Los crímenes de odio no se combaten callando ni ignorando. Tampoco hay que atacarlos aplicando el código de Hammurabi y su Ley del Talión del ojo por ojo y diente por diente, en Estados Unidos hay que denunciarlos y en eso está empeñada la Agencia Federal de Investigaciones (FBI).
Si desde finales del verano ha visto unos carteles, al interior de los vagones del tren, en los buses o en las estaciones de gasolina, con el mensaje “Together: Protecting our communities, report the hate crime” (Juntos: protegiendo a nuestras comunidades, reportemos los crímenes de odio) no mire esos anuncios con desdén, porque esto va en serio y es bueno para el bienestar de la comunidad.
El agente especial y supervisor del FBI, Andrés Quintero, enumera las tres principales razones de esa campaña de concientización nacional: educar a la comunidad sobre lo que son los crímenes o delitos de odio; que se conozca que el FBI toma muy en serio este problema y cada denuncia la investiga; y, por último, que la población sepa cómo reportar estas agresiones peligrosas.
Los delitos de odio, bajo el Programa de Derechos Civiles, explica Quintero, “son una prioridad porque no afectan a una persona sino a la comunidad entera y si no se reportan no se consigue responsabilizar a los delincuentes”.
Ni odio ni intolerancia
Según Wayne A. Jacobs, agente especial a cargo de la Oficina de División Criminal del FBI en DC, “con demasiada frecuencia los crímenes de odio no se denuncian y nadie debería sentirse intimidado por su color de piel, del lugar del donde viene o de su identidad”.
“Simplemente, aquí no hay sitio para el odio y la intolerancia, por eso necesitamos la ayuda de la comunidad para disuadir a quienes quieren cometer estos horrendos crímenes y llevarlos a la justicia si los cometen”, así lo señala Jacobs en un boletín de prensa.
Para el director adjunto del FBI, Jeffrey Sallet, “la lucha contra el crimen de odio es una de las máximas prioridades del Programa de Derechos Civiles del FBI, debido a los devastadores impactos que provocan en la sociedad, puesto que un solo acto puede aterrorizar a una comunidad entera”.
No decida usted
Los crímenes de odio si no se paran a tiempo son una lacra que corroe el tejido social y por eso el FBI ha visto la necesidad de informar qué son estos delitos y cómo combatirlos. Quintero no ejemplificó lo que puede ser un delito de odio y por una buena razón: “No queremos que la comunidad decida qué es y qué no es un crimen de odio, que ese trabajo le dejen determinar al FBI. Les pedimos que hagan la denuncia si han sido victimizados por motivos de raza, religión u otros prejuicios. Nosotros evaluaremos y definiremos si entran en esa categoría”.
En el caso de los inmigrantes sin documentos fue categórico: “No estamos para tomar acciones contra las víctimas por temas de inmigración, esa no es nuestra responsabilidad, solo queremos que denuncien si han sufrido un delito de odio. Nosotros perseguiremos al delincuente no a la víctima. Si tienen temor denuncien a través de un líder religioso, de otra persona o de forma anónima”. Dicho de otra manera, los indocumentados pueden denunciar sin miedo a ser reportados a inmigración.
Consultado si en el caso de los hispanos, la desconfianza y el temor a inmigración silencian este tipo de delitos, el agente especial del FBI, piensa que el recelo a reportar se debe a varias razones, entre ellas el miedo a represalias del delincuente o también por falta de confianza a las autoridades por una mala experiencia en sus países o aquí.
“Para eso es la campaña, para que se entienda que a las víctimas las tratamos como víctimas, protegiéndoles la identidad y responsabilizando a los delincuentes”.

¿Qué es un delito de odio?
“Un crimen de odio es como un delito penal contra un individuo o propiedad que está motivado por un prejuicio de un delincuente y ese prejuicio puede ser por motivo de raza, religión, discapacidad, etnia, orientación sexual género o identidad de género”. Esta es la definición del FBI sobre un fenómeno que entre el 2019 y 2020, tuvo un aumento de mil denuncias hasta sumar más de ocho mil en ese período. En porcentajes representa un 13% de incremento en todo el país.
Más del 50% de esos crímenes fue en contra el color de la piel de la comunidad afroamericana. El 10% de incidentes fue en perjuicio de los latinos. Saber cuántos delitos de odio se cometen no es posible porque, como dice Quintero, “lamentablemente con mucha frecuencia ciertas comunidades de color y de ciertas religiones no reportan”.
Esta cruzada contra los delitos de odio incluye hacer un alcance a los líderes comunitarios y religiosos que trabajan en los vecindarios. En las oficinas centrales del FBI, en DC, los representantes sociales son parte de los comités para atacar este problema que toma forma cuando peligrosamente se estrechan los caminos del respeto a las diferencias.
Crimen o discurso de odio
De lo que se trata es de aumentar el conocimiento de lo que es un delito de odio y de que se tenga la seguridad que el FBI trabajará con las autoridades estatales, federales y locales para atacar esta amenaza a la paz social.
Hay que hacer una diferenciación entre lo que es un crimen de odio y un discurso de odio. El primero tiene que ser denunciado y castigado, el segundo es un derecho a la libertad de expresión. Por lo tanto, esa frase tan trillada de “go back to your country!” (¡regrésate a tu país!) que los latinos se lamentan de escucharla con tanta frecuencia, no entra en la categoría de delito.
Los insultos por las redes sociales también ingresarían en la categoría de discurso de odio y no de delito de odio, pero sin duda que allí también hay mucho abuso y por eso el FBI insiste que esta campaña es para que se informen mejor y las denuncien. Se protegerá la identidad de las víctimas y se les informará del proceso legal contra el agresor.
Ya está informado, cualquier infamia de odio no la ignore, en democracia hay un margen para escuchar horribles ofensas, pero no para los atentados de odio.
PARA SU INFORMACIÓN
Denuncie. Recuerde que el FBI protege a las víctimas de crímenes de odio independientemente del país de origen, el idioma, la raza o su estatus migratorio. Estos delitos pueden denunciarse llamando al 1 (800) 225-5324 o entrando a: tips.fbi.gov. Si prefiere hágalo en español. El FBI tiene personal entrenado en varios idiomas. También se recomienda hacer el reporte en el recinto policial más cercano.
Víctimas. En 2020, se contabilizaron 11 mil 126 víctimas de incidentes motivados por el odio. El 61.8% fue atacado por su raza o su etnia, un 20% por su orientación sexual y un 13.3% por razones religiosas. Casi 29 de cada 100 de estos delitos ocurrieron cerca de sus viviendas, un 20% en las autopistas, calles y aceras; un 6.5% en los parqueaderos; un 4.2% en los centros de educación y otros en menores porcentajes en iglesias, sinagogas y mezquitas.