Claudia Ginestra
El año pasado, la administración de Trump, eliminó una política conocida como “Medical Deferred Action”, un estatus que permite que personas gravemente enfermas puedan permanecer en Estados Unidos y recibir tratamiento médico. Una joven española con atresia pulmonar se ha beneficiado de este permiso para poder continuar su tratamiento en el Children’s Hospital de Boston. Ahora se encuentra atrapada en Estados Unidos, ya que le fue aprobado el permiso para quedarse hasta diciembre, pero no podrá volver a su país natal, pues perdería la opción de continuar con su tratamiento.
Conchita Badia, su madre, ha estado acompañando Serena en sus viajes a Boston desde 2010 para tratar su caso médico, un defecto cardíaco de nacimiento, por el cual la válvula que controla el flujo de sangre desde el corazón hacia los pulmones nunca se forma. En los bebés con este defecto, la sangre tiene problemas para fluir hacia los pulmones para incorporar el oxígeno que debe llevar a todo el cuerpo. Esta enfermedad es poco comúun, y la familia no obtuvo la información adecuada en ese momento ni tampoco ayuda del gobierno.
Cuando Serena tenía 4 años, los médicos en España le dijeron que ya no sabían que hacer con su caso, y que probablemente viviría hasta los 12 años. Sin embargo, no fue así. La familia consiguió un tratamiento exitoso en Boston Childrens Hospital, y por ello han tenido que venir frecuentemente a Estados Unidos para que Serena pueda someterse a múltiples cirugías. “Hemos viajado desde 2010 en nueve ocasiones. Hasta ahora, Serena se ha hecho 4 operaciones de corazón abierto, 16 cateterismos, 1 cirugía de cuerdas vocales”, contó la madre.
Badia asegura que llegar a Boston fue producto de mucho esfuerzo y préstamos con el objetivo de poder lograr el tratamiento de su hija. Esos viajes fueron realizados bajo un permiso llamado ESTA, el cual permite viajar a las personas sin visa, pero el solicitante debe ser de los países que son parte del convenio. El permiso permite a la persona estar tres meses en Estados Unidos.
En Julio 2018, la última vez que vinieron, Serena se complicó ya que su cuerpo no reaccionó bien a un medicamento, y por ello la familia tuvo que empezar a alojarse en Boston Children ‘s Hospital por unos cuatro meses, mientras recibía tratamiento médico. “En ese momento, nuestro permiso para quedarnos en Estados Unidos iba a vencer, y el hospital se iba a encargar de pedir una ampliación”, dijo. “Pero se llenó mal un formulario y se solicitó una visa, en vez de ampliar el ESTA. La visa fue rechazada”. Badia explicó a los oficiales que la única razón por la que pedían el permiso era por razones médicas, aunque los oficiales no le creían al comienzo, hasta que le pidieron que suministrara todos los documentos que probaran el caso médico.
Un abogado le recomendó aplicar a un tipo especial de DACA, destinado a personas enfermas que necesitan tratamiento médico en EEUU, y finalmente fue aceptado el permiso por un año, hasta diciembre del 2020. Sin embargo, ahora la familia no puede salir de Estados Unidos ya que sufrirían una penalización de no poder volver al país por cinco años, y Serena debe seguir tomando tratamiento toda su vida. “Ahora realmente no sabemos qué hacer, mi vida está en España y no puedo regresar. Mis ahorros se están acabando, actualmente no estoy trabajando”, contó la madre.
Como este caso, hay muchas otras personas que solo necesitan ir a EE.UU a recibir tratamiento médico, pero por políticas de inmigración se ha complicado. Ahora, la familia Badia no tiene claro cuáles serán sus próximos pasos y espera que haya una solución para que puedan volver a su vida en España, y venir a Estados Unidos solo a recibir tratamiento médico.