Con más de 1300 terapeutas especializados consultados, The New York Times resumió lo que los especialistas llaman “una segunda pandemia”, pero relacionada a la salud mental, frente a un aumento significado de la demanda de terapias psicológicas y medicamentos psiquiátricos debido al desarrollo acelerado de trastornos mentales en la población estadounidense.
¿Por qué es importante? Existen implicaciones sociales y económicas cuando se trata de atención de salud mental. Por un lado se encuentra una amenaza a la salud pública al ver que 42% de la población adulta —11% más que el año previo— presenta síntomas de ansiedad o depresión, y que por lo menos 1 de cada 5 estadounidenses sufre de alguna condición mental. Esto solo ha aumentado durante la pandemia debido al estrés, confinamiento, pérdidas y miedo.
- Por otro lado, el acceso a tratamientos y atención médica de salud mental es casi un lujo. Una consulta de una hora puede costar entre $60 y $250, sin considerar los gastos en medicamentos, consultas de control y, por supuesto, el impacto que tiene en el desenvolvimiento laboral —de hecho, la depresión es la causa de $44 mil millones en pérdidas en productividad laboral—. Una persona en tratamiento médico para atender depresión severa, puede gastar hasta $10 mil en medicamentos.
¿Qué dicen? Los especialistas encuestados por The New York Times resaltan que ha habido una apertura a la conversación sobre salud mental, un tema que se consideraba un taboo en la sociedad, así como también aceptación de la terapia en línea. Sin embargo, el panorama sigue siendo oscuro para los estadounidenses.
- Eventos violentos como el homicidio de George Floyd —que motivó las protestas del movimiento Black Lives Matter en estados Unidos— y el ataque a mujeres asiàticas en Atlanta y en Indianápolis, disparó un miedo y preocupación generalizada en personas de color que son minorías en EE.UU., quienes ahora son una de las principales poblaciones que buscan consultoría psicológica, según relatan los entrevistados.
- 9 de cada 10 terapeutas aseguran que las demandas por consultas han aumentado, eso ha generado unas largas listas de espera debido a agendas llenas. Lo que más han observado en los pacientes es el desarrollo de trastornos depresivos y ansiosos, así como también problemas en relaciones familiares y de pareja. Anne Compagna-Doll, psicóloga clínica en Burbank, California, comenta que las personas se ven cada vez más abrumadas, “hay mucho dolor y pérdida”.
En perspectiva para el 2022 el 60% de los encuestados asegura que la demanda va a seguir siendo alta, el otro 40% cree que la necesidad de atención médica en salud mental va a aumentar y será necesaria la intervención del gobierno federal con políticas de salud pública para atender la crisis.
Con información de The New York Times