Aproximadamente 72.000 arrestos internos hizo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), encargada del control migratorio dentro de Estados Unidos, según datos de la institución obtenidos por The Washington Post. Representa el nivel más bajo en una década y la mitad de los totales anuales registrados durante la administración de Trump.
La cifra de arrestos internos se refiere al año fiscal 2021, que culminó en septiembre. En el mismo período en el año fiscal de 2020 se registraron 104.000 y un promedio de 148.000 anuales entre 2017 y 2019.
Mantente informado de los temas más relevantes de política, economía y salud y cómo afectan a la comunidad latina. Suscríbete aquí a nuestras newsletters.
La publicación explica que ICE restringió algunas acciones de aplicación de la ley el año pasado para evitar la propagación de covid-19 dentro de las cárceles de inmigración. De esta forma, tuvo los niveles más bajos en una década. La población actual de detenidos es de unos 22.000, según las estadísticas más recientes de la agencia, muy por debajo del pico de más de 56.000 durante la administración Trump.
Al inicio de su mandato, el presidente Joe Biden estableció nuevos límites para la aplicación de la ley de inmigración. Entre ellas, estaba una orden que establecía una pausa de las deportaciones por 100 días, pero el juez federal Drew Tipton, en Texas, bloqueó la ley.
¿Por qué es importante? La inmigración es un tema importante dentro de la agenda de Biden, tomando en consideración las críticas que recibió la política de mano dura promovida en el gobierno de Trump.
- El nuevo gobierno demócrata prometió desmantelar las políticas implementadas anteriormente y aplicar una reforma migratoria.
- Los críticos de la administración Biden afirman que la aplicación de la ley dentro del país de una forma menos severa ha incentivado las entradas ilegales.
- La directora de estudios de políticas públicas en el Centro de Estudios de Inmigración, Jessica Vaughan, puso en el punto de mira al ICE por un “colapso en la aplicación de la ley en el interior”, aun cuando la agencia recibe financiamiento, recoge The Washington Post.
El contexto. El miércoles pasado The Washington Post publicó datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
- Funcionarios detuvieron a más de 1,7 millones de migrantes a lo largo de la frontera con México, durante el año fiscal 2021, que culminó en septiembre. Refleja un aumento de nivel jamás registrado en el país desde 1986.
- A medida que incrementaron los arrestos de CBP en primavera, Biden describió el alza como consistente con los comportamientos históricos de la estación. Pero los meses de mayor actividad se produjeron durante el sofocante calor de julio y agosto, cuando más de 200 mil migrantes fueron detenidos.
- ¿De dónde provenían? Un primer grupo de 608.000 ciudadanos mexicanos, un segundo grupo de 367.000 calificado como “otros”, que incluye haitianos, venezolanos, ecuatorianos, cubanos, brasileños. Le siguen Honduras (309.000), Guatemala (279.000) y El Salvador (96.000).
- 61% de los 1,7 detenidos fueron expulsados bajo el Título 42, una política que le permite a funcionarios de salud durante una pandemia tomar medidas extraordinarias para limitar la transmisión. Aunque no es nueva, Trump la usó para prohibir la entrada con el fin de evitar la propagación de covid-19 en los centros de detención de migrantes. Críticos señalan que obstaculiza el proceso migratorio.
En noviembre está prevista la reactivación de la política conocida como “Permanecer en México”, oficialmente llamada Protocolos de Protección al Migrante (MPP, en inglés). Esta obligaba a los solicitantes de asilo a esperar la resolución de sus casos en ese país, siempre y cuando el gobierno mexicano acepte. Esto se debe a que un Tribunal de Texas señaló que la Casa Blanca finalizó el programa de forma inapropiada. La Corte Suprema no la bloqueó y por eso se debe restaurar.