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En Virginia la vacuna contra el coronavirus no es obligatoria para los estudiantes entre los 12 y 18 años, pero es muy recomendable ponérsela antes del comienzo del año escolar. Este mensaje de las autoridades de salud caló en los oídos de las familias Cuttier-Cocuesta y Álvarez-De La Cruz, quienes ya llevaron a sus hijos a un puesto de vacunación.
Con los padres de familia ya vacunados y ahora los hijos también, en estos hogares reina la tranquilidad de contar con una barrera menos franqueable en esta lucha contra un virus y sus variantes que están rondando todos los rincones de Estados Unidos desde hace 17 meses.
La nueva variante delta mantiene en alerta al estado de Virginia, donde unas 60 mil infecciones podrían evitarse si aumenta en número de vacunados, según un modelo de proyecciones del COVID-19 de la Universidad de Virginia. La vacunación aún está por debajo de lo que se considera inmunidad de rebaño.
Cynthia Cocuesta-Cuttier siempre supo que no quería estar en el grupo de los no vacunados. Su esposo y ella ya recibieron sus dosis, al igual que su hijo de 21 años. Cuando se autorizó para los mayores de 12 años, la primera en ponerse a la fila fue su hija Jasmin Cuttier.
“A pesar de que mi niña tiene pánico a las agujas y que casi se desmaya mientras esperaba su turno ya está vacunada con las dos dosis”, contó su madre. Vacunarse fue una decisión de la adolescente, quien sufre de asma. Sus padres la apoyaron “por amor a ella misma y a la vida”, dijo Cocuesta-Cuttier.
“Al principio teníamos algunas dudas sobre la vacuna. Me preocupaban los efectos secundarios, pero mi casa es una mezcla de todas las épocas de vida, mi marido ya tiene 70 años y no queríamos correr riesgos”.
En Virginia se está promocionando la vacuna contra el coronavirus y las otras vacunas que necesitan los niños para volver a la escuela. “Quiero que todos sepan que las vacunas son importantes para prevenir enfermedades en los niños y son requeridas para iniciar el ciclo escolar. Dependiendo del grado del alumno será mandatorio presentar el carnet de vacunas, porque así lo ordena el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC)”, dijo Sergio Rimola, director de la Asociación de Médicos Hispanos de Estados Unidos, capítulo área metropolitana.

Los niños son alta fuente de contagio
El doctor Rimola además es el consejero latino en asuntos de salud para la Gobernación de Virginia y recordó que la vacuna contra el coronavirus está aprobada de emergencia para los niños de 12 años para arriba. No es obligatoria, pero deberían aceptarla por dos razones: primero, ellos pueden infectarse y si bien la mortalidad es baja en este grupo, algunos podrían llegar a necesitar ventilación asistida; segundo, los menores pueden ser asintomáticos, contagiar y enfermar a los adultos, si estos no están vacunados.
Rimola, quien trabaja para el sistema de salud Inova, lamentó que a aún estén circulando algunos mitos contra la vacuna. “No se hizo a la carrera, se cumplieron todos los protocolos científicos, se vacunaron a miles de niños en las pruebas de ensayo y no se encontraron efectos secundarios. Después de la segunda dosis, hubo pocos casos de inflamación del músculo y la membrana que cubre el corazón, pero se resolvieron sin dejar efectos”.
Si no se vacuna el 80% de la población, según Rimola, el virus seguirá mutando. En Virginia ya se ve el aumento de hospitalizaciones en las últimas dos semanas. A su criterio, con la variante delta y su poderosa capacidad de contagio “fue prematuro suspender el uso de las mascarillas, pero en las escuelas será obligatorio llevarlas puestas, practicar el distanciamiento y lavarse las manos con frecuencia. Lo bueno es que la mayoría de profesores ya están vacunados”, dijo.
Brandon Álvarez (14 años) lleva puesta su mascarilla siempre que sale de casa. El adolescente sufre de asma y sus padres decidieron escuchar más opiniones antes de llevarlo a un puesto de vacunación. El joven desde hace dos semanas ya está vacunado.
“Todos estamos inmunizados, excepto mi niño de 11 años, apenas cumpla 12 lo haré vacunar. Tenemos que aceptar que esto es como la influenza y cada año es importante prevenir. Si nos protegemos, más vidas se salvarán”, esa es la reflexión de la madre de Brandon, Tania de Cruz. “Dicen que la vacuna reduce años de vida, pero mi lógica es que si sales a la calle y te mata un carro la vida se reduce a nada. Nosotros nos infectamos con el coronavirus, estuve muy grave, sé lo que se siente, por eso le apostamos a la vacuna”.
A las mujeres embarazadas y madres lactantes, el doctor Rimola les recordó que el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia recomendó vacunarse contra el coronavirus. De no hacerlo y contagiarse podrían tener complicaciones y terminar en terapia intensiva. “La madre vacunada pasará los anticuerpos al bebé gestante y al recién nacido a través de la leche”.

No olvide las otras vacunas
No solo la vacuna del COVID-19 es importante. Rimola mencionó que hay otras vacunas requeridas para volver a clases. “Los padres de familia deben revisar el carné y asegurarse de que no falte ninguna. De faltar deberán procurarla de inmediato”. Se necesita un refuerzo entre los 11 y 12 años contra el tétanos, la difteria y tosferina. Revisen que en la cartilla también conste la otra contra la meningitis. Haga una cita para las vacunas obligatorias llamando al (703) 246-7100.
Otra vacuna ineludible es la del papiloma humano, de este virus hay varios genotipos, pero hay dos (16 y 18) altamente peligrosos y causantes de cáncer de cuello uterino y vaginal, en las mujeres; de pene, en los hombres; y, de garganta, en los dos sexos.
Rimola, quien tiene la especialidad de ginecología y obstetricia, señaló que la vacuna del papiloma humano está autorizada para inocularse desde los nueve años. Si los niños no están vacunados hasta los 15, en vez dos dosis recibirán tres.
“Con esta vacuna hay un dilema: es obligatoria, pero los padres de familia pueden oponerse. Ese rechazo suele darse más entre los latinos porque creen que la vacuna dará más libertad sexual a sus hijos. Lo que deben saber es que en el mundo cada año se detectan cinco millones de tumores cancerosos relacionados con el papiloma humano. En Estados Unidos, 80 millones han sido expuestos a este virus de trasmisión sexual”.
Por Olga Imbaquingo - Especial para El Tiempo Latino