James Politi en Washington - Financial Times
Los Demócratas en el Congreso, junto con funcionarios de la Casa Blanca, confían en poder aprobar un paquete de recuperación económica de más de $3tn (millones de millones de dólares), financiado por un aumento en los impuestos a las corporaciones y a las personas de mayores ingresos, aún sin apoyo de los Republicanos.
El presidente de EEUU Joe Biden dijo esta semana que su próxima “gran iniciativa”, luego de haber promulgado la ley de estímulo fiscal de $1.9tn este mes, sería un plan multibillonario para financiar gastos de infraestructura, educación y cuidado infantil – utilizando en parte un incremento de impuestos.
Se espera que exponga detalles del plan durante una visita a Pittsburgh, Pennsylvania el miércoles, antes de comenzar negociaciones en el Capitolio que podrían dominar la agenda política en los próximos meses.
Si bien las conversaciones sobre este plan probablemente duren más que las del paquete de estímulo, personas informadas indicaron que funcionarios del ejecutivo y congresistas demócratas piensan que está surgiendo suficiente apoyo dentro de su propio partido como para aprobar el plan de recuperación sin necesidad de votos Republicanos.
“Estoy un noventa por ciento seguro que para el otoño habremos aprobado una o más leyes de infraestructura significativas” declaró Don Beyer, presidente del Comité Económico Conjunto y representante Demócrata por Virginia.
“Todos quisieran que fuera bipartidista – y eso lo digo sinceramente. Pero no vamos a dejar de hacerlo, ni vamos a aprobar algo demasiado pequeño, simplemente en aras del bipartidismo”.
Si tiene éxito, el nuevo plan de $3tn de Biden dotaría de una nueva capa de apoyo fiscal a la economía de EEUU en un momento en el cual inversionistas, ejecutivos y gerentes de políticas siguen asimilando las implicancias del reciente aumento en el gasto público de EEUU utilizado para luchar contra la recesión inducida por la pandemia.
La administración Biden ha estado evaluando un incremento en la tasa corporativa desde un 21 a un 28 por ciento, y un nuevo impuesto mínimo a la porción del ingreso de multinacionales estadounidenses que provenga de fuentes extranjeras. También está considerando una serie de incrementos a diferentes tasas personales, con tal de que no afecte a los hogares que ganan menos de $400.000 al año. Las propuestas incluyen mayores impuestos de nómina, un aumento en la tasa máxima, y un incremento del impuesto sobre ganancias de capital para aquellos ultra ricos que ganan más de $1 millón al año.
Funcionarios de la administración también están dirimiendo si deben dividir la propuesta en dos partes, apareando los incrementos en tasas corporativas con las inversiones en infraestructura y energía limpia; y los aumentos de impuestos a personas físicas con el resto de las medidas. El domingo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, sugirió que podrían ser dos proyectos de ley distintos: el primero enfocado en infraestructura, y el segundo, en abril, enfocado en salud y cuidados infantiles.
“Nos preocupa que pase mucho tiempo antes de que volvamos a tener la combinación perfecta de no sólo los votos necesarios sino también la voluntad política para actuar”
Don Beyer, presidente del comité conjunto de economía.
Una aprobación respaldada únicamente por votos Demócratas sería replicar la estrategia política utilizada exitosamente por la Casa Blanca y los líderes del partido para promulgar la ley de estimulo de $1.9tn con escasas mayorías en ambas cámaras.
En el Senado, se requeriría adoptar nuevamente la maniobra legislativa de “reconciliación”, sólo aplicable a medidas presupuestarias, para poder eludir la super mayoría de sesenta votos requerida para aprobar leyes ordinarias en la cámara alta.
Biden se ha reunido con algunos legisladores Republicanos para discutir el gasto en infraestructura. Pero no está contando con su apoyo, ya que varios han criticado duramente que pretenda financiar el paquete con incrementos del impuesto a las corporaciones y a los individuos de mayores ingresos, medidas que desmontarían parcialmente los recortes impositivos de Donald Trump.
Entretanto, han aumentado las esperanzas de evadir la oposición Republicana con apoyo unánime de los Demócratas en el Capitolio. Joe Manchin, senador moderado Demócrata por West Virginia, dijo a la cadena NBC esta semana que apoyaría un “enorme” paquete de infraestructura financiado parcialmente con aumento de impuestos.
Biden espera generar impulso político para el programa por la popularidad de su contenido, dado que las medidas como el gasto en infraestructura, educación prescolar generalizada, y aún el incremento de la tasa a personas de mayores ingresos se perfilan bien en las encuestas. Asimismo, los Demócratas piensan que esta es su mejor oportunidad para corregir la subinversión crónica en bienes públicos que a su parecer ha frenado la economía de EEUU durante décadas, contribuyendo a un crecimiento lento y una creciente desigualdad.
“Creo que nos preocupa que pase mucho tiempo antes de que volvamos a tener la combinación perfecta de no sólo los votos necesarios sino también la voluntad política para actuar”, indicó Beyer.
Lindsay Owens, directora ejecutiva en jefe del centro de expertos liberal Groundwork Collaborative, piensa que los Demócratas están “ansiosos por lograr algo, más” allá del plan de estímulo. “Hay mucho entusiasmo y la pura política es realmente favorable en cuanto gran parte de esto”.
Numerosos analistas políticos opinan que las perspectivas son buenas para la Casa Blanca actualmente.
“Biden todavía tiene el viento a sus espaldas, va bien en las encuestas, estas políticas tienen cifras de aprobación altas, y yo creo que van a lograr $3tn y que se habrá promulgado antes del receso de agosto”, indicó Chris Krueger, director gerente del Cowen Washington Research Group.
El principal obstáculo en el Capitolio podría venir si los Republicanos y los grupos de empresarios tienen éxito en difundir el mensaje de que los aumentos impositivos podrían dañar la recuperación justo en el momento en el cual la economía comienza a rebotar fuertemente. Pero muchos Demócratas y economistas de izquierda dicen que esos argumentos son menos efectivos debido al actual escepticismo sobre los beneficios de la economía de filtración.
“Uno podría argumentar que la única política que los Republicanos aprobaron [durante la presidencia de Trump] fue una reducción substancial de los impuestos”, dijo Steph Sterling, vicepresidenta en el Roosevelt Institute, un grupo de expertos progresista.
“Y en general no tuvo apoyo popular porque los Demócratas difundieron exitosamente el planteamiento cierto de que los beneficios obtenidos por los ricos eran mucho mayores que los generados para las personas normales”.
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