La desaparición de Gabby Petito es una de las más connotadas en Estados Unidos. Pero que el caso tomara relevancia en un país que, durante 2020, tuvo más de 540 mil reportes de personas desaparecidas, ha generado polémica.
La historia detrás de la muerte de Petito es un torbellino en Internet. Solo en Instagram, el término Gabby Petito tiene más de 18 mil publicaciones asociadas, mientras que en TikTok, la etiqueta con el nombre de la joven asesinada, cuenta con 1,2 billones de visualizaciones. La frase #findbrianlaundrie, en referencia a Brian Laundrie, prometido de la joven, quien aún es buscado por las autoridades y fue declarado como “persona de interés” en el homicidio, es uno de los trends de TikTok.
Aún no queda claro si el desenfreno en redes sociales ha ayudado en la investigación y la búsqueda de Laundrie. Las teorías sobre la conducta del prometido de Petito, y las observaciones de su relación cobraron fuerza en Reddit, Instagram, YouTube, Facebook, TikTok y Twitter, conforme las autoridades han revelado algunas pistas sobre la investigación.
Actualmente, los usuarios de TikTok reportan lo que creen son “avistamientos” del prometido de la bloguera, para intentar ayudar a las autoridades en su búsqueda. Los asiduos de las redes sociales están fascinados por el caso y estudian detenidamente gran cantidad de videos y fotos en línea, en busca de pistas, reportó AP.
El caso Gabby Petito en 3.0
A menudo las redes sociales están asociadas a escándalos relacionados con la privacidad de los usuarios, la desinformación y el fake news. Recientemente, Netflix estrenó la serie Clickbait que habla sobre cómo las plataformas sociales pueden influenciar y cambiar la vida de una persona en un instante.
El universo de estas aplicaciones es tan amplio que hay 4,48 mil millones de usuarios activos en redes sociales (56.8% de la población mundial), según datos del reporte DIGITAL 2021, Hootsuite y otras compañías especializadas en hábitos del uso de Internet.
De ese número, más de 1,39 mil millones de personas usan Instagram y 2,29 mil millones usan Youtube. Cerca de 170 millones de usuarios de Instagram están en Estados Unidos, una de ellas era Gabby Petito, quien usó las redes para documentar su vida y su viaje con su prometido.
La pareja invitó a los usuarios de las redes sociales a seguir su recorrido y compartieron escenas aparentemente felices, dando volteretas en una playa, caminando por senderos de montaña o de acampada en el desierto de Utah. Pero en su último viaje, se pelearon en el camino y la policía grabó un video, en el cual los interrogó sobre la discusión, pero no se presentaron cargos. Laundrie regresó solo a Florida en la furgoneta a principios de septiembre.
Petito fue reportada perdida el 11 de septiembre y su cuerpo fue hallado el 20 del mismo mes en Wyoming. El 21 de septiembre las autoridades confirmaron que la joven fue asesinada.
Otra pareja que documenta sus viajes en YouTube revisó algunas de sus grabaciones cerca de Grand Teton y vio lo que dijeron que era la furgoneta blanca de Petito y Laundrie. Publicaron una imagen de la misma con una gran flecha roja apuntando a ella y las palabras: “Encontramos la furgoneta de Gabby Petito”. Afirmaron que eso fue lo que llevó a los investigadores a la zona donde se encontró el cuerpo.
El FBI no ha especificado qué condujo al descubrimiento, ni ha dicho si otras pistas de los detectives de Internet han ayudado en los hallazgos realizados.
Michael Alcazar, un detective retirado de la ciudad de Nueva York y profesor del John Jay College of Criminal Justice, dijo a AP que la cuenta de Instagram de Petito dio a los investigadores lugares para empezar a buscar y que las redes sociales se convirtieron en una rica fuente de pistas. “Instagram es algo así como la foto del cartón de leche, salvo que llega a mucha gente rápidamente”, afirmó.
Los detectives online en busca de Brian Laundrie
La desaparición y muerte de Gabby Petito, así como la búsqueda de su novio por parte de la policía, han generado un torbellino, con una multitud de “detectives online” y otros que comparten pistas, posibles avistamientos (muchos de ellos falsos) y teorías a través de TikTok, Instagram y YouTube.
No está claro si la agitación digital ha ayudado a la investigación, pero pone de manifiesto la intersección entre las redes sociales y la fascinación del público por las historias de crímenes reales.
Este 29 de septiembre las autoridades recibieron un coletazo positivo tras el caso Petito.
En un hecho no relacionado, las autoridades lograron encontrar el cuerpo de un hombre no muy lejos de donde estaba el de la bloguera. El cuerpo de un hombre que coincidía con la descripción de Robert “Bob” Lowery, desaparecido en agosto, según un comunicado de Teton County Search & Rescue.
Mientras tanto, la búsqueda de Laundrie —quien está señalado por delitos federales— continúa sin éxito. Recientemente el FBI afirmó que replegó a su personal en los pantanos de Florida y que basará las investigaciones en actividades de inteligencia para dar con el paradero del hombre.
Las labores para hallar a Laundrie también causan un frenesí, con personalidades de la televisión como Duane Chapman -conocido como Dog the Bounty Hunter- y el veterano presentador de “America’s Most Wanted”, John Walsh, trabajan para localizarlo, reveló la AP.
Por su parte, la familia de la viajera asesinada imploró el martes al público y a los medios de comunicación, que pongan la misma energía en ayudar a encontrar a otras personas desaparecidas como lo hicieron con la chica.
Un abogado de la familia de Petito, Richard Stafford, renovó los llamamientos para que Laundrie se entregue y criticó a sus padres por lo que, según él, fue una falta de cooperación en la búsqueda que dio con los restos de Petito. Los Laundrie emitieron un comunicado el lunes y dijeron que no le ayudaron a huir.
“Los Laundrie no nos ayudaron a encontrar a Gabby, seguro que no nos van a ayudar a encontrar a Brian”, dijo Stafford. “A Brian, le pedimos que se entregue al FBI o a la agencia policial más cercana”.
El caso de Petito también abrió la compuerta para que se preste más atención a los casos de mujeres indígenas, afroamericanas y latinas desaparecidas que solo en 2020, llegaron al medio millón de personas desaparecidas, de las cuales 48 mil 714 son hispanas y blancas; 28 mil 203 son personas de color; 2 mil 035 son asiáticos y 1 mil 496 son nativos americanos, según datos del FBI.