Los precios podrían subir "sustancialmente" si el conflicto en Europa del Este interrumpe el suministro, según los analistas.
Este jueves, el petróleo sobrepasó los $105 el barril por primera vez desde 2014, mientras que el precio del gas natural en Europa se disparó más de un 30 por ciento después del ataque de Rusia a Ucrania.
El temor a que una guerra pueda interrumpir el suministro energético mundial hizo que el Brent subiera más de un 9 por ciento, hasta los $105,79 por barril, mientras que los futuros vinculados al denominado TTF, el precio del gas al por mayor en Europa, se dispararon un 36 por ciento, hasta los €114 por megavatio hora. El precio del gas en Europa ha subido desde los €16 de hace un año.
Rusia es un productor clave de materias primas y Europa depende de esta nación para una cuarta parte de su petróleo y más de un tercio de su gas. También es el mayor proveedor mundial de trigo.
Aunque no se han impuesto nuevas restricciones a las empresas energéticas rusas, aparte del operador del gasoducto Nord Stream 2, estaba pautado que el presidente Biden se reuniera hoy jueves con los líderes del G7 para coordinar nuevas sanciones "severas" para castigar a Rusia.
Ben Luckock, codirector de comercio de petróleo en Trafigura, una de las mayores comercializadoras de materias primas del mundo, dijo que el mercado estaba esperando a ver el alcance de las nuevas sanciones occidentales a Rusia que se esperan para más tarde durante el día de hoy.
"Si hay una amenaza a los flujos de energía, el precio del petróleo puede subir sustancialmente", dijo. "Si no la hay, probablemente no salgamos muy bien parados, porque el riesgo está inclinado hacia el alza"
El crudo ruso ya se había negociado con descuento en las últimas 48 horas en una señal de que los compradores, recelosos del posible impacto de las sanciones, habían empezado a evitar los cargamentos rusos, añadió Luckock.
La OPEP, el cártel de productores de petróleo, ya está esforzándose por cumplir sus objetivos de producción a medida que repunta la demanda de crudo tras la relajación de las restricciones de los cierres por la pandemia. Esto ya ha hecho subir los precios y los analistas advierten que la capacidad de aumentar los suministros es limitada si los flujos procedentes de Rusia se ven afectados por las sanciones. Lo mismo ocurre en los mercados de gas, donde ningún país puede sustituir el volumen que puede suministrar Rusia.
Gazprom dijo el jueves que continuaban las exportaciones a través de Ucrania hacia Europa. El gas almacenado en todo el continente ya se encuentra en el nivel más bajo de los últimos cinco años.
"Los precios del petróleo y del gas natural se han convertido en el barómetro del miedo a la crisis", dijo Norbert Rücker, de Julius Baer. "Cualquier interrupción de los flujos entre Rusia y Europa, debido a daños o sanciones, se sumaría drásticamente a la ya presente escasez de suministro".
"Situación grave" para los mercados agrícolas
Otros mercados de materias primas también se vieron afectados por el ataque ruso en Ucrania.
Los futuros del trigo en Chicago subieron casi un 6 por ciento hasta los $9,26 el bushel, el nivel más alto desde julio de 2012. Rusia y Ucrania son los principales exportadores de granos, ya que producen el 14 por ciento del trigo mundial y representan algo menos del 30 por ciento de todas las exportaciones de trigo. Los dos países también son grandes exportadores de maíz y aceite de girasol.
Los temores sobre los flujos de suministro aumentaron después de la noticia de que Rusia había bloqueado el mar del Azov, un cuerpo acuático interior conectado con el Mar Negro. Tanto Ucrania como Rusia tienen puertos de carga clave y la prohibición de buques comerciales desde el mar de Azov hasta el Mar Negro probablemente cause estragos en los mercados de granos y de acero.
"Esta es una situación realmente grave para los mercados agrícolas", dijo Dave Whitcomb, de la firma especialista en materias primas Peak Trading Research. "Hay una gran preocupación en torno a si los granos van a poder salir de los estados del Mar Negro, y ambos mercados los del trigo y del maíz están en llamas", añadió.
Los precios de los metales también subieron el jueves, y el aluminio, que se utiliza en todo tipo de productos, desde latas de cerveza hasta vehículos, subió más de un 3,5 por ciento, hasta un máximo histórico de $3.449 la tonelada. Rusia es un productor clave de aluminio, así como de cobre, níquel, platino y paladio.
En 2018, el mercado del aluminio se sumió en la agitación después de que EEUU impuso sanciones a Rusal y a otras empresas vinculadas al oligarca Oleg Deripaska.
"Rusia es un productor importante de materias primas, por lo cual, de la noche a la mañana, los acontecimientos en Europa del Este podrían tener implicaciones importantes para las cadenas de suministro mundiales", dijo el analista de JPMorgan Dominic O'Kane.
Por otra parte, el oro subió más de un 3 por ciento, hasta $1.974 la onza troy, su máximo en 17 meses, ya que los inversionistas, nerviosos, buscaron refugio en el mercado.
Sin embargo, el aumento del precio del oro ofreció poco apoyo a Polymetal. Este jueves, la minera rusa, que forma parte del FTSE 100, vio recortado un 35 por ciento de su valor de mercado debido a que los inversionistas se deshicieron de las acciones por la preocupación de posibles sanciones.
"Polymetal cree que las sanciones especificas contra la empresa siguen siendo improbables", dijo la empresa en un comunicado.
Otro gran perdedor fue Evraz, la siderúrgica controlada por Roman Abramovich, propietario del club de fútbol Chelsea, y por Alexander Abramov. Sus acciones cayeron casi un 30 por ciento.
Neil Hume, Emiko Terazono y Tom Wilson
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