Maité Calderón y Nelson Vélez tienen cuatro niños en casa, tres de ellos en edad escolar. El confinamiento por la pandemia ha sido un gran reto para la familia de Stafford, Virginia.
Emily Mancía, tiene dos pequeños de 7 y 4 años en Arlington, VA. Para ellos concentrarse frente a una computadora “ha sido casi imposible y frustrante”, dice la madre.
Antonia Peña, en Silver Spring, MD, tiene una niña de 4 años, quien ya estaba lista para asistir a Pre-Kindergarten en Montgomery, Maryland.
Elsa López, tiene licencia para proveer cuidado infantil en Fairfax y cuida a dos niños de 6 y 7 años. El padre de ellos trabaja a tiempo completo y desde junio deja a los niños con López por más de siete horas.
En unas semanas se acaban las vacaciones escolares y los niños empezarán las clases, aunque muchos no volverán a las aulas.
La mayoría de sistemas escolares en el DMV iniciarán clases virtuales, otros las combinarán permitiendo que los menores lleguen dos días a la escuela y el resto de la semana, vía Internet.
Mientras tanto, los padres se debaten entre la disyuntiva de mandar o no a sus niños a la escuela; dejar de trabajar para quedarse en casa con ellos; contratar a una persona que los cuide; llevarlos a un centro de cuidado infantil o certificarse para ser maestros en casa al estilo “homeschooling”.
El Tiempo Latino explora las opciones en base a estas familias y otras encuestadas por Kaiser Family Foundation y Parents Together.
¿Qué harán los padres este año lectivo?
Los padres hispanos en el área metropolitana de Washington, al igual que decenas de millones en los Estados Unidos se encuentran en una encrucijada respecto al cuidado de sus niños y el regreso a clases.
Una mezcla de emociones y pensamientos invaden a las familias. “Una semana pienso que estaría bien enviar a mi niño a clases con todas las medidas de seguridad, porque necesita socializar con otros niños. Siempre está con adultos. Pero la otra semana pienso todo lo contrario”, expresó a El Tiempo Latino, la colombiana Antonia Peña, madre de un niño de 4 años.
En los tres meses y medio de encierro por la pandemia, Peña se ha turnado con su esposo y una cuidadora para estar con su pequeño. “Por fortuna mi empleo es flexible y me permite trabajar desde casa la mayor parte del tiempo”, expresó Peña, quien es organizadora en La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar.
El niño de Peña ya estaba listo en esta fecha para matricularse en educación temprana en las Escuelas de Montgomery, pero la pandemia cambió los planes.
Pese a que Peña tenía dudas en un momento, ella y su esposo decidieron mejor no enviar a su niño a la escuela cuando esta reabriera. “Mi esposo hasta dijo ‘es preferible que el niño pierda un año escolar’ antes que exponerlo”, expresó.
Montgomery, solo virtual
El Sistema Escolar de Montgomery — a dónde le correspondería a Peña enviar a su hijo — ha decidido iniciar las clases en septiembre solo en forma virtual. En octubre podría aplicar el método híbrido. “Así los niños irían dos días a la escuela y los otros, estudiarían en casa vía Internet. Aunque siempre dejaríamos en funcionamiento las clases virtuales durante toda la semana, por si los padres prefieren no mandar a sus niños”, dijo la miembro de la Junta Escolar de Montgomery, Karla Silvestre.
Ese condado había ordenado, incluso a las escuelas privadas, mantener las clases virtuales y no presenciales hasta octubre.
Sin embargo, el gobernador Larry Hogan (R) vetó esa orden.
Dilema múltiple
Para la peruana Maité Calderón y el puertorriqueño Nelson Vélez, mantener a los niños en casa y guiarlos con las clases entre marzo y junio, fue y es un gran reto. La pareja tiene cuatro niños con edades que van desde el año y medio hasta los 17 años. “Son edades tan diversas, desde mi adolescente hasta mi bebé”, expresó Calderón.
Por su parte, Vélez se encuentra desempleado desde el principio de la pandemia. “Me quedé sin trabajo. Ha sido un tiempo difícil pero también esto me ha permitido estar en casa con los niños, conocerlos un poco más y velar por su cuidado”, dijo.
Vélez se lanzó a la búsqueda de empleo, pero como miles de padres pertenecientes a minorías, desistió de continuar en la fuerza laboral por quedarse a cuidar a sus hijos.
Una encuesta del Bipartisan Policy Center encontró que 55% de hispanos y 44% padres de raza negra que estaban desempleados, no aceptaron ofertas de trabajo precisamente por quedarse a cuidar a sus hijos.
Los enviarán a la escuela
En Stafford —una zona rural de Virginia— donde vive la familia, las escuelas primarias reabrirán el 17 de agosto y las secundarias, el 31 de este mes. Lo harán de una manera híbrida. Dos días presenciales y dos días en línea.
“Hemos pensado enviarlos, confiando en que se tomarán todas las medidas de prevención”, expresó Calderón. “Siempre hay un temor, pero sabemos que el virus se va a quedar un buen tiempo y tenemos que convivir con él tomando las precauciones necesarias”, expresó la madre.
Por su parte, Vélez señaló que “en línea es muy difícil que los niños aprendan algo. Mantenerlos sentados varias horas frente al monitor es frustrante”.
El que vayan a la escuela permite que Vélez pueda regresar a un trabajo, aunque Calderón ha reducido sus horas en el centro de cuidado infantil donde trabaja. “Yo solo haré ‘part time’ para poder estar con mis hijos los días que no vayan a clases”, dijo.
“Confiamos en Dios que ellos estén bien”, agregó Calderón.
En Stafford el índice de casos de COVID-19 es menor que el de otros condados en el norte de Virginia. Hasta el martes 4 de agosto se reportaron 1 mil 294 casos en comparación con 15 mil de Fairfax. En todo Virginia se habían reportado 94 mil casos y más de 2 mil fallecimientos.
Cuidado de niños
Para otros padres de escasos recursos económicos, el quedarse en casa con sus niños no es una opción. Elsa López cuida a dos niños de 7 y 6 años. Ellos viven con su padre en el área de Falls Church, Virginia. “El papá trabaja a tiempo completo y me los deja entre 7 y 8 horas al día”, manifestó López, quien cuenta con una licencia de cuidado de menores del condado de Fairfax.
El gobierno local paga los servicios de López mediante un subsidio que le da al padre.
“El papá ya me dijo que quiere enviar a los niños a la escuela, pero como aquí todavía no van a abrir entonces todo será virtual. Él me va a traer los iPads de los niños y yo me encargaré de supervisar las clases”, expresó López.
Escuela en casa
Para Emily Mancía la mejor opción de regreso a clases es “homeschooling”. Mancía, quien tiene dos niños, Marco de 7 años y Alicia, de 4, optó por convertirse en maestra dentro de la casa.
“Las clases online que tomaron los niños durante la época escolar fue un desastre”, dijo. Por lo que Mancía, nativa estadounidense casada con un salvadoreño, decidió no regresar al trabajo y ser la maestra de sus niños. “Yo llené todas las aplicaciones y me enviaron el currículum para cada grado. Y yo ya empecé las clases con ellos en julio”, expresó. Marco está cursando el Segundo grado y Alicia, Pre-K.
Mancía es la fundadora de Casa Chirilagua, una organización sin fines de lucro que funciona desde 2010 en Arlandria, con el propósito de ayudar a las familias inmigrantes.