El aumento de los precios se ha comido los ingresos, y por tanto muchos utilizan la matemática de sus hogares para exigir mejores salarios a sus jefes.
Naomi Lawrence-Reid acabó harta este invierno. Pediatra por contrato en el sur de California, su paga diaria se había mantenido igual durante más de dos años y medio, a lo largo de una pandemia que diezmó su sector debido a las enfermedades y el agotamiento. El año pasado pidió un aumento de sueldo, pero se lo negaron.
Luego, observó cómo los meses siguientes estaban marcados por un bombardeo de noticias sobre la inflación: cómo subía año tras año, pasando del 6,2 por ciento en octubre al 7,5 por ciento en enero, el mayor aumento en 40 años.
Así que volvió a la empresa de personal que la empleaba y le hizo otra propuesta de aumento. Esta vez citó la inflación y les dijo que dejaría de trabajar para ellos si le decían que no. Le subieron la paga por cada 24 horas de trabajo, de $1.500 a $2.000.
"Tenía un excelente historial de satisfacción y resultados entre los pacientes. A las enfermeras y al personal les gusté mucho y disfruté trabajando con ellos, y había una tasa de inflación del 7 por ciento", dijo. "Y, con toda franqueza, históricamente los salarios y remuneración de los médicos no reflejan las tasas de inflación. Así que en ese momento en enero, creo que planteando todos esos puntos, además de la mini huelga que organicé, se aprobó el aumento de mi paga".
En todo el país, millones de estadounidenses se dan cuenta de que sus sueldos valen menos que hace un año, a veces por una monto significativo. Han subido los precios de los alimentos (un 7 por ciento), de los automóviles (entre un 12 y un 40 por ciento), de la gasolina (un 40 por ciento), del alquiler (un 14 por ciento) y de casi todo. El aumento de los costos está anulando los incrementos salariales sustanciales que han tenido los trabajadores en el último año. Así que muchos de ellos llegan a una conclusión lógica: sus sueldos también deberían subir. Y algunas personas, como Lawrence-Reid, piden aumentos por esa razón.
Expertos laborales y economistas dijeron que los trabajadores que solicitan incrementos salariales relacionadas con la inflación son el último ejemplo de cómo la pandemia ha alterado el mercado laboral. Muchos trabajadores cuentan con una nueva ventaja y se han animado a pedir más a sus empresas en un momento difícil.
"No creo que haya ninguna duda de que los trabajadores están muy sensibles al nivel de sus salarios, sobre todo en un contexto de inflación creciente y, obviamente, se ha mantenido", dijo Mark Hamrick, analista senior de la firma Bankrate.
Hamrick relacionó el fenómeno con los niveles récord de trabajadores que cambian de empleo, una tendencia que repuntó notablemente en la segunda mitad de 2021. Los patrones de muchos sectores tuvieron dificultades para cubrir un número récord de puestos vacantes, ya que los trabajadores encontraron mejores oportunidades.
"Algunas personas no están esperando a ver qué tipo de aumentos salariales pueden obtener, ya sea una evaluación anual o un aumento salarial por mérito", dijo. "Y por eso, obviamente, también hemos visto un alto nivel de renuncias. Yo esperaría que esto continúe en el futuro inmediato".
Cambiar de trabajo suele ser la forma más eficaz de conseguir un aumento salarial significativo. Según una encuesta reciente de ZIpRecruiter, cerca de dos tercios de las personas recién contratadas obtuvieron aumentos cuando empezaron a trabajar. Aproximadamente la mitad de ellos recibieron aumentos superiores al 10 por ciento.
Muchos sindicatos han introducido la inflación en las negociaciones de sus contratos este año, como la Federación de Profesores de Minneapolis, que pide alzas sustanciales luego de años de obtener un 2 por ciento o menos en los contratos con la ciudad.
Greta Callahan, presidenta del sindicato, no quiso dar más detalles, pero dijo que el aumento de los precios por la inflación era parte de la demanda del sindicato. Los profesionales de apoyo, como los asistentes de educación especial y los ayudantes de autobús, piden que su piso salarial se incremente casi en un 50 por ciento, de $24.000 a $35.000 anuales, después de haber perdido terreno frente a otros distritos y sectores en los últimos años, dijo Callahan. Algunos grupos de profesores han pedido alzas del 20 por ciento. La inflación está exacerbando problemas laborales de larga data, como los salarios bajos y las dudas sobre el acceso a los recursos de salud mental, dijo Callahan.
"La inflación no creó todos estos problemas, pero hará que nuestras soluciones sean caras", dijo.
Los datos sobre las solicitudes de aumento a nivel nacional son difíciles de conseguir.
La remuneración de los empleados de producción no gerenciales ha aumentado un 6,9 por ciento interanual, según datos del Departamento de Trabajo, una tendencia que se debe en gran medida a que las empresas compiten entre sí por los trabajadores en medio de la escasez, pero que también podría verse afectada por los incrementos. Existen indicios de que las empresas también están pensando mucho en la remuneración para atraer a los trabajadores.
