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Para más información visite: www.vdh.virginia.gov/backtoschool

Por la Dra. Rebecca Vargas-Jackson, M.D. George Mason University, Center for Health and Risk Communication, Physician Manager Support of the COVID-19 Health Equity Group, VDEM.
• ¿Estás al día con las vacunas de tus hijos? He aquí por qué este es el momento perfecto del año para una revisión.
Ya terminó el verano y la familia regresará muy pronto a sus rutinas diarias. Y este es el momento ideal para que cada padre, madre o tutor de un niño o adolescente se haga una importante pregunta: “¿Mis hijos tienen todas sus vacunas?”.
Este cuestionamiento es crucial, especialmente ahora, pues según cifras oficiales 4 de cada 10 niños en Estados Unidos no se han vacunado en los últimos meses porque sus padres dejaron de llevarlos a sus respectivas consultas pediátricas por miedo a que se contagien del COVID-19.
¡Tenemos que evitar que nuestros hijos se contagien de enfermedades prevenibles que pueden ser mortales! Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de las vacunas. Ello se debe a que el organismo necesita protegerse contra diversos virus y bacterias que están por todas partes en nuestro entorno. Si los niños no son vacunados correctamente a una edad temprana no tendrán ninguna protección contra enfermedades que podrían afectar a su desarrollo o incluso causarles la muerte prematuramente.
A manera de ejemplo, en las últimas tres o cuatro generaciones ha disminuido drásticamente el número de niños con polio.
Estamos muy agradecidos por la vacuna de polio porque evita que se produzcan nuevos casos de esa enfermedad. Lo mismo ocurre con otras enfermedades como el sarampión, las paperas, la rubeola (también conocida como sarampión alemán), la tos ferina (o pertussis), la difteria y la varicela, entre otras; pero si tu hijo no se vacuna, ¡estas vacunas no le protegerán de contraer enfermedades que pueden causar discapacidades permanentes o muerte! Por eso hay que llevarlos al pediatra, a la clínica gratuita o a las oficinas del Departamento de Salud de cada ciudad, donde médicos o enfermeros podrán comprobar sus registros de inmunización y ver qué vacunas son las que les hace falta y ponerlos al día.

En Virginia, hay dos calendarios de vacunación disponibles.
El primero, conocido como Calendario de Vacunación Infantil, comienza desde el nacimiento y termina cuando los niños cumplen seis años. También hay un segundo calendario para los niños que cumplieron seis años hasta los 18, llamado Requisito de Vacunación Escolar, requerido por el Código de Virginia antes entrar a la guardería o a escuelas tanto públicas como privadas.
Como ya se mencionó, cada edad requiere diferentes vacunas. Cuando recibimos las vacunas, el organismo está preparado para defenderse de ciertos virus y bacterias a las que puede ser que nunca antes hayan estado expuestos. Por eso, cuando los chicos llegan a la adolescencia y están a punto de entrar al séptimo grado, necesitan tener las del TDAP, HPV y meningitis antes de ser admitidos en los salones de clase.
La primera de estas inmunizaciones, conocida como TDAP, es la vacuna que protege del tétanos, la difteria y lo que conocemos como tos ferina o la tos convulsiva - que no es una tos simple, que se va a pasar con un jarabe de la tos que se compra en la farmacia, ni con miel u otros remedios caseros. Es algo bastante serio. El tétanos también es muy grave, los niños se pueden infectar muy fácilmente haciendo deportes o simplemente jugando en el parque.
Luego tenemos la vacuna que protege contra el virus del papiloma humano (VPH). Este tipo de vacuna es muy importante en adolescentes, especialmente cuando están comenzando su vida íntima, pues les ayuda a prevenir el contagio con este virus y sus posibles consecuencias que incluirían cáncer en genitales, ano o garganta, para ambos sexos.
La tercera vacuna necesaria para el regreso a clases, especialmente cuando están entrando los chicos al séptimo grado es la que protege contra la meningitis, una enfermedad que produce la inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal y puede producir sordera, parálisis, o afectar el desarrollo cognitivo, por ende, el rendimiento escolar. En casos muy severos, la meningitis puede llegar a causar la muerte.
Sin lugar a dudas, el sistema inmunológico de sus hijos debe aprender a defenderse y la mejor forma de “entrenarlo” es colocándole las vacunas necesarias, en el momento indicado, sin olvidar que el acceso a las vacunas es gratuito, no se discrimina a los niños por su estatus migratorio y se convierte en un privilegio que muchas veces no tenemos en nuestros países de orígen, especialmente cuando venimos de América Latina. Entonces, hay que tomarlo como un privilegio que tienen usted y sus hijos, un derecho a crecer más sanos y protegidos.
Para concluir, no se olvide que si su niño tiene 12 años o más debe recibir la vacuna de COVID-19 ya que la variante Delta está causando una enfermedad muy severa en niños y adolescentes.
Encuentre más información sobre los esquemas de vacunación vigentes en Virginia o las vacunas requeridas para el regreso a clases visitando: https://www.vdh.virginia.gov/backtoschool o, siguiendo @vaccinatevirginia en Facebook e Instagram, donde va a encontrar información sobre los lugares en los cuales usted puede tener acceso a estas y otras vacunas.