Por Olga Imbaquingo - Especial para El Tiempo Latino
El Tiemplo Latino está de aniversario. Tres décadas disputando el liderazgo y convertido en el referente de la prensa en español del área metropolitana. He aquí solo algunos de los grandes ejes transversales que han marcado la agenda y los compromisos que el periódico tiene con la comunidad.
UN POWERMETER PARA NUESTROS LIDERES
Desde 2017 en el área metropolitana, El Tiempo Latino genera un ambiente de expectativa. La iniciativa del Powermeter 100 va a la vanguardia encendiendo la antorcha justo donde está un doctor, una maestra, un líder político, un pequeño empresario, un activista comunitario, una ambientalista, un artista o un científico. Todos ellos, hispanos o no, tienen un rasgo común: están entregados a mejorar la vida de la comunidad latina.
Ricos y pobres, blancos, negros, latinos y no latinos, hombres y mujeres, ejecutivos u obreros, jóvenes o mayores son bienvenidos. La única escarapela de su vida es que con su trabajo están haciendo la diferencia.
“Cada vez que se acerca la temporada del Powermeter 100, nuestra redacción se inunda de nominaciones. Recibimos más de 600 nombres, lo que le da un arduo trabajo al comité de selección. Esto nos enorgullece porque hemos descubierto que hay seres humanos valiosos, que de otra forma no sabríamos que desde sus espacios de acción trabajan por nuestra gente”, dice Rafael Ulloa, VP ejecutivo de contenido de El Tiempo Latino.
La iniciativa del Powermeter nació en 2004 de la mano de El Planeta de Boston, el periódico hermano de El Tiempo Latino. Desde que se importó la propuesta, los habitantes del área metropolitana tienen una plataforma donde, como dice Jackie Reyes, directora ejecutiva de la Oficina de Asuntos Latinos de la Alcaldía de DC (MOLA), “los héroes sin capa y sus aportes son reconocidos”.
Ante todo, el Powermeter 100 en palabras de Javier Marín, publisher y CEO de El Tiempo Latino y El Planeta, “es una gran oportunidad para celebrar a la gente que está cerrando las brechas de las diferencias que nos separan y fortaleciendo la calidad de vida de la comunidad hispana”. Esta fue su reflexión durante la celebración de 2017.
En el último tributo presencial del 2019, Marín les pidió a los asistentes “celebrarlo”, pero también entender que este “es un reto, porque nosotros los estamos haciendo responsables de nuestro progreso y del buen uso de su sentido común, puesto que nuestro crecimiento social y económico depende de sus líderes”.
CELEBRANDO EL ORGULLO DE SER LATINOS
Para El Tiempo Latino no hay mejor inversión que su tinta y papel sea para informar de las vicisitudes, logros y sueños de la comunidad latina. A ello se ha entregado los últimos 30 años. Sin embargo, entre el 15 de septiembre y 15 de octubre El Tiempo Latino deja correr ríos de tinta para destacar, celebrar, ponerle rostro y darle voz al mejor trigo de su raza.
“El Mes de la Herencia Hispana es ya una tradición, con una agenda apretada y diversa. Hay que destacar que DC y su área metropolitana es el centro político de Estados Unidos y que los latinos son muy activos. El periódico ha respondido muy bien a ese dinamismo”, señala Ulloa.
Durante el Mes de la Herencia Hispana, a través de sus páginas desfilan los logros y los anhelos, sea de un niño prodigio en el piano, una mujer bombero convertida en líder de enlace comunitario o una joven que quiere alcanzar las estrellas desde su puesto de ingeniera espacial.
El terreno de hombres y mujeres latinos, afrolatinos, asiático-latinos y de la comunidad LGBT latina es fértil en educación, ciencia, salud, cultura y negocios. “El Tiempo Latino en cada Mes de la Herencia Hispana va un paso adelante destacando lo bueno que hacemos y lo mejor que damos para eliminar estereotipos en nuestra contra”, dice María Patricia Corrales, presidenta de Fiesta DC, el desfile más grande de la hispanidad.
Durante ese mes hay espacio para las tradiciones, los desfiles, la gastronomía y todas las disciplinas artísticas latinas. “Lo que somos lo hemos avanzado juntos, nosotros en la organización y El Tiempo Latino como el brazo portador de las buenas noticias”, señala Corrales.
UN AÑO COMO NINGUNO
Dice el dicho, de salud y dinero mejor en tu idioma. El coronavirus demostró que eso es verdad y El Tiempo Latino se entregó al reto de informar, educar y orientar.
“Tenemos un empleado de limpieza que no sabía por qué había que ponerse mascarilla y casi nada entendía del virus, porque la información solo está en inglés.
Es urgente que empecemos a llegar a nuestra comunidad en español”, fue el pedido del epidemiólogo René Nájera, del departamento de Salud de Fairfax, al comienzo de la pandemia.
Con sus años de experiencia y con la credibilidad como su único patrimonio, El Tiempo Latino se unió a esos esfuerzos desde la irrupción de la pandemia. ¿Dónde están los puestos de alimentos?, ¿Dónde realizarse las pruebas?, ¿Dónde hay mascarillas gratis?, ¿Dónde llamar para solicitar ayuda para la renta?, ¿Cuáles son las ayudas para los pequeños negocios? ¿Cómo registrarse y dónde están los puestos de vacunación?, toda esa información está en sus ediciones de papel, digital y también en Facebook.
“En ese esfuerzo por ayudar a salvar vidas y ante tanta desinformación decidimos ser el medio impreso en español dedicado a llevar la información ajustada a la verdad. Mantenemos ese compromiso dándoles una tribuna a los expertos ahora que estamos en la fase de vacunación”, asegura Ulloa.
El Tiempo Latino ha puesto nombre y apellido a las víctimas, a los héroes, a las enfermeras, a esas manos generosas que van repartiendo alimentos, a los trabajadores de limpieza y a quienes ya se están poniendo la vacuna. Sin descuidar la urgencia de emergencia sanitaria, no se olvidó que el Censo y las elecciones también eran trascendentales para la vida de los hispanos.
PREPARADO PARA LOS RETOS MODERNOS
Durante este viaje de 30 años, El Tiempo Latino tiene escrito en piedra su compromiso de servir a la comunidad. En ese trayecto ha ido cosechando, además de la confianza de los lectores, reconocimientos y premios de la Asociación Nacional de Prensa Hispana.
Esos logros propiciaron una adaptación a los nuevos tiempos impuestos por la tecnología.
Mientras la relevancia del periódico de papel creció durante esta pandemia, se fortaleció el diario digital para suplir la falta de información nacional y abarcar al segmento de población más joven.
Los lectores reciben 24 horas al día información nacional actualizada y adaptada a las necesidades y sensibilidad de su público. “Con el periódico de papel bien afianzado, ahora también somos el diario digital en español del área metropolitana. Así dimos un salto y quintuplicamos la cantidad de lectores”, comenta Ulloa.
La información política que genera DC y que está en inglés no estaba disponible para el público hispano que prefiere leer en español. Gracias a esta adaptación, alguien que vive en Georgia, Arizona o California puede leer El Tiempo Latino. Cada tarde llega a los emails de los lectores de todo el país un boletín noticioso con las últimas noticias del día y con un valor agregado: los links de las publicaciones donde se pueden encontrar los originales de esas noticias.
Además, un convenio con The Washington Post, permite a El Tiempo Latino acceder a las noticias en inglés, que el periódico las publica adaptadas al público hispano; y recientremente también se ha firmado un acuerdo de contenido con The Financial Times. En el área digital, El Tiempo Latino es el único medio en español que tiene un convenio con Now This, el mayor productor de contenido de video para las redes sociales.
SIN CULTURA NO HAY FUTURO
Pese a las limitaciones de espacio, tiempo y recursos, la cultura y las artes, eran infaltables en los espacios del periódico antes de la pandemia. Como el que más, El Tiempo Latino ha destacado el trabajo del Teatro GALA y ha dado espacios a sus artistas en sus diferentes disciplinas.
“Las iniciativas a favor de la cultura y la promoción de las actividades culturales son importantes para derribar estereotipos, por eso es vital la cobertura de esas actividades”, dijo Chiristine McDonald, directora ejecutiva de Hola Cultura. Para ella, “el espacio que El Tiempo Latino ha dado a nuestras actividades ha servido para que a más lectores conozcan nuestro trabajo. Este aporte es un servicio altruista, porque las organizaciones que trabajan en la promoción de las artes y la cultura no tienen dinero para publicitarse”, dijo McDonalds.
El Tiempo Latino continuará con el apoyo, por ejemplo, a la creación del tan ansiado museo de los latinos en Washington DC o de la promoción de las actividades del Smithsonian Latino Center, hoy cerrado debido a la pandemia.
EL VOTO, LA VOZ DE LA COMUNIDAD
Durante sus tres décadas de existencia, El Tiempo Latino ha sido un vehículo de promoción de la importancia del voto en la comunidad hispana.
Derribando los estereotipos de que “al latino no le interesa la política”, el periódico ha usado sus páginas para exponer las propuestas de candidatos locales y nacionales de diversas corrientes, conversar con organizaciones promotoras del voto y darles espacio a los expertos que de manera tajante han demostrado al lector que solo votando se podrá ganar un puesto en la mesa de toma de decisiones. Así, El Tiempo Latino ha participado en proyectos clave como por ejemplo la producción y distribución de la Guía del Votante en Español de League of Women Voters del condado de Montgomery. En 2020 fue la primera vez en cien años de historia de la Liga que la guía se publicó en español. Ampliando el alcance a nivel nacional, ETL también cubre estos días procesos electorales fuera del DMV, siendo el ejemplo más reciente el de las elecciones de Georgia el pasado mes de enero.