Según una encuesta a 5.000 empresas realizada por la empresa de análisis de remuneraciones Payscale, el 92 por ciento de ellas dieron aumentos salariales en 2022, un 7 por ciento más que en 2021 y un 25 por ciento más que en el escabroso 2020. Un 44 por ciento de las empresas están concediendo aumentos salariales superiores al 3 por ciento, lo cual supone una subida de 13 puntos porcentuales respecto a los promedios de los últimos seis años. La gran mayoría, el 85 por ciento, dijo que le preocupaba que la inflación erosione el valor de los aumentos salariales. Sin embargo, hay indicios de que las subidas no llegan a compensar el aumento de los precios.
"Desgraciadamente, los aumentos no se ajustan a la inflación", afirma Victoria Neal, experta de la Sociedad para la Gerencia de los Recursos Humanos. "Hay un poco de ese desajuste. Los grandes empleadores tienen el financiamiento y pueden decir que harán lo necesario para mantener a sus empleados y hacerlos felices. Y las pequeñas y medianas empresas están limitadas por su tamaño".
No todos los trabajadores están recibiendo los aumentos que piden.
Un joven de 27 años del centro de Florida, que trabaja en una empresa de seguridad y habló bajo condición de anonimato, porque no estaba autorizado a hacer comentarios públicamente sobre su trabajo, volvió adonde su jefe después de obtener un aumento del 2,6 por ciento para pedirle más.
"Le dije: '¿Esto está ajustado por inflación?' Me miró y se echó a reír", contó. "Le dije: 'lo digo en serio. Este año estoy perdiendo dinero en base a la inflación y este aumento no compensa todo lo que está subiendo ahora'".
Contó que su jefa le dijo que lo entendía, pero que no podía hacer nada al respecto: su salario tampoco había subido a la par de la inflación.
Otras empresas están dando mayores aumentos este año de forma preventiva, para tratar de adelantarse al problema.
Adriano Tawin, de 33 años, trabaja para una empresa de desarrollo inmobiliario en Brooklyn a la que le ha ido bien últimamente, señaló. Este año la empresa le dio a Tawin un incremento del 5 por ciento - en comparación al 3 por ciento del año anterior, y el más alto que le han dado en los cuatro años que trabaja en la empresa. Aun así, contó que tenía previsto pedir un aumento cuando volviera de un viaje para visitar a su familia en el extranjero, con el argumento de que era justo que la empresa ajustara los incrementos salariales a la inflación si estaba en una situación financiera sólida.
Jack Kelly, veterano reclutador y director general de la empresa de búsqueda de ejecutivos Compliance Search Group, dijo que los aumentos salariales eran solo uno de los muchos incentivos que ofrecían las hambrientas empresas. También sumaron beneficios como la semana laboral de cuatro días -ofrecida por el 11 por ciento de las empresas de la encuesta de Payscale- el trabajo a distancia, los horarios flexibles, y la matrícula universitaria gratuita, entre otros.
"Al menos por ahora, éste es realmente un buen momento para los trabajadores, tanto los de cuello blanco como los obreros", dijo.
Algunos trabajadores también prestan atención a lo bien que les ha ido a algunas empresas en los últimos tiempos, aumentando los precios para igualar la inflación y obteniendo beneficios récord.
Una trabajadora de Trane Technologies, una empresa de manufactura trasnacional, contó que estaba frustrada, porque la empresa solo le aumentó un 4 por ciento este año a pesar de las ganancias récord. El incremento es mayor que en años anteriores, pero sigue estando muy por debajo del 7,5 por ciento de inflación y es menor al 6 por ciento que había solicitado.
El aumento salarial es totalmente absorbido por el incremento en el costo de su vida diaria; y más de dos tercios del alza salarial se los lleva el aumento de $100 de alquiler mensual que está pagando este año, dijo.
Sobre todo, le parecía que el porcentaje no estaba en consonancia con todas las noticias alegres sobre los éxitos financieros de la empresa. La noticia del aumento vino acompañada de una carta de la empresa en la cual agradecía a sus empleados por su participación en los ingresos y rentabilidad "récord" de 2021.
También señaló la decisión de la empresa de recomprar acciones a los inversionistas por $3 millardos este año, y aumentar 14 por ciento los dividendos que se distribuyen a los inversionistas.
"Realmente fue una bofetada en la cara que, al mismo tiempo, nos entregaran un papel diciendo cuánto dinero tiene la empresa en este momento y cómo han alcanzado márgenes de ganancia récord", dijo. "Y al mismo tiempo, que me entreguen otro papel diciéndome que mi aumento salarial ni siquiera va a ajustarse al ritmo de la inflación".
Dice que tiene previsto volver a ver a los gerentes para pedir más, pero no está segura de que vayan a ceder.
La empresa informó en un comunicado que utilizó muchas determinaciones para calcular los aumentos, incluyendo la inflación, otras tendencias económicas, las particularidades de los mercados locales y las comparaciones con trabajos similares.
"Trane Technologies se enorgullece de que nuestros sólidos paquetes de remuneración y beneficios, combinados con nuestra cultura edificante y orientada hacia un propósito, nos han permitido mantener las puntuaciones de compromiso con los empleados cerca del cuartil superior de todas las empresas", declaró. "Cuando se trata de la remuneración individual y los ajustes por mérito, consideramos todas estas variables, así como el papel, las responsabilidades y el rendimiento del individuo".
(c) 2022, The Washington Post - Eli Rosenberg.
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