La pandemia del COVID-19 supuso un cambio drástico en la dinámica de los centros de salud que recibieron a pacientes del brote. En Maryland, estado con más de 100 mil casos positivos, las autoridades sanitarias pusieron normas que frenaron las visitas a los afectados, reglas que gradualmente se han ido relajando.
Baltimore Sun hizo mención del centro de salud de la Universidad Johns Hopkins, donde Theirrien Clark pasó 46 días como víctima de la pandemia, más de 20 conectado a un respirador artificial. Hoy, con el alta médica a su favor y de nuevo en casa, recuerda su situación.
Marcy Myles-Clark, su esposa aseguró haber estado “muy agradecida” al tener la posibilidad de ver a su pareja: “hay un impacto emocional cuando estás realmente enfermo. Necesitas la tranquilidad. Creo que es por eso que estuve allí. … Podría ofrecer una mano, un beso, una oración”
A juicio de la mujer, esa visita pudo haber hecho la diferencia en la recuperación de su esposo.
Previo a esto, recuerda Myles-Clark, las visitas eran virtuales. Primero, la dama hablaba con un especialista, sobre todo en días cuando su esposo estaba en terapia intensiva. Después llegó el día esperado, ese cuando pudo estar frente a su pareja. A diferencia de aquellas visitas pasadas, esta vez la protección llegó a ser una obligación: “No me gustó, pero entendí que estaban tratando de proteger a ambas partes”.
Con la baja en las hospitalizaciones, y pese a que los casos siguen en aumento en casi todo el territorio estadounidense, las medidas de este tipo han sido cada vez más habituales.
De acuerdo con el Baltimore Sun, un total de 13 hospitales de Maryland permiten un visitante por afectado al día.
“Realmente hemos tratado de equilibrar la necesidad de mantener a los pacientes y al personal seguros con los beneficios que las familias traen”, señaló al diario la doctora Giora Netzer, vicepresidenta de experiencia del paciente en el emblemático Centro Médico de la Universidad de Maryland. “Todos estamos de acuerdo en lo vitales que son las familias. Ninguna decisión se tomó a la ligera”.
Hasta el lunes, Maryland contabilizaba 435 personas hospitalizadas por complicaciones relacionadas con el coronavirus.
“Mi esperanza es que los hospitales puedan hacer excepciones apropiadas para permitir que una persona de apoyo acompañe a los pacientes más necesitados y proporcione [equipo de protección personal] para proteger a esa persona”, aseguró Anna Palmisano, directora de Marylanders for Patients Rights.