Los cines comienzan a reabrir con los asientos separados. Los estudiantes universitarios regresan al campus utilizando mascarillas. Los horarios vacíos se llenan de nuevo con cenas al aire libre, reuniones familiares, servicios religiosos y deportes juveniles.
Seis meses después de registrarse los primeros casos de coronavirus en Maryland, el Distrito y Virginia, las comunidades están comenzando a vivir bajo un nuevo tipo de normalidad socialmente distante, en el que más de 1.500 personas siguen dando positivo al virus cada día.
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Los expertos aseguran que es poco probable que estos casos diarios disminuyan en los próximos meses, dada la fatiga pública por el virus y la falta de voluntad cívica o política para imponer restricciones más fuertes.
“No esperaría que mejorara mucho antes de que tengamos un uso generalizado de una vacuna”, dijo Eric Toner, un académico principal del Centro de Seguridad de la Salud de Johns Hopkins.
Clifford S. Mitchell, director de la Oficina de Salud Ambiental del Departamento de Salud de Maryland, afirmó que aunque los funcionarios saben que es “teóricamente posible” reducir aún más el número de casos, ello tendría “un tremendo costo social”.
“Hemos hecho, creo, como estado, lo mejor que se puede hacer para conseguir reducir los casos sin forzar a la gente a no salir de sus casas”, dijo Mitchell, asesora del gobernador Larry Hogan (R). “El estado tiene la intención de concentrarse en reducir las tasas de infección en las comunidades más afectadas”, dijo Mitchell, y observar cómo reabrir el estado afectaría el nuevo nivel básico de infección.
Con más de 7.000 personas muertas por la pandemia en Maryland, Virginia y el Distrito, los funcionarios de salud están rogando a los residentes continuar utilizando las cubiertas faciales y evitar las grandes reuniones. Pero los expertos anticipan que las infecciones aumentarán de todos modos a medida que los gobiernos levanten las restricciones y que el clima frío, envíe a la gente a lugares cerrados. Si los patrones anteriores se mantienen, este aumento provocará un período de mayor ansiedad antes de que la gente baje la guardia nuevamente, lo que provocará la siguiente oleada de casos, reseñó de The Washington Post.
“Todos pasaremos por esta montaña rusa, esperemos que con una pequeña amplitud, en el futuro inmediato”, dijo Toner.
” El estancamiento no es algo bueno”, dijo el viernes la alcaldesa de D.C. Muriel E. Bowser (D), especialmente porque la ciudad sigue sin poder conectar los nuevos casos con los antiguos para determinar cómo se está propagando el virus. “Creo que es bueno que no veamos nuevos casos en los cientos, pero aún así vemos demasiados casos nuevos”.
Por su parte, la concejala de Alexandria, Redella “Del” Pepper (D), quien ha estado en el cargo desde 1985, dijo que el nivel actual de infección no es aceptable. “Las poblaciones vulnerables, en particular, van a tener que hibernar”, dijo, a menos que la gente haga un mejor trabajo en el uso de mascarillas y en el cumplimiento del distanciamiento social.
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Con información de The Washington Post
