WASHINGTON.— Líderes y luminarias del Partido Demócrata iniciaron este lunes en Milwaukee (Wisconsin) su convención nacional de cuatro días bajo la sombra de la pandemia del COVID-19, que obligó a una extensa modificación del festín electoral.
El encuentro formalizará la candidatura presidencial del exvicepresidente, Joe Biden, y su compañera de fórmula, la senadora demócrata por California, Kamala Harris.
Aunque “descafeinada”, la convención hará historia por doble partida: primero porque Harris se convertirá oficialmente en la primera aspirante afroamericana a la vicepresidencia de Estados Unidos y, segundo, porque es la primera vez que una convención se realiza casi por completo por internet.
Para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus, Biden, quien soñaba con la presidencia desde hace más de tres décadas, aceptará la nominación desde Wilmington (Delaware), estado que representó en el Senado entre 1973 y 2009. Harris también lo hará desde allí.
No habrá “selfies” ni coloridos globos ni serpentinas en el Wisconsin Center, que fue seleccionado para el cónclave demócrata porque Wisconsin será, al igual que en 2016, uno de los estados clave en la contienda.
El toque humano de Biden
En la noche de apertura, la exprimera dama, Michelle Obama, mostró a Biden como un hombre “de fé, carácter y empatía”, en unos momentos en que, según dijo, el país necesita “una guía honesta” en tiempos de múltiples crisis.
Biden ha sufrido grandes pérdidas a lo largo de su vida -su primera esposa y su pequeña hija en un accidente, y en 2015 a su hijo mayor, Beau, por cáncer- y por eso puede relacionarse con quienes ahora sufren ante el colapso económico y la pandemia, según indicó.
Biden conoce “la angustia de sentarse a la mesa con una silla vacía”, da consuelo a padres que han perdido hijos, o comparte su teléfono con niños que, como le ocurrió a él, intentan superar problemas de tartamudeo, dijo Obama en un videoclip adelantado por los organizadores.
“Con su vida ha dado testimonio de cómo reponerse y va a canalizar esa misma determinación y pasión para levantarnos a todos, para ayudarnos a sanar y avanzar”, afirmó.
También se presentaron de forma virtual las senadoras demócratas, Amy Klobuchar y Catherine Cortez Masto, de Minnesota y Nevada, respectivamente; el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders; los gobernadores de Nueva York y Michigan, Andrew Cuomo y Gretchen Whitmer, respectivamente, y el “número tres” de la bancada demócrata de la Cámara de Representantes, James Clyburn.
La lista de oradores principales a lo largo de cuatro días incluye a la esposa de Biden, Jill Biden, y el expresidente Barack Obama.
La mayoría de los invitados se presentará mediante breves mensajes de video en vivo o pregrabados desde lugares remotos, muchos de ellos en horas de máxima audiencia entre las 9 y las 11 de la noche hora local.
Un cónclave de estrellas
Entre los oradores convocados a un encuentro sin multitudes figuran tanto líderes de la “vieja guardia” como estrellas ascendientes del Partido Demócrata, excandidatos presidenciales demócratas, y hasta líderes republicanos que le han dado la espalda al presidente, Donald Trump.
Así, por ejemplo, se prevé la participación del ex gobernador de Ohio y ex precandidato presidencial, John Kasich.
La convención, sin embargo, no ha estado libre de controversia porque, pese al compromiso demócrata de mostrar diversidad, el exsecretario de Vivienda y ex precandidato presidencial, Julián Castro, no figura en horario estelar.
Castro, que durante las primarias dio su respaldo a la senadora Elizabeth Warren -respaldó a Biden recién en junio pasado-, aparece en la lista del próximo jueves, pero no de forma prominente.
Castro participó el lunes en un panel junto a otros líderes latinos en el que destacó cómo los hispanos han sido golpeados por la pandemia, ya sea porque tienen un alto número de contagios o porque han perdido sus empleos o negocios.
“Los negocios de latinos estaban al alza. Pero han sido arrasados por la pandemia además de la terrible respuesta que ha tenido el presidente Trump”, afirmó Castro, quien aseguró que Biden ayudará a los latinos a “volverse a poner de pie”.
Los demócratas han salpicado su convención con numerosos legisladores latinos estatales y federales, y grupos afines también han programado eventos virtuales.
El Proyecto para la Victoria Latina programó para el martes un foro comunitario virtual con Biden y celebridades como el Chef José Andrés, el compositor y dramaturgo, Lin-Manuel Miranda, las actrices Eva Longoria, América Ferrera, Zoe Saldaña, y Jennifer López, y varios líderes latinos de la Cámara de Representantes.
Su propósito es promover una mayor representación de los latinos, desde los escenarios hasta los corredores del poder en Washington.
El mensaje demócrata
En declaraciones a la prensa, el co-presidente de la campaña de Biden, el afroamericano, Cedric Richmond, explicó que el lema de apertura, “Nosotros, el pueblo”, está centrado en un mensaje de inclusión y unidad nacional, sin importar la ideología de los votantes.
“Somos un solo pueblo que sufre ahora y esta pandemia ha cruzado todas las líneas” raciales y políticas, señaló Richmond.
La pandemia ha afectado desproporcionadamente a los hispanos y afroamericanos y personas pobres o sin seguro médico, y su manejo por parte de la Administración Trump se ha convertido en tema electoral.
Los demócratas también quieren destacar que su coalición abre las puertas incluso a republicanos que “en silencio apoyan a Biden”, explicó Symone Sanders, una asesora sénior de la campaña.
Los eventos paralelos de Trump
Trump ha intentado restar cobertura mediática a la convención demócrata, con sendos actos que la Casa Blanca programó el lunes en Minnesota y Wisconsin, para destacar su agenda económica.
Varios aliados republicanos de Trump se encuentran en Milwaukee -aunque su convención es la próxima semana-, y la campaña de Biden condenó esa estrategia en un nuevo anuncio porque, a su juicio, pone en riesgo la salud de los estadounidenses.
Trump ha querido pintar a Biden y a Harris como dos “extremistas radicales” que causarán el desplome del país, a la vez que su campaña ha mantenido su conocida retórica contra la inmigración, con la meta de animar a su base como lo hizo en 2016.
Aunque mantiene un firme apoyo de su base, Trump enfrenta un bajón en las encuestas en general, debido a la pandemia.
El jueves próximo, cuando Biden se corone como candidato presidencial, Trump prevé dar un discurso en Old Forge (Pensilvania), muy cerca de Scranton, la ciudad natal de su rival demócrata.
Pensilvania es uno de un puñado de estados clave para ganar la presidencia, y la idea de Trump es destacar “cómo Biden lleva medio siglo fallándole” al país.
Sólo que, en el arranque de la convención demócrata, las encuestas siguen dando la ventaja a Biden, incluyendo una de Latino Decisions, que lo muestra con una ventaja entre el electorado hispano de 66% contra el 24% para el mandatario.