DC.

De las instrucciones del CDC, Dilone no solo ha hecho su manual de protección personal sino también de su negocio, por eso insiste en revisar esos contenidos.

Tampoco está por demás ojear el Acta de Discapacidades (ADA, en inglés), que aconseja designar a un coordinador o a un equipo con tareas y responsabilidades durante esta pandemia.

“Lo que no podemos hacer -dijo Dilone- es relajar las condiciones para volver a cerrar, porque el virus no ha desaparecido.

Se trata de cuidarnos entre todos y llevar mascarilla debe ser mandatorio como lo es llevar el cinturón mientras manejamos”.

Considere la posibilidad de que algunos empleados sigan trabajando desde casa, elabore un plan para que los clientes lleguen con previa cita, aplique el reglamento para todos sin excepción y si aún tiene dudas, la exhortación de Dilone es que consulte a un profesional de recursos humanos.

Cartilla para el empleador

Estas son algunas de las recomendaciones para los empleadores, extraídas de la guía que Kaiser Permanente elaboró para crear ambientes laborales seguros, las mismas que son afines a las establecidas por el CDC.

• Adecúe las instalaciones.

Cree ambientes seguros para prevenir la propagación del virus. Es importante adecuar las instalaciones para mantener el distanciamiento social y establezca horarios para evitar concentraciones en las áreas de descanso.

• Chequeo de temperatura.

Los enfermos no deberían acudir a sus puestos de trabajo, de hacerlo envíelos inmediatamente a casa. Antes de salir de la vivienda, los empleados deben tomarse la temperatura y los empleadores tienen que volver a chequearlos y preguntarles sobre los síntomas antes de permitirles el ingreso.

• Medidas de limpieza.

Trabaje en estrecha coordinación con el personal de mantenimiento para mejorar la calidad del aire en las instalaciones y aumentar la frecuencia de la limpieza de las superficies susceptibles de infectarse.

• Rastreo de contactos.

Por el momento, ante la falta de disponibilidad a nivel nacional, es imposible disponer de equipos y personal para realizar las pruebas del coronavirus en las fábricas, oficinas, restaurantes y negocios varios. La obligación del empleador es contar con procedimientos para rastrear los contactos del trabajador que dé positivo.

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