“Ya lo hemos visto, es muy costoso ser pobre”. Esta frase es de Michael J. Hsu, contralor de la Moneda en funciones (Comptroller of the Currency, en inglés). Eso le basta para insistir que “ya es hora de balancear las oportunidades económicas en favor de los pobres, dándoles posibilidades de construir un crédito, mejorar el acceso a la compra de vivienda y aumentar la oferta de capital para las minorías y los pequeños negocios”.
Ese un inmenso desafío bajo un nombre, DC REACh. Esta iniciativa busca reducir la brecha entre los que tienen y los que no. ¿El objetivo?: facilitar préstamos a los pequeños negocios de las minorías y a los residentes que viven en el Distrito de Columbia.
En Estados Unidos, unos 50 millones no tienen un historial crediticio, eso les impide acceder a préstamos hipotecarios o tarjetas de crédito. Esta situación afecta desproporcionadamente a las minorías de color.
DC REACh, impulsado por la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC en inglés), es el segundo proyecto, después de Los Ángeles, que se hace oficial en el país. Su prioridad será promover que el capital financiero llegue a las comunidades en desventaja.
“Al final del día, gigantes como OCC nos está juntando para que coordinemos esfuerzos y propongamos soluciones a problemas como la reducción del número de propietarios de vivienda entre las minorías. Lo bueno de DC REACh es que todos están en la mesa para dar remedio a las desigualdades”, dijo Marcia Griffin, fundadora y presidenta de HomeFree-USA.

Para los latinos también
La fórmula para lograrlo es reunir a los líderes de la industria financiera, de las organizaciones de los derechos civiles, de los negocios, de los consumidores y de la tecnología, para que al unísono trabajen en propuestas orientadas a demoler las barreras que impiden una participación de la población menos favorecida en el desarrollo económico de la ciudad.
Para Andrew Moss, director de Alcance de Minorías de la OCC, esta iniciativa ofrece la oportunidad para que todas las partes interesadas compitan menos y colaboren más en derribar esos obstáculos que perpetúan las desigualdades económicas. Los objetivos de la agenda son: aumentar el crédito para los interesados en comprar una vivienda o en la creación de un pequeño negocio e incrementar la inversión, a través de préstamos, en comunidades que ahora no tienen acceso a ella.
“Para remover esas barreras y lograr una inclusión financiera más ecuánime se necesita de una amplia participación de aquellos que han sido marginados del sistema, para que al fin alcancen el sueño americano”, señaló Moss, quien además es director nacional del proyecto REACh. Refiriéndose a la comunidad latina de DC dijo que espera trabajar con el Latino Economic Development Center (LEDC) y con la Cámara Hispana de Comercio para incluir a esta minoría dentro de esta iniciativa.

Una mesa redonda de líderes
DC REACh será una mesa redonda para promover que la industria financiera alcance a la población de menos ingresos. Hsu cree que es el mejor vehículo para reunir a las mentes más brillantes, capaces de encontrar soluciones a la desigualdad económica que no hace más que aumentar desde hace varias décadas. “Lo que nos hace únicos y diferentes de otros esfuerzos es que estamos usando nuestro poder para congregarnos, decir aquí tenemos un problema, dar la solución y avanzar”.
Hsu puso en contexto lo que viene pasado desde hace medio siglo. La diferencia de ingresos entre los que ganan más y los que ganan menos se duplicó desde 1970. El resultado es que la riqueza de las familias de clase media y alta aumentó hasta 170 veces, mientras la de la clase pobre cayó significativamente entre 1983 y el 2016. El mismo patrón se observa en cuanto a propiedad de la vivienda, una aspiración inalcanzable para los trabajadores de menores ingresos. Cuando al fin la consiguen, su casa es valorada a la mitad del precio en comparación con la de sus pares blancos.
El lanzamiento de DC REACh se hace en medio de una pandemia que, según Hsu, ha acelerado las disparidades entre blancos por un lado y los negros y latinos por otro. “Para revertir esta tendencia es necesario aumentar sustancialmente la inclusión económica y por eso las voces de los protagonistas locales son vitales en este esfuerzo”. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Alcaldía y del Departamento de Seguros y Valores de DC.
Que se otorguen préstamos
Para Lucinda Babers, subdirectora de Operaciones e Infraestructura de la Alcaldía, ante las arraigadas barreras raciales y la falta de acceso a la vivienda y a los recursos financieros, DC REACh es una imperiosa necesidad. “Estas oportunidades para nuestra comunidad han sido postergadas y obstaculizadas por mucho tiempo y la pandemia lo que ha hecho es evidenciar aún más estas disparidades”.
La aspiración de Karima M. Woods, comisionada del Departamento de Seguros, Valores y Banca de DC, es que este proyecto se convierta en un modelo de inclusión y de creación de riqueza a nivel nacional. “Darles poder financiero a los residentes de la ciudad y una justa participación en la economía es la visión de la alcaldesa Muriel Bowser”, dijo.
DC REACh será la iniciativa catalizadora de esos esfuerzos y que dará una salida a los futuros compradores de vivienda, que no tienen posibilidades de cubrir la cuota inicial, los costos de cierre, el precio de la evaluación y más gastos obligatorios para conseguir un préstamo hipotecario. Woods antepuso las cifras para demostrar las diferencias del termómetro que mide la riqueza en el país: en Washington DC, el 42.5% de sus habitantes son dueños de casa, mientras a nivel nacional el promedio es de 64.8%.
Hablando de pequeños negocios, el 11.5% están en manos de mujeres y las minorías solo tienen control sobre el 9.9% de esos emprendimientos. A esos grupos se pretende alcanzar ofreciéndoles las ventajas de los servicios financieros y eso representa mucho para la ciudad”, aseguró Woods.
Un componente de esta iniciativa será la educación financiera para los aspirantes a dueños de casa, emprendedores y propietarios de pequeños negocios, sin descuidar el objetivo número uno: que sus préstamos solicitados sean aprobados. “Para eso ya estamos trabajando con City First Bank, con otros bancos y prestamistas que están en nuestra mesa”, señaló Griffin. Esta iniciativa pronto arribará en Detroit, Michigan, Dallas, Texas y Milwaukee.